Niguel de MolinaLa canción y la danza españolas le deben mucho a Miguel de Molina y para saldar parte de esa deuda la Comunidad de Madrid presenta “Arte y provocación”, una exposición sobre el artista que reúne una gran cantidad de material perteneciente a la Fundación Miguel de Molina.

La muestra inaugurada el 24 de marzo y que podrá verse en Madrid hasta el 17 de mayo viajará también a ciudades como Almagro, Buenos Aires, Sevilla o Córdoba. Arte y provocación hace un recorrido por los momentos más importantes de la vida artística, social y creativa de Miguel de Molina, del que se celebró el centenario de su nacimiento el 10 de abril pasado.

Tras cinco años de cuidadosos preparativos, según nos cuenta el comisario de la exposición Manuel de Gotor,  el público que se acerque a la exposición podrá encontrar una selección de fotografías de la época divididas en la etapa española, la mejicana y la argentina, así como un gran número de fotografías que los mejores amigos de Miguel de Molina le dedicaban con frases cariñosas entre las que se encuentran nombres como Estrellita Castro, Luis Mariano, Lola Flores o Imperio Argentina.

Para hacer un repaso por su vida (1908-1993) se han expuesto unos paneles con un recorrido cronológico donde se cuenta usando las propias palabras del artista los acontecimientos de su carrera, siendo testimonio de, a menudo,  épocas difíciles, pero también de un enorme éxito profesional. “En Madrid , fui aprendiendo de los maestros del cante y el baile en el mítico Villa Rosa de la Plaza de Santa Ana”, podemos leer.

molinafoto-12Miguel de Molina debutó en el Teatro Romea de Madrid y allí fue donde se hicieron famosas sus espectaculares blusas que diseñaba y cosía él mismo. Dieciséis de ellas las podemos admirar en la exposición junto a 41 pares de botas usadas en sus actuaciones donde se aprecia a la perfección la personalidad del artista, ya que él mismo era el creador y supervisor de toda su confección. Esta muestra de vestuario es la que ocupa la mayor parte de la exposición y va acompañada de los carteles que anunciaban sus espectáculos, así como de una entrevista de 1989 realizada por Carlos Herrera en el programa “Las coplas”, que muchos recordarán, emitido por Canal Sur.

La innovación habitual de Miguel de Molina en la escenografía parece haberse trasmitido a la exposición, que a pesar de ser un espacio pequeño, recrea un ambiente íntimo invitando al espectador a “curiosear” entre las pertenencias del artista.

El lugar elegido para celebrar Arte y provocación forma parte de un conjunto de edificios de uso cultural donde se encuentra el Archivo Regional de la Comunidad de Madrid y la Biblioteca Joaquín Leguina. En concreto, la sala El Águila, llamada así por encontrarse emplazada en la antigua fábrica de cervezas El Águila, es uno de los cuatro espacios destinados a exposiciones que posee la Comunidad de Madrid, junto a la sala Canal de Isabel II, donde encontramos actualmente la exposición The missing peace; la sala Alcalá 31, en la que podemos ver una muestra de arte indio y el Centro de Arte Dos de Mayo donde encontramos a Leopold Kessler y a David Bestué y Marc Vives con Cisnes y Ratas.

miguel-de-molina-el-aguilaJunto a la exposición Arte y provocación surge “Miguel de Molina”, libro que hace las veces de catálogo y donde se podrán ver las más de 400 piezas de la exposición, pero que también pretende ampliar y difundir el legado del artista a través de otros materiales que pertenecen a su fundación. En él colaboradores, expertos y allegados describen las diferentes facetas de Molina y se incorporan además una serie de testimonios de personalidades como Gómez de la Serna, Carlos Arniches, Alberti Andrés Segovia, Miguel Ríos, Sara Montiel, Pasión Vega o Vittorio y Lucchino.

Sara García Fernández

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