Los secretos guardados en un pequeño cofre el 11 de diciembre de 1834 bajo la escultura de Cervantes en la plaza de las Cortes de Madrid

Hasta el 15 de septiembre, «La cápsula del tiempo. Del Absolutismo al Liberalismo», en la Real Casa de Correos

Un legado de 1834

El 15 de diciembre de 2009 los arqueólogos extrajeron del pedestal de la estatua de Cervantes una caja de plomo, herméticamente sellada, descubierta durante las obras de remodelación de la Plaza de las Cortes de Madrid. La cápsula se depositó en el Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid (MAR) donde fue abierta. El cofre había sido depositado 175 años antes, el 11 de diciembre de 1834, repleto de objetos que darían a conocer la España de la época a quien pudiera abrirla en el futuro.

Ahora La cápsula del tiempo. Del Absolutismo al Liberalismo en los cimientos de Cervantes, exposición coordinada científicamente por Alfonso Bullón de Mendoza, reconocido especialista en el periodo, pretende explicar al visitante el contexto de la creación de la cápsula, tanto en lo que se refiere a la vida cotidiana como a los avatares políticos y militares del momento. Para ello, junto a los objetos originales, en la exposición se han utilizado las más modernas tecnologías, para conseguir una visión lo más cercana posible: proyecciones 3D, realidad aumentada 3D, proyección sobre objetos -mapeado-, interactividad, altavoces direccionales por ultrasonido, etc.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, acompañada por el vicepresidente y consejero de Cultura y Deporte, Ignacio González, ha inaugurado la exposición La cápsula del tiempo. Del Absolutismo al Liberalismo en los cimientos de Cervantes, en la Real Casa de Correos. La muestra, organizada por el Gobierno regional, podrá ser visitada hasta el 15 de septiembre, para que todos los madrileños puedan conocer de cerca el contenido de la cápsula del tiempo de 1834, encontrada en diciembre de 2009 bajo la base original de la estatua de Cervantes en la Plaza de las Cortes.

Durante el acto, Aguirre animó todos los madrileños, y a todos los que visitan nuestra región, a que se acerquen a esta exposición, para, entre otras cosas, “conocer mejor cómo se gestaron las libertades que hoy disfrutamos, quiénes fueron sus esforzados defensores y por qué no deben abandonar nunca el atractivo y exigente camino de proteger el régimen constitucional”.

Esta exposición, se enmarca en las acciones de difusión del patrimonio histórico que el Gobierno regional está desarrollando en 2010 para celebrar los 25 años transcurridos desde que la Comunidad Autónoma asumió las competencias en esta área, y que comenzaron en el mes de enero con la presentación del libro ilustrado Madrid antes del hombre. A lo largo de este tiempo, el Ejecutivo regional ha venido desarrollando una importante labor de conservación, restauración y difusión del legado histórico madrileño.

Descubriendo el Madrid de principios de los años 30

La exposición comprende 43 piezas originales y más de 300 digitalizadas, distribuidas en siete estancias perfectamente diferenciadas. Antes de introducirse en ellas, en la entrada, los visitantes recibirán un folleto informativo sobre la muestra, en español e inglés, así como unas gafas polarizadas para ver las distintas piezas presentadas en 3D. Allí mismo también podrán contemplar una serie de fotografías que recogen algunos momentos de la excavación que permitió encontrar la cápsula. En la primera estancia de la muestra, bajo el epígrafe ‘La cápsula del tiempo’, hay un retrato original del autor de la estatua de Cervantes, Antonio Solá, pintado por Juan Antonio Ribera (1779-1860). También se podrá contemplar el recipiente original de la cápsula y 41 de las piezas que se encontraron en el interior de la misma. La sala se complementa con proyecciones que muestran los trabajos de excavación, de la apertura de la cápsula y de la restauración de los objetos. Una segunda estancia, denominada ‘La vida cotidiana’, muestra a los visitantes cómo era el Madrid de los años finales del reinado de Fernando VII e iniciales del de Isabel II, y va seguida de una tercera sección de la muestra, ‘El fin del Absolutismo’, en la que los visitantes recorrerán las fechas más significativas, en el ámbito político, entre diciembre de 1829 y septiembre de 1833: boda de Fernando VII con María Cristina de Nápoles, el cambio de la ley de Sucesión al Trono, el nacimiento de Isabel II, la intentona liberal de Torrijos y fusilamiento de los implicados, los sucesos de la Granja, etc. Los tres siguientes apartados de la exposición recogen: el desarrollo de la primera Guerra Carlista; la financiación del sistema de Gobierno de los carlistas y las publicaciones de la época (el Boletín del Ejército del Rey Don Carlos 5º en Navarra, la Gaceta Oficial, El Joven Observador, El Restaurador Catalán, La Cabra facciosa, etc.); y la firma del Convenio de Vergara, así como los hechos posteriores que ponen fin a la primera Guerra Carlista, concluyendo con el proceso de implantación del Liberalismo en la España de Isabel II.

