La exposición «Pintura, expresionismo y kitsch. La generación del entusiasmo» se plantea como una aproximación a la pintura española del periodo comprendido entre los años setenta y la primera mitad de los ochenta. Un tiempo que corresponde con el decisivo tránsito del tardofranquismo a la consolidación de la democracia y que en el ámbito artístico coincidirá, en los primeros ochenta, con propuestas internacionales que propugnaron el retorno a la pintura. Planteamientos que vinieron a eludir el cul de sac al que se vio abocada la tradición lineal del arte contemporáneo, entendida como la sucesión de movimientos vanguardistas que incidían en la dimensión conceptual e inmaterial del objeto de arte.

Lejos de pretender una narración lineal, esta exposición se estructura a través de cuatro actitudes ante la pintura que nos muestran un panorama poliédrico y fragmentado de lo que hasta hace relativamente escaso tiempo era conocido como «arte de los ochenta». A través de los diferentes ámbitos encontramos obras que plantean la revisión de diversas nociones de nuestra contemporaneidad, como la misma idea de modernidad a través de la recuperación de sus aspectos menos racionales y programáticos. La revisión de lo subjetivo, de lo expresionista, de las mitologías individuales o del evolucionismo darwiniano de la historia del arte, deben ser insertas en las particularidades locales que presentó durante estos años el caso español, en relación con las decisivas transformaciones en el sistema del arte en el nuevo Estado democrático, con documentadas revisiones acerca de la función del objeto artístico y de las relaciones entre el artista y el público y su correlato la institución artística. Con esto, nos situamos ante un periodo que, sin despreciar las valoraciones positivas y negativas que se le atribuyeron, reclama ser considerado en nuestros días como un punto de inflexión en nuestra más reciente historia del arte.

La muestra plantea un recorrido multidireccional a través de abundante documentación expuesta en las salas procedente publicaciones del periodo y que constituyen una importante fuente de información para acercarse a su comprensión. También se han introducido archivos audiovisuales que presentan testimonios de los artistas expuestos, prestando especial atención a las preocupaciones con las que durante estos años se acercaban a su trabajo y a cuestiones referidas a la recepción e interpretación crítica de su obra. La exposición se acompaña de una cuidada publicación en la que se recogen los estudios de Joan Robledo Palop, Noemí de Haro y Daniel A. Verdú Schumann.

Organizada en cuatro ámbitos:
Gordillo, Guerrero
Al plantear la lectura a través del tránsito generacional, nos detenemos, en primer lugar, en la presencia e intercambios artísticos entre la obra de José Guerrero (1914-1991) y Luis Gordillo (1934) con los pintores que consolidaron su trabajo durante los años setenta y ochenta. Figurativos y abstractos encontraron en ellos recursos plásticos para orientar su práctica artística, pero, sobre todo, más allá de discutidas similitudes formales, hallaron unos precedentes que les permitieron transgredir con las lecturas sobre la pintura de su pasado más reciente

Figuración y kitsch
Las obras del núcleo de figurativos madrileños van desde las tempranas pinturas de Carlos Alcolea, Chema Cobo y Guillermo Pérez Villalta, hasta obras de los años ochenta como las de Juan Antonio Aguirre y Herminio Molero. Se trata de unos artistas agrupados tras la actitud antivanguardista introducida por Gordillo como problemática que nos muestran en este ámbito sus relaciones con la alta y la baja cultura y la reformulación del concepto de figuración y visibilidad

Pintura en transformación
En este ámbito se propone una aproximación a los planteamientos de la pintura-pintura que, después de muestras colectivas como Pintura 1 (1976) y En la pintura (1977), empezó a mostrar su debilidad y su agotamiento como proyecto colectivo e ideológico. En él habían sido pioneros los pintores del grupo de Trama, José Manuel Borto, Xavier Grau, Gonzalo Tena y Javier Rubio, a los que estuvieron próximos Jordi Teixidor y Carlos León. Los que continuaron con la pintura reformularon sus planteamientos abstractos dejando atrás cualquier relación teórica y reduccionista en favor de una abstracción espacialista que introducía tensiones entre posibles referentes figurativos y espacios abstractos.

¿Retornos al orígen?
La presencia de las obra de Miquel Barceló y Ferrán García Sevilla en la exposición Otras figuraciones (Madrid, 1981) serían sólo un adelanto de una nueva sensibilidad pictórica que orientaba los logros de la anterior figuración subjetivista hacia una ejecución gestual señalada como un fervoroso retorno hacia lo primitivo y lo expresionista: mitos por excelencia del entusiasmo pictórico de los ochenta.

Datos de interés:
Exposición La generación del entusiasmo. Pintura, expresionismo y kitsch
Comisario Joan Robledo Palop
Organiza Fundación Chirivella Soriano. Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana

Museu de Belles Arts de Castelló
Fecha 24 septiembre – diciembre 2010

Fundación Chirivella Soriano (Palau Joan de Valeriola)
Fecha 5 febrero – 18 abril 2010

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