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Los “Mundos del Islam” llegan a CaixaForum.

La Obra social “La Caixa” en colaboración con el Aga Khan Trust for Culture, han presentado la exposición “Los Mundos del Islam en la colección del museo Aga Khan”, con la presencia de su Majestad el Rey y su Alteza Real el príncipe Aga Khan. La muestra pretende, según palabras de Luis Monreal (presidente del Aga Khan Trust for Culture), “dar a conocer aún más si cabe la cultura islámica universal, con un esfuerzo especial por referirse a las huellas del Islam en España” y a su vez cuestionar los tópicos actuales sobre la polaridad entre Oriente y Occidente, y acercar puntos de vista sobre la cultura musulmana, parte integral de la herencia histórica española.

Todas las obras expuestas proceden del Aga Khan Trust for Culture, institución creada por el Aga Khan con el fin de promover programas de acción social y desarrollo en pro de la cultura islámica, entre los que destacan la restauración completa de ciudades históricas del Islam y por supuesto el incremento constante de su magnífica colección de arte islámico, una de las más importantes del mundo (con más de un millar de piezas), de la que esta exposición forma parte y que pronto inaugurará un museo en Toronto en el que se albergara la colección de manera permanente. Tras su paso por Italia, Inglaterra y España, en la que se ha reorganizado el discurso expositivo ya que aquí hemos tenido una cultura musulmana propia, se podrá visitar en Alemania.

La exposición esta formada por 190 piezas de arte islámico que abarcan catorce siglos de historia cubriendo un ámbito geográfico que va desde la península ibérica hasta el lejano oriente y pone de manifiesto el pluralismo del Islam tanto en las interpretaciones de la fe coránica como en la variedad de estilos, materiales y técnicas que forman sus expresiones artísticas. De este modo en la muestra quedan representadas  la práctica totalidad de las dinastías históricas del mundo musulmán y sus mejores logros artísticos.
Además de los objetos artísticos mostrados, la exposición nos ofrece la posibilidad de contemplar un grupo de manuscritos y miniaturas con representaciones figurativas que se  hallan entre las mejores realizaciones no únicamente del ámbito islámico, si no del arte universal y con las que se rebate el tópico de que el arte islámico es aniconico, ya que aunque si es cierto que en el ámbito religioso no usaban motivos animales o humanos, en el ámbito civil, estos motivos si fueron representados a veces incluso con profusión.

El resto de obras expuestas se distribuyen a lo largo de tres grandes secciones:
La parte central se ha denominado “La fe coránica”, ya que el Corán fue fuente de inspiración de artistas, artesanos y arquitectos y además el hecho de que la copia de versículos del Corán fuese considerada una práctica devota ocasionó su profusa presencia en toda clase de superficies y objetos. Por ello en este área podremos apreciar piezas de porcelana, madera, oro, etc., en las que se inscriben versos del texto y también una esplendida colección de coranes, desde folios escritos en oro del siglo X procedentes del norte de África hasta un corán indonesio del siglo XIX. Además este apartado da especial atención a la peregrinación, como parte fundamental de la fe islámica, y presenta, en un módulo expositivo en la parte central a modo de Kaaba, distintas manifestaciones de arte devoto de muy variada índole, según el país y el momento de su producción, que plasman el deseo de los peregrinos de demostrar que habían cumplido con el precepto de ir a la Meca. Quizás la pieza más sorprendente de este apartado sea un corán completo escrito en miniatura en un solo lienzo de tela.

Las otras dos partes de la muestra proponen un recorrido cultural por las distintas cortes islámicas, siendo el primer apartado “De Córdoba a Damasco”, ya que era el vértice de la civilización humana gracias al cual los nuevos conocimientos de oriente llegaban a occidente y los estilos artísticos de bizancio y de la antigua Persia calaban en el resto de culturas. En esta sección podremos disfrutar de piezas tan curiosas como un manuscrito de las mil y una noches o un astrolabio realizado en Toledo y que refleja la convivencia de las tres culturas, islámica, hebrea y cristiana, ya que en él apreciamos inscripciones en los tres idiomas.