El contenido de la cápsula del tiempo
La caja supone un reflejo del momento histórico que en 1834 vivía España y un alegato en defensa del liberalismo como ruptura del antiguo régimen. Así lo ha demostrado el análisis de los documentos, medallas y monedas halladas en el cofre.

Por ejemplo, sendos ejemplar de la Gaceta de Madrid recogen las disposiciones testamentarias del Rey Fernando VII, la sucesión de Isabel II y la designación de Cristina como regente, así como la legislación que excluía a Carlos María Isidro de la sucesión al trono confinándolo al exilio. Además, los conservadores encontraron en su interior un ejemplar del discurso pronunciado por María Cristina el 24 de julio de 1834, en la apertura solemne de las Cortes Generales previas a su proclamación como regente.

A esto se une un ejemplar del Estatuto Real para la convocatoria de las Cortes del Reino de 1834 y un libro titulado Vida del General Mina, que se ha podido constatar que recoge la autobiografía de Francisco Espoz y Mina, el más importante general del momento que personificaba la defensa militar del liberalismo frente a los carlistas.

Medallas y láminas con retratos
Por su parte, las medallas encontradas arrojan una interesante secuencia de momentos clave para el liberalismo: en una de las piezas, fechada en 1814, y que parece ser una aleación en base de cobre, se distingue el oso y el madroño y leyendas que aluden a la vuelta de las Cortes desde Cádiz a Madrid; otra se refiere al trienio liberal y está fechada en 1820; otro juego de cuatro medallas (una de oro y tres de plata) celebran la proclamación de Isabel II como reina en 1833; y a ella se suma una medalla editada en París dedicada a Cervantes. Respecto a las monedas, se han identificado dos piezas de la primera emisión de Isabel II en 1834 acuñadas en la Real Casa de la Moneda de Madrid.

A este legado se suman varias láminas del año 1831 que contienen los retratos de Isabel II de niña; una copia del Diario de Avisos de Madrid del 11 de diciembre de 1834; una edición de El Quijote de 1819, de la Imprenta Real y la Real Academia, uno de cuyos tomos se refiere a la vida de Cervantes; así como una edición de esta obra, fechada en 1832, en dos tomos impresos en París.

El 15 de diciembre de 2009 se extraía del pedestal de la estatua de Cervantes una caja metálica descubierta durante las obras de remodelación de la plaza de las Cortes. Ciento setenta y cinco años antes, el 11 de diciembre de 1834, se habían depositado en su interior numerosos objetos con el propósito de dar a conocer a quien pudiera abrirla como era la España de la época.

La España de 1834 era especialmente turbulenta. Muchas cosas habían cambiado en muy poco tiempo, y muchas otras no tardarían en cambiar. En 1833, a la muerte de Fernando VII, monarca que había encargado la estatua de Cervantes, había comenzado una cruenta guerra civil entre los partidarios de su hija, Isabel II, y los de su hermano, el infante Don Carlos. La necesidad de buscar apoyos para la Reina niña había llevado a una rápida evolución de la monarquía, absoluta en 1833, y limitada por el Estatuto Real cuando aún no había transcurrido un año desde la muerte del Monarca.

Los liberales exiliados en 1823 habrían regresado a la Península para luchar a favor de la Reina, y uno de ellos, Espoz y Mina, acababa de hacerse cargo del mando del ejército del Norte. Otros, insatisfechos con la moderada política de reformas de los primeros gobiernos isabelinos, conspiraban para restablecer la Constitución de 1812, protagonizando diversas asonadas que no tardarían en conseguir la implantación del liberalismo en España.

El deseo de dar a conocer esta compleja realidad explica la riqueza de contenidos de la cápsula del tiempo, donde además de fondos netamente cervantinos encontramos monedas, medallas conmemorativas, grabados, libros, periódicos, folletos políticos e históricos…, e incluso un breve manuscrito en que se narra la historia de España desde 1808 hasta 1834.

MUSEOGRAFÍA
Desde el punto de vista expositivo, el guión y el diseño buscan explicar al visitante el contexto de los materiales encontrados en la cápsula, la vida cotidiana en la época y los avatares políticos y militares del momento.

Se ha optado por un relato riguroso pero con una gran dosis de amenidad (atractiva/tecnológica/participativa). Por eso, junto a los objetos originales, en la exposición se han utilizado las más modernas tecnologías (proyecciones 3D, realidad aumentada 3D, proyección sobre objetos -mapeado-, interactividad, altavoces direccionales por ultrasonido…) para conseguir una visión lo más cercana posible de la historia y las formas de vida de los españoles de entonces.

UN RECORRIDO POR LA EXPOSICIÓN
La exposición se articua en siete apartados, a la entrada, el visitante recibe un folleto informativo bilingüe y unas gafas polarizadas para ver las distintas piezas en 3D (estereoscópico) presentadas a lo largo de la exposición. A continuación, se pasa frente a un muro en el que una serie de fotografías retroiluminadas muestras algunos momentos de la excavación que permitió encontrar la cápsula. Así como el folleto, la gráfica de la exposición es biilingüe (castellano-ingles).

