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Cine mudo en la Biblioteca Nacional para homenajear a Ruperto Chapí

“El cine nació mudo y sin llanto, para adquirir luego verbo y drama. Si nos remontamos a la prehistoria del cine, no encontramos vagidos ni estertores, porque el nuevo espectáculo advino como un juego de magia, pleno de encanto, alegría y sorpresa”.  Es precisamente en esos comienzos del cine que evoca Fernando Méndez Leite (1905-1986) en su ya clásica Historia del Cine español, cuando surge en nuestro país un subgénero tan autóctono como paradójico en aquel momento: las adaptaciones mudas de zarzuelas.

Ya cultivadas desde 1910 por Chomón, el patriarca de nuestro cinematógrafo, proliferaron en la producción madrileña de los años 20, con títulos como Carceleras (1922), La Reina Mora (1922) y Doloretes (1923) o La Verbena de la Paloma (1923), todas ellas firmadas por otro de nuestros pioneros, José Buchs. O Gigantes y cabezudos, La Chavala y Los chicos de la escuela, etc., dirigidas por Florián Rey quien a la sazón había abandonado una prometedora carrera como galán para debutar tras las cámaras con la adaptación de La Revoltosa de 1924, objeto de esta actividad. Se iniciaban así la filmografía de ese “Lubitsch con cachirulo” que fue Florián Rey y la de Goya Films, la compañía que creó junto con Juan de Orduña, el protagonista de esta Revoltosa que en 1969 dirigiría una nueva versión para TVE.

Esta primera adaptación cinematográfica de la célebre zarzuela de Chapí pertenece a una serie de películas de bajo coste en que los más variopintos recursos solventaban las estrecheces económicas: actores no remunerados, adaptación de obras literarias de parientes, realización de positivados y revelados en los propios estudios de rodaje, etc. El film, con una estética que se ha calificado de neorrealista, se resuelve con frescura y agilidad en las ambientaciones del Madrid más castizo. La restauración musicada que se proyecta, realizada por la Filmoteca Nacional bajo la dirección de Luciano Berriatúa, fue el primer trabajo de The Silent Band, grupo creado por Javier Pérez de Azpeitia para poner música a películas mudas.

Su presentación corre a cargo de Luciano Berriatúa, director de cine, documentalista e historiador que simultánea las restauraciones de zarzuelas mudas para Filmoteca Española con las de las películas de F. W. Murnau para la Fundación Murnau de Wiesbaden. Luciano Berriatúa es además bisnieto del Luciano Berriatúa, que hacia 1900 se embarcara junto con Ruperto Chapí en la empresa de dotar de un escenario –el Teatro Lírico– al largamente acariciado proyecto fundacional de la ópera nacional. En el año del centenario de la muerte de Chapí y en plenas fiestas de San Isidro, la Biblioteca Nacional completa con la proyección de este film de chulapos, verbena y organillo el homenaje tributado al maestro de Villena en la Sala de las Musas, con la muestra: Del género chico a la ópera: Ruperto Chapí (3 de febrero-31 de mayo de 2009).

Ficha técnica: La Revoltosa
Año: 1924
A partir de la zarzuela homónima de López Silva, Carlos Fernández Shaw y el maestro Ruperto Chapí
Compañía Productora: Goya Film
Reparto: Juan de Orduña, Josefina Tapias, José Moncayo, Sra. Delgado, Ceferino Barrajón, Antonio Mata, Alfredo Hurtado «Pitusín»
Dirección: Florián Rey (Antonio Martínez del Castillo)
Productor: Juan Figuera y Vargas
Fotografía: Luis R. Alonso
Nacionalidad: España
Fecha de Estreno: 13-02-1925
Música de Ruperto Chapí adaptada en 1997 por Luciano Berriatúa y J. P. de Azpeitia.
Interpretada por The Silent Band
Dirigida por Javier Pérez de Azpeitia
María Mendizábal, soprano
Alfredo García, barítono
Duración: 57’