Con este galardón, el Ministerio de Cultura quiere reconocer su innovadora  y brillante trayectoria profesional

La ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, ha entregado el Premio Nacional de Cinematografía 2010 al director de cine y presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, Álex de la Iglesia.

El  galardón, concedido por  el Ministerio de Cultura y  dotado con 30.000 euros, viene “a reconocer la incuestionable trayectoria profesional innovadora y transgresora, que sin duda, ha enriquecido el lenguaje de nuestro cine y por su papel al frente de la Academia, y su clara labor a favor del consenso y acercamiento entre todos los que forman parte del cine español y de ellos con la sociedad”.

Durante el acto de entrega del Premio Nacional de Cinematografía 2010, que se ha celebrado en el marco del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, la ministra  se refirió a los inicios de Álex de la Iglesia como dibujante, “primero los tebeos. El papel, el rotulador. Hasta que descubrió el juguete. Desde entonces no lo ha soltado”.

“Hace cine sobre su portera, sobre muchas porteras, insignificantes, curas, chulos desahuciados, gente miserable y próxima. Esa portera llena de misterio, de intriga, de secretos, de dobleces y de horror. Oculta una pistola bajo el infiernillo. Le han dado el Premio por eso. Por apocalíptico. Porque ha dado con la fórmula”  prosiguió Ángeles González-Sine.

La ministra de Cultura al señalar todas las cosas buenas del director bilbaíno afirmó que “una de ellas, a mi juicio, es como plantea la salida a ese irresoluble problema que es la tensión entre arte e industria inherente al cine y al propio Ministerio de Cultura que tan bien lo simboliza”

Habló también Ángeles González-Sinde del buen conformar repartos de Álex de la Iglesia, de elegir los rostros del cine español de todas las generaciones para exprimirlos y sacar lo mejor de ellos. De su facilidad para hacer cine de autor para las masas. Su fórmula secreta.

Aludió también a su labor de conciliación, a su capacidad para lo colectivo al frente de la Academia de Cine.“Suficiente ver la cantidad de técnicos, actores e incluso productores que están hoy en la sala para comprender que se le quiere y se le respeta”, terminó diciendo la ministra.

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