Tras este paso por Al Andalus, la exposición nos muestra algunos ejemplos de arte islámico como tejidos preciosos del siglo X, objetos labrados en cristal de roca o joyas de filigrana y esmalte provenientes de Egipto y Siria, donde los fatimíes lograron su periodo de mayor apogeo, de hecho fue la única vez en la historia que el Aga Khan, como cabeza de los ismailíes, tuvo un estado propio antes de caer en manos de Saladino.

Tras la muerte de Saladino los mamelucos rigieron el imperio islámico sin perder el contacto con el mundo occidental, prueba de ello son los albarelos o botes de farmacia que los islámicos fabricaban para el mundo occidental (ya que la iconografía en estos recipientes era la flor de lis u otros símbolos occidentales), los cuales  podemos apreciar en este apartado de la exposición. La última parte del recorrido de “Córdoba a Damasco” hace especial hincapié en el imperio otomano mostrando piezas tan emblemáticas como las cerámicas de Iznik.

La exposición concluye con el área titulada “De Bagdad a Delhi” donde se muestra la influencia islámica en los territorios de la antigua Mesopotamia donde se retroalimentó de las corrientes artísticas persas y su dominio de Irán y Asia Central donde recogieron toda la tradición de la artesanía del vidrio y del metal y donde el ya próximo contacto con china dejo una calada huella en su arte. En esta parte de la muestra podremos apreciar un vestido túnica del siglo XIII-XIV encontrado en una necrópolis del desierto del Gobi, perfectamente conservado, y en el que ya se reflejan la mezcla de estilos entre China y el Islam, puesto que la prenda  podría ser de cualquiera de las dos culturas y nos recuerda muchos a los batines chinos.

Por último la exposición llega a la India y los mogules donde apreciamos la influencia del arte islámico en el arte hindú y viceversa, al igual que paso con el arte mudéjar en España en el que los islámicos adaptaron los estilos precedentes creando uno nuevo, durante los siglo XVI, XVII y XVIII el arte islámico en la India se mezclará con el arte local creando un estilo propio y dejando huella en el arte hindú al que influyó enormemente.

La exposición consigue acercarnos no solo al arte sino al mundo islámico en general de una manera cercana y ver reflejada nuestra propia cultura en el Islam y en sus maravillosos tesoros artísticos que gracias la Aga Khan Trust of Culture podremos disfrutar por primera vez en nuestro país.

Marta de Orbe

“Los mundos del Islam en la colección del museo Aga Khan”
CaixaForum Madrid
Del 4 de junio al 6 de septiembre.
Entrada gratuita.

El Aga Khan, imán de los ismaelitas

Su Alteza el Aga Khan es el cuadragésimo noveno imán hereditario de los musulmanes ismailíes chiítas y descendiente directo del Profeta Mahoma. Lo que quiere decir que es el líder espiritual de más de 25 millones de personas. El Aga Khan nació en 1936 en Suiza, aunque pasó su primera infancia en Nairobi,  ciudad que abandonó para continuar sus estudios primero en Suiza y luego en Harvard, donde se licenció en Historia Islámica. Tras sus estudios, en 1957, sucedió a su abuelo con tan solo veinte años.

Actualmente el Aga Khan lidera una comunidad con presencia en 25 países y con más de 14 siglos de historia. Bajo la guía de los imanes los ismailíes han contribuido enormemente al progreso de la civilización islámica. Ya bajo el patrocinio de los primeros imanes ismailíes florecieron renombrados filósofos, matemáticos y científicos y han sido los fundadores de la Universidad Al-Azhar y la academia de ciencias de Dar al-Ilm en el Cairo, con lo que demuestran que su legado en pro de la cultura islámica sigue activo.

El Aga Khan, en su calidad de imán, no solo es responsable de interpretar la fe sino también del bienestar de la comunidad ismailí. Esto ha motivado la gran participación de Su Alteza en temas de desarrollo, realizando programas sociales desde su “Red de Desarrollo Aga Khan”, que es una agencia de desarrollo privada y no confesional de ámbito internacional y abarca la ayuda humanitaria, el desarrollo rural, la restauración cultural, la educación infantil o proyectos de infraestructuras a gran escala actuando en mas de 30 países.