florida-blanca-goyaReal Academia de Bellas Artes de San Fernando

Del 22 de diciembre al 22 de febrero

La exposición conmemora el bicentenario de la muerte del político murciano

“Floridablanca, la utopía reformadora” recupera a uno de los personajes más importantes y decisivos de la historia de España en la configuración del estado moderno constitucional. José Moñino y Redondo, Conde de Floridablanca, llegó a ser Primer Secretario de Estado en los reinados de Carlos III y Carlos IV, durante 16 años. Un hombre clave de la Ilustración del XVIII y del que, este año, se cumple el bicentenario de su fallecimiento en Sevilla.

La muestra, procedente de Murcia, está organizada por la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, a través de su consejería de Cultura y Turismo; el Ayuntamiento de Murcia; la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC), bajo la coordinación del Ministerio de Cultura; la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y la Fundación Cajamurcia, a través de su Proyecto Huellas, para recordar el Bicentenario de la muerte del político murciano.

La exposición, que podrá visitarse hasta el 22 de febrero, recorre a través de 175 piezas entre pinturas, documentos, porcelanas, libros, joyas o esculturas, la vida de Floridablanca, desde su nacimiento en Murcia hasta su muerte en Sevilla en 1808, analizando sus cargos de Fiscal del Consejo de Castilla, Embajador ante la Santa Sede y Secretario de Estado; su retiro en Murcia tras su caída en 1792 hasta su retorno a la política en la Junta Suprema Central.

real-academia-de-bellas-artes-logopress-1Según calificó Cristóbal Belda, comisario de la muestra, Floridablanca “fue un hombre tremendamente comprometido con la monarquía. Un hombre que ha hecho historia desde el compromiso con el estado y los ciudadanos”. Un hombre hacho a sí mismo que introdujo ideas ilustradas de gran modernidad. Sus años de gobierno coincidieron con un periodo de gran estabilidad ministerial y de promoción del conocimiento científico.

Hombre ilustrado temeroso de la expansión de las ideas revolucionarias francesas. “Tenía miedo de que aquello por lo que tanto había luchado, intentando rescatar a España de los siglos de retraso”, dijo Belda y prosiguió: “Era partidario del depotismo ilustrado, no de la revolución que ponía en peligro su gran labor de renovadora”. El político murciano orientó la política exterior de Carlos III hacia un fortalecimiento de la posición española frente a Inglaterra, interviniendo en la Guerra de Independencia de los Estados Unidos junto a Francia y las colonias rebeldes en contra de Inglaterra (1779-1783). Su inteligente política en Portugal y el Mediterráneo islámico mejoró las relaciones exteriores de la España de finales del siglo XVIII.

La muestra analiza la primera etapa de esplendor de Floridablanca con personajes y sucesos como Carlos III –copia de Mengs (Real Academia de la Historia. Madrid), Tanucci, Campomanes retratado por Francisco Bayeu (Real Academia de la Historia. Madrid) o el Motín de Esquilache, pintado por José Martí y Monsó (Museo Nacional del Prado. Madrid).

En 1772, José Moñino y Redondo es nombrado Embajador en Roma ante la Santa Sede y como tal le corresponde canalizar las tensas relaciones de Carlos III con el Papa Clemente XIV, consiguiendo la supresión de la Compañía de Jesús (1773).

Ereal-academia-de-bellas-artes-logopress-2sta sección da a conocer los personajes implicados en esta supresión como el papa Clemente XIV (Museo Storico Acheologico di Santarcangelo) o con los que se relacionó Moñino. Un retrato de Federico II de Prusia pintado por Dorothea Terbusch, procedente de Versalles (Musée National des Châteaux de Versailles et de Trianon), completa la galería de personajes. Finaliza esta segunda parte de la muestra el título de Conde de Floridablanca (Archivo General de Simancas. Valladolid).

Núcleo central de la exposición, esta sección analiza el periodo transcurrido entre 1777, año del nombramiento de Floridablanca como Primer Secretario de Estado, y 1792, fecha de su caída acusado de corrupción y abuso de autoridad y los últimos años de su vida hasta su muerte en 1808.

Esta sección se ilustra con los materiales de despacho que utilizó el Conde, objetos de artesanía, una valiosa colección de monedas y medallas del siglo XVIII procedentes de los museos arqueológicos de Madrid y Lorca y de la Casa de la Moneda de Madrid, instrumentos marinos, de medición y orientación, ilustraciones de grandes expediciones marítimas, objetos médicos, grandes proyectos religiosos, como el Tabernáculo de la Catedral de Salamanca (Museo Catedral de Salamanca) y obras literarias como La música: poema, de Tomás de Iriarte (Biblioteca Nacional. Madrid). Destaca, además, el retrato de María Luisa de Parma (Museo Nacional del Prado. Madrid), realizado por Goya.

real-academia-de-bellas-artes-logopress-3El capítulo final de la exposición narra la caída de Moñino y posterior retiro en Murcia en tiempos de la Revolución Francesa. Floridablanca volverá a ocupar el protagonismo en política española en el inicio de la Guerra de la Independencia, desde la Junta murciana y luego la Junta Suprema Central, hasta su muerte en 1808 como se pone de manifiesto en la Real Orden comunicando el fallecimiento del I Conde de Floridablanca (Archivo Histórico Nacional. Madrid).

