* Los documentos sobre la labor de dicho Comité para salvaguardar las obras de arte españolas durante la Guerra Civil, se encuentran en la Biblioteca de Naciones Unidas de Ginebra

El Ministerio de Cultura, a través de la Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas, y la Biblioteca de la Oficina de Naciones Unidas en Ginebra han suscrito un acuerdo para la digitalización del fondo documental del Comité Internacional para el Salvamento de los Tesoros Españoles.

La Biblioteca conserva importantes documentos de dicho Comité Internacional, constituido por los directores de los principales museos europeos, que hizo posible la salida de España de obras de arte del Museo del Prado, la Real Academia de San Fernando, el Palacio Real, etc….durante la Guerra Civil para evitar que sufrieran daños

Una de las copias que digitalizará el Ministerio en la propia sede de la Biblioteca, irá al Centro Documental de la Memoria Histórica (CDMH) en Salamanca, y otra se quedará a la Biblioteca de las Naciones Unidas.

Con este acuerdo, el Ministerio de Cultura, sigue impulsando las tareas de adquisición de nuevos fondos originales y reproducciones digitales, tanto del ámbito nacional como internacional, con destino al CDMH. En esta línea se han suscrito convenios con instituciones como el Comité Internacional de la Cruz Roja, el Centre d’ Etudes et de Documentation Guerre et Sociétés Contemporaines de Bruselas (CEGES) o el Amsab– Instituto d’Histoire Sociale de Gante.

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1 COMENTARIO

  1. Muchas gracias estimados colegas por haceros eco de estas Iniciativas de Conservación de la Memoria Cultural Histórica y Ciudadana de los trabajos y gestiones del Comité Internacional para el Salvamento de los Tesoros Españoles.

    En Historia del Arte en la Universidad Complutense (creo pertenecer a la tercera promoción) en los años 73 a 75 se nos hablaba de Arquitectura Racionalista en la República (Sambricio), Vanguardias (Marchan), etc. Pero no se hablaba en aquellas fechas (no sé luego) de la labor de La Republica por salvar las Obras de Arte de a barbarie bélica(el envío a Suiza del que se ha hablado tanto) o de la Junta de Salvamento de la que se ha publicado poco y sobre la que recae un oprobioso silencio ya que parece que el fruto de sus desvelos fueron pasto y botín de los vencedores- para variar- y del silencio cómplice o temeroso hasta hoy de lo acaecido y descubierto por historiadores y autoridades.
    Mucho me gustaría saber si se han emprendido sesudas y valientes tesis doctorales sobre este tema.

    Ahora estos Documentos que esperamos se publiquen en Papel y Web pondrán las cosas en su justo lugar: siempre, antes y ahora, hay, hubo y habrá, españolitos desvelados por conservar el patrimonio contra viento y marea.Esto es lo que me enseñaron desde la infancia mi padre, Diego Morillo Abril, culto y cívico Ingeniero Agrónomo, apasionado de la historia del Arte, y su íntimo amigo Rafael de Unamuno, así como mi madre María Rocha Martínez, Química igualmente apasionada de la Historia del Arte, cuyo tío el Pediatra Aragonés Aurelio Romeo Lozano fue Presidente de la Cruz Roja en la República que imagino colaboró activamente en la tarea, y cuyos descendientes como tantos españoles eximios viven en México a donde llegaron acogidos al final de la contienda por la meritoria actitud de este País y su nunca suficientemente loado Presidente Cárdenas.

    Aprovecho para protestar de nuevo por la oprobiosa decisión de mantener el Archivo de Salamanca (que tan penosa y parcialmente funcionó durante años) en “el lugar de la vergüenza” como algunos colegas llaman a esta nota sede del Alzamiento contra la República mediante sangriento golpe de estado militar que desencadenó una infame guerra. No contentos con esa penosa demagogia cultural en la que tan activos fueron los descendientes de los líderes locales de la Ceda (naturales o postizos).
    En vez de reorganizar toda la documentación dispersa en un Museo y Centro de Documentación y Estudios en Madrid (central y equidistante, además de institucional e históricamente legítimo) se crea un deslocalizado Centro Documental de la Memoria Histórica (CDMH) en Salamanca.
    Magnifica ceremonia de la confusión no fuera a ser que racionalizando lograramos hacer un centro de referencia nacional e internacional que facilite de una vez por todas estos estudios de memoria (que ya es hora!)

    Digitalizar y hacer accesibles en red nuestros archivos históricos (y no depositados en archivos obscuros de lejanas provincias de frontera) parece una modernidad demócrata y de intelecto.

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