1.- LA CÁPSULA DEL TIEMPO
En la primera sala, se muestran las piezas que se encontraron dentro de la cápsula, pero, antes, en la entrada, puede verse un retrato del autor de la estatua de Cervantes, Antonio Solá, pintado por Juan Antonio Ribera (1779-1860). Detrás de este cuadro, en una vitrina, se expone la cápsula original y sobre ella, una pantalla táctil de 19″ presenta la imagen 360º (VR) de la estatua de Cervantes que puede ser manipulado por el visitante.
El conjunto de la sala tiene un gran impacto visual, en ella, las piezas en vitrinas se complementan con una proyección (retro) de 6 x 3,80 metros, que ocupa una pared entera y en la que se muestran imágenes de los trabajos de excavación, apertura de la cápsula, restauración de las piezas…
La exposición se completa con pantallas táctiles de 19″ para la presentación de las páginas de uno de los manuscritos y las fotos ampliadas y ficha de las medallas y monedas.

2.- LA VIDA COTIDIANA
En este espacio se muestra al visitante como era el Madrid de los años finales del reinado de Fernando VII. El recurso utilizado es un interactivo en 3D (estereoscópico).
En el centro de la sala se presenta la foto cenital de la maqueta de León Gil de Palacio, una serie de puntos indican las zonas activas de la imagen. Al poner el visitante la mano sobre esos puntos se ponen en marcha diferentes piezas audiovisuales en torno al tema de Madrid en 1830 y la vida cotidiana: los palacios, la iluminación con farolas y lámparas de aceite, los viejos caserones…

3.- EL FIN DEL ABSOLUTISMO
Aquí el visitante puede hacer un recorrido a través de las fechas más significativas entre diciembre de 1829 y septiembre de 1833: la boda de Fernando VII con María Cristina de Nápoles, la Pragmática Sanción que cambia el orden de sucesión a la Corona, el nacimiento de Isabel II, la intentona liberal de Torrijos y fusilamiento de los implicados, los sucesos de la Granja, la depuración de los militares carlistas o la jura de Isabel II como heredera del Trono.
Esta información aparece en un módulo interactivo que permite mover una pantalla en cualquier dirección (pantógrafo), posicionándose sobre una fecha, se activa el relato y las imágenes en torno a esa fecha.
El espacio se completa con una instalación de «realidad aumentada» en 3D, un sistema que permite al visitante manipular, mediante un patrón, armas y uniformes de los ejércitos.

4.- LA PRIMERA GUERRA CARLISTA
En esta sala se cuenta el desarrollo de la guerra mediante una proyección sobre objetos (mapeado). El exterior de un arco, dos siluetas de soldados y el interior del arco, crean un espacio a diferentes niveles en los que las imágenes se adaptan a las formas de la escenografía.

5.- EL ESTADO CARLISTA
Este «capítulo» se aborda desde dos ópticas, la financiación del sistema de Gobierno de los carlistas y las publicaciones y literatura de la época.
El recurso expositivo para explicar la financiación es una mgran retroproyección dividida en seis segmentos verticales que presentan las imágenes alusivas a la misma.
Para las publicaciones, se ha previsto la instalación de diversos puestos interactivos dotados de pantallas táctiles de 19″ que permiten al visitante ver reproducciones de ejemplares significativos de la época: el Boletín del Ejército del Rey Don Carlos 5º en Navarra, la Gaceta Oficial, el Boletín del Cuartel Real, El Joven Observador, El Restaurador Catalán, La Cabra facciosa, el Boletín del Real Ejército del  eino  de Aragón…o la Supuesta Gaceta de Oñate.

6.- EL FINAL DE LA PRIMERA GUERRA CARLISTA
La firma del Convenio de Vergara y los hechos posteriores ponen fin a la primera guerra carlista, que se muestra en una reconstrucción 3D (estereoscópica) y una proyección sobre gasa, generando así un espacio de gran profundidad y volumen de las imágenes.

7.- LA IMPLANTACIÓN DEL LIBERALISMO EN ESPAÑA
La muerte de Fernando VII, y la guerra civil entre los partidarios de Isabel II y don Carlos, daba a los liberales posibilidades de volver a hacerse con el poder. Lo que sucedió en esos momentos se cuenta en un muro de 8 metros de largo que alterna los textos de la historia con pantallas que muestran las imágenes asociadas a esos textos.
En este apartado también se muestran algunas publicaciones de la época en puestos interactivos dotados de pantallas táctiles de 19″: El Español. El Eco del Comercio, Diario de Madrid, El duende, El Liberal… Y, el relato de la época que «cuentan» las piezas de la cápsula del tiempo acaba con la Constitución de 1837, un espacio con una proyección cenital sobre un libro ficticio.
Unos sensores permiten al visitante «pasar» las páginas. El espacio se completa con una serie de cajas de luz-cuadros con los retratos de los personajes. Un sensor activa el relato (audio) cuando el visitante se acerca al libro.

Datos de interés:

Real Casa de Correos.
Puerta del Sol,nº 7.  Madrid
Entrada por la calle Correo
Horario 27 de julio al 15 de septiembre de 2010
Todos los días de 10 a 20h.
Entrada graturita

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