Max Ernst1La Fundación Mapfre reúne, del 11 de febrero al 31 de mayo, los collages Une semaine de bonté realizados por el surrealista Max Ernst en 1933. La muestra, comisariada por Werner Spies, está acompañada de la Suite Vollard de Picasso, perteneciente a la Fundación. De este modo Mapfre expone en exclusiva dos de las grandes obras de los años treinta.

Pablo Jiménez Burillo, director general de la Fundación, y el comisario de la muestra presentaron un proyecto que, según la política expositiva de Mapfre, da una relevancia especial al papel como soporte artístico. Se establece así un diálogo personal entre dos de los artistas más importantes de las vanguardias.

“Ha sido muy interesante crear una muestra conjunta de los ciclos gráficos de estos dos genios. Las láminas de Picasso nos transportan a su aislamiento y las de Ernst nos enfrentan a la realidad que lo rodeaba. Son una auténtica confesión, una declaración ante la realidad que vivían”, analizó Spies.

Une semaine de bonté fue expuesta en primícia en Madrid en 1936, tres años después de su creación. En aquella ocasión fueron expuestos en los bajos de la Biblioteca Nacional, antigua sede del Museo Nacional de Arte Moderno. Los collages vuelven, pasados 73 años, a la capital madrileña.”No hay lugar más adecuado para exponerlas de nuevo que en Madrid, donde se vieron por primera vez los originales”, aseguró Spies.

La obra encarna la culminación de la novela collage. Compuesta por 184 collages originales, realizados durante un viaje de tres semanas a Italia, en el Palacio de Vigoleno. Hoy podemos disfrutar de una de las obras cumbres del movimiento surrealista al completo, ya que se incluyen cinco collages no expuestos por blasfemos.

Ernst definía el collage como “la explotación sistemática de la conciencia  casual, o artificialmente provocada […] que salta al producirse el acercamiento de esas realidades”. Spies mantuvo un contacto muy directo con Ernst y de sus conversaciones extrajo la motivación que empujó a la creación de esta novela collage: “Al llegar al poder Hitler, un artista debe comprometerse, al igual que Picasso lo hizo con el Guernica. El artista dispone de las posibilidades para componer su realidad política”.

max ernst5La obra se divide en varios capítulos donde se plasma la fantasía y las obsesiones del movimiento surrealista. El esquema seguido es la división en los días de la semana, que son invertidos transgrediendo el orden impuesto en un momento difícil para la historia, la subida de Hitler al poder.

La novela está compuesta de ilustraciones extraídas de las novelas folletinescas del siglo XIX para convertirlas de entretenimiento a subversión. El collage es imperceptible. “Guardaba en secreto el procedimiento artístico. Llegó a pasar como un excelente ilustrador. Buscaba la perfección, eliminar el concepto de collage y el rastro de la tijera”, analizó Spies.

El discurso de la obra está apoyado únicamente en la imagen, prescindiendo totalemente de la imagen. El género de la novela collages como género mixto fue cultivado por Ernst desde La Femme 100 tètes (1919) y Réve d’une petite fille qui voulut entre au Carmel (1930), aunque en éstas sí existía texto.

El discurso de imágenes y del collage se convierte para los surrealistas en la técnica perfecta de su movimiento por la libre asociación de imágenes, los elementos oníricos y el automatismo. Ernst creó un universo particular, referente e influencia tanto para sus contemporáneos como para artistas actuales como Cindy Sherman, Julie Nord o incluso el cineasta David Lynch.

max ernst6Las láminas son homogéneas y el artista lo consigue reduciendo los materiales para facilitar esta homogeneidad. Para Spies “el contenido de la obra plantea preguntas que ponen en tela de juicio la realidad establecida”.

Spies resume así los planteamientos de Ernst, “sólo existe la certeza de que no vale la falsa esperanza de que todo se arregla fácil sino que, como en la novela, todo se hunde en un gran diluvio”. El resultado es un imaginario inquietante y enigmático que denuncia el poder cruel de la autoridad establecida y los estamentos que la encarnan.

Beatriz García Moreno

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