Soledad  López, presidenta de la SECC, remarcó la labor de Floridablanca como arquitecto impulsor de grandes reformas y de obras públicas y afirmó que este tipo de exposiciones “recuperan y difunden la memoria histórica desde el rigor científico, sobre todo a los ciudadanos y ése es nuestro objetivo”.

Beatriz García Moreno

«Floridablanca (1728-1808). La utopía reformadora»

florida-blanca-1• Cuatro pinturas de Goya y otras obras de artistas como Batoni, Mengs, Ferro, Bayeu, Vergara, Houasse, Flaugiers y Giaquinto, entre las cerca de 175 piezas que componen la muestra organizada por la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia; el Ayuntamiento de Murcia; la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales; la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y la Fundación Cajamurcia

Un apasionante recorrido por el Siglo de las Luces

José Moñino y Redondo, hombre clave en la historia de España

•  José Moñino y Redondo, Conde de Floridablanca, nació en Murcia en 1728.

Este año se cumple el bicentenario de la muerte en Sevilla de este ilustre murciano, que llegó a ser primer secretario de Estado durante dieciséis años en los reinados de Carlos III y Carlos IV. Para recordarlo, la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, a través de su consejería de Cultura y Turismo; el Ayuntamiento de Murcia; la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC), adscrita al Ministerio de Cultura; la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y la Fundación Cajamurcia, a través de su Proyecto Huellas, han organizado la exposición Floridablanca (1728-1808), la utopía reformadora que será inaugurada el próximo 22 de diciembre en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, donde se podrá ver hasta el 22 de febrero de 2009. La muestra es una selección de la que ha podido visitarse en Murcia hasta el 8 de diciembre en el Centro Cultural Las Claras Cajamurcia y en la Sala San Esteban.

Floridablanca (1728-1808), la utopía reformadora recuerda, a través de dibujos, documentos, pinturas, porcelanas, libros, joyas y esculturas, el nacimiento del conde de Floridablanca, el entorno familiar y los primeros estudios en Murcia y Orihuela; los años de abogado en la Corte; el inicio de su actividad política; el nombramiento como embajador en Roma y más tarde la obtención del título de Conde de Floridablanca; sus años de Primer Ministro; las profundas reformas que llevó a cabo; su política científica y artística y el papel como protector de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

La exposición da a conocer además la caída de Floridablanca y su retiro en Murcia, los años de prisión en la ciudadela de Pamplona, el perdón real, el retorno a la política en la Junta murciana y en la Junta Suprema Central y su muerte en Sevilla en 1808.

Cuatro pinturas de Goya y otras obras de artistas como Batoni, Mengs, Ferro, Bayeu, Vergara, Houasse, Flaugiers y Giaquinto, entre las cerca de 175 piezas que componen la muestra

La exposición reúne obras de grandes artistas como Goya -del que se podrán admirar el retrato de Fernando VII, procedente del Museo Thyssen-Bornemisza, los retratos del conde de Floridablanca y de la Reina María Luisa, propiedad del Museo del Prado, y el retrato de Vargas Ponce, que llegará de la Academia de la Historia. Otros artistas presentes en esta exposición son Batoni –con su retrato de Pío VI, cedido por la Pinacoteca Comunale di Cesena-; Mengs –del que se exhibirá el retrato de María Luisa de Parma, cedido por el Museo del Prado-; Ferro -del que se mostrará su Declaración de Guerra a Inglaterra procedente del Museo de Pontevedra; Bayeu, Vergara, Houasse, Flaugiers y Giaquinto.

Así mismo se exhibe, entre otras piezas, una colección de monedas y medallas del siglo XVIII procedentes de los museos arqueológicos de Madrid y Lorca y de la Casa de la Moneda de Madrid, pinturas propiedad del Museo de Versalles -como el retrato de Federico II de Prusia-, cristal de la Granja de Segovia, relojes de la Real Fábrica, piezas de porcelana del Retiro, Chelsea y de Meissen, y el paño de túmulo de las exequias de Floridablanca.

Las piezas han llegado de museos e instituciones de toda España y del extranjero como el Museo Nacional del Prado, Patrimonio Nacional, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Real Academia de la Historia, Museo de Bellas Artes de Sevilla, Archivo General de Simancas, Museo de Cerámica de Barcelona, Catedrales de Sevilla y Salamanca, Biblioteca Nacional, Museo de Artes Decorativas de Madrid, Universidades de Santiago, el Museo Carnavalet de París, Museo di San Martino de Nápoles, Museo Storico Archeologico di Santarcangelo de Rimini y la Pinacoteca Comunale de Cesena.

Algunas de las piezas que conforman la exposición:

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p style=»text-align: justify;»>Pintura
– Francisco de Goya. José Moñino, Conde de Floridablanca, y Mª Luisa de Parma, Museo Nacional del Prado, Madrid; José Vargas Ponce, Real Academia de la Historia, Madrid; Fernando VII, Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid
– Antón Rafael Mengs. María Luisa de Parma, Museo Nacional del Prado, Madrid
– Pompeo Girolano Batoni. Marqués de Roda y Arrieta, Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid; Pío VI, Pinacoteca Comunale, Cesena
– Dorotea Terbusch. Federico II de Prusia, Musée National des Châteaux de Versailles et de Trianon
– Conrado Giaquinto. La Felicidad Pública, Fundación Selgas-Fagalde, Cudillero, Asturias
– Joseph Flaugiers. José Bonaparte, Museo de Historia, Madrid
– Francisco Folch de Cardona. Manuel Godoy, Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid
– José de Vergara. Carlos IV, Museo de Bellas Artes, Valencia
– Francisco Bayeu. Conde de Campomanes, Real Academia de la Historia, Madrid
– Bernardo Martínez Del Barranco. José Moñino, Conde de Floridablanca, protector del comercio, Museo Nacional del Prado
– Anónimo. Clemente XIV, Museo Storico Archeologico di Santarcangelo, Rímini

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p style=»text-align: justify;»>Escultura
– Cristóbal Ramos, Gaspar Melchor de Jovellanos, Museo Nacional de Artes Decorativas, Madrid
– Manufactura de Alcora, Busto del X Conde de Aranda, Museo de Cerámica, Barcelona
– Luis Salvador Carmona, La Fe (Vestal), Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid
– José Ginés, Pieza de la matanza de los inocentes. Mujeres desesperadas con sus hijos muertos, Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid

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p style=»text-align: justify;»>Dibujos y grabados
– Claude Cholat, Toma de la Bastilla, Musée Carnavalet-Historie de París
– Fernando Brambilia, Las corbetas Descubierta y Atrevida fondeadas en las Islas Vavao, Museo Naval, Madrid

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p style=»text-align: justify;»>Artes Suntuarias
– 4 Estatuillas de Hombres y Mujeres Chinos, Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid
– Fábrica de Meissen, Dama del manguito Amor y Psique, Patrimonio Nacional, Madrid
– Fábrica del Buen Retiro, Diluvio de Deucalión; Bote de Farmacia, Patrimonio Nacional, Madrid
– Paño funerario del catafalco de la catedral de Sevilla, Santa Iglesia Catedral Metropolitana, Sevilla

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p style=»text-align: justify;»>Documentos
– Expediente de Hidalguía de la Familia Moñino, Archivo Municipal, Murcia
– Pragmática Sanción de su Majestad en fuerza de Ley, Archivo Histórico Nacional, Madrid
– Traslado de la concesión del título de Conde de Floridablanca, Archivo General de Simancas, Valladolid
– Memoria que D. Francisco Cabarrús presentó a Su Majestad para la formación del Banco, Biblioteca Nacional, Madrid.
– Real Orden comunicando el fallecimiento del Conde de Floridablanca, Archivo Histórico Nacional, Madrid

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p style=»text-align: justify;»>Libros
– Juan Sempere y Guarinos, Historia del luxo y de las leyes suntuarias de España, Fundación Universitaria Española, Madrid
– Tomás de Iriarte, La música: poema, Biblioteca Nacional, Madrid y Fábulas literarias, Facultad e Teología San Vicente Ferrer, Biblioteca, Valencia

Y otras obras  como el proyecto para el Tabernáculo de la Catedral de Salamanca, Museo de la Santa Iglesia Catedral Metropolitana de Salamanca; numerosas Monedas y Medallas, Casa de la Moneda, Madrid; Museo Arqueológico Municipal, Lorca, Murcia y Museo Arqueológico Nacional, Madrid; Cuadrantes, Museo Naval, Madrid, Goniómetros o Agujas náuticas, Museo Arqueológico Nacional, Madrid; o el tapiz de Ginés Andrés de Aguirre, Arrieros y macho caído, Patrimonio Nacional, Madrid.

Un apasionante recorrido por el Siglo de las Luces

La exposición recorre la vida de José Moñino y Redondo, Conde de Floridablanca, desde su nacimiento en Murcia hasta su muerte en Sevilla en 1808.

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p style=»text-align: justify;»>De hidalgo murciano a fiscal del Consejo de Castilla
El 21 de octubre de 1728, del matrimonio entre José Moñino, funcionario episcopal, y Josefa Redondo, nació en Murcia José Moñino y Redondo, cuyos antecedentes familiares quedan expuestos en le Expediente de Hidalguía de la
Familia Moñino (Archivo Municipal. Murcia) con el que se inicia la exposición.

El futuro Conde de Floridablanca realizó sus estudios en Murcia y Orihuela, ciudades en las que transcurrieron los primeros años de su vida en las que se formó intelectualmente el joven abogado Moñino, y desarrolló sus primