Imágenes para la creencia
Andrés Merino Thomas
Un vocacional profesor de historia del arte me contó recientemente una anécdota sobre el nivel de formación con el que se llega hoy a la universidad. Ante una diapositiva con un cuadro de la Transverberación de Santa Teresa, uno de sus alumnos identificó la escena como “misionera atacada por los indios”. Desgraciadamente, la mayoría de los asistentes no pareció reparar en el disparate ni identificar la representación de la experiencia mística de la Santa de Ávila. Tras explicar detalles como el dardo, representación del amor divino, el hábito de las carmelitas, la presencia de ángeles junto a la religiosa y otros elementos del lienzo, el docente insistió por enésima vez en la importancia de la religión en su más amplio sentido para comprender la evolución del arte en la historia de Occidente. Buen instrumento para quien desee acercarse a las claves de la representación estética de las creencias que han nutrido la civilización europea es el libro“Iconografía del Cristianismo”, de Luis Monreal y Tejada, editado por Acantilado, una amplia y ordenada guía para desenvolverse con soltura en el plano de la representación por medio de la imagen de las creencias.
Naturalmente, el libro de Monreal no se refiere sólo al interior de los templos. Su metodología sirve para ser aplicada en piezas presentes mucho más allá del innumerable legado conservado en iglesias, monasterios y colecciones de temática espiritual. Al llegar a elementos presentes hasta en fachadas de calles, el interior de hogares e incluso en objetos de devoción personal, nos hallamos ante un volumen que contribuye a acercar al lector la relación profunda entre realidad y símbolo. Es éste quizá el principal éxito de un prontuario bien organizado, que dedica, tras una lógica introducción al tema que podríamos denominar de carácter “filosófico”, un capítulo a la imagen de Dios en el arte a través de las tres Personas de la Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, al que siguen dos a los relatos bíblicos del Antiguo y Nuevo Testamento.
La mayor parte de la obra y quizá la que mayor novedad puede proporcionar al lector es la dedicada a la representación iconográfica de los santos, a la que se añade un último capítulo destinado a atributos, temas y símbolos tradicionalmente vinculados a ellos y, lógicamente, a pasajes de la Historia Sagrada. Su lectura muestra una riqueza y variedad de asociaciones iconográficas tan inmensa que la materia parece agotada, con lo que la sensación, al finalizar la lectura del volumen, es que la próxima visita a cualquier catedral española no puede realizarse sin llevarlo a mano.
“Iconografía del Cristianismo”
Luis Monreal y Tejada
Barcelona, Acantilado, 558 pág.
ISBN: 84–95359–28–6