El mundo del cine español está conmocionado por la decisión de Bruselas de paralizar las subvenciones a los rodajes. Grandes productores de un lado y los pequeños y medianos, de otro, se enfrentan en esta batalla. La ministra Ángeles González-Sinde tiene las manos atadas hasta que Bruselas se pronuncie. Mientras, los productores afectados preguntan alarmados «qué hay de lo mío», ante la perspectiva de un retaso de varios meses, en el mejor de los casos, para recibir las subvenciones ligadas a los rodajes, algunos de ellos ya en marcha.

Este es el comunicado del colectivo «Cineastas contra la orden», en el que quitan hierro al asunto y cargan contra el ministerio y el Gobierno por haberse precepitado en la aprobación de la ley del cine.

1) Aclaramos que nosotros no hemos presentado ninguna «denuncia» ante Bruselas. No tenemos potestad para ello. Simplemente hemos dirigido una carta informativa poniendo de manifiesto los puntos de la Orden que en nuestra opinión vulneran los principios de diversidad y de excepción cultural. Dudamos muchísimo que un simple escrito de esta naturaleza provoque, por sí solo, la negación del procedimiento de urgencia solicitado por el Ministerio.

2) En todo caso afirmamos nuestro derecho democrático a plantear ante cualquier organismo competente nuestras objeciones, una vez que el Ministerio se ha negado sistemáticamente a considerarlas, y en el convencimiento de que la Orden Ministerial es profundamente dañina no sólo para los miembros de este Colectivo, sino para gran parte del cine español.

3) Como profesionales del cine español, estamos tan preocupados como el que más ante la situación creada de bloqueo de las ayudas ministeriales para el próximo año. Sin embargo rechazamos tajantemente nuestra responsabilidad en esa situación, que debe atribuirse en exclusiva a la decisión precipitada y temeraria del Ministerio de Cultura de publicar en el BOE una Orden Ministerial sin contar con el visto bueno de Bruselas, lo que ha provocado la derogación automática de la normativa anterior y ha creado una situación, indeseada por todos, de vacío legal.

Este grupo de directores y productores se sienten discrimiandso por la política de subvenciones al cine aprobado por el el Minsterio de Cultura y han elevado su queja, en forma de consulta, a la Comisaria de la Competencia en Bruselas, que debe aprobar la norma de la que es responsable el Director general del Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales (ICAA), Ignasi Guardans. Ahora se abre un paréntisis en el que el Gobierno español deberá aportar mayor información a las autoridades de la Unión Europea, pasando el procedimiento de «abreviado» a «normal». Mientras, las ayudas a las producciones cinematográficas quedan congeladas y pendientes de que Bruselas emita la última palabra.

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1 COMENTARIO

  1. mientras cada uno o cada colectivo, no se pague sus gustos, aficiones o sus aventuras empresariales, y como nos estamos acostumbrando, todo se suvbencione por el resto de ciudadanos, la economia particular, o de las diferentes administraciones NO ES VIABLE. en este país almenos, hay una serie de «lactantes» que viven prácticamente del cuento, incluidos bastantes de las ONG que en una gran mayoría solo sirven para dar de comer a una serie de sus promotores, teniendo bastante duda sobre la efectividad de sus beneficios reales. toda la culpa es del gobierno de turno, y de la sociedad actual, que basa su bienestar general en un gasto desaforado, que pagamos todos, pero del que se benefician bastantes más de los que no. hay que dejar de subvencionar sindicatos, asociaciones y a los propios políticos con sus prebendas. que cada cual se pague lo suyo, y si no puede pues que se aguante como nos hemos aguantado siempre si que se nos note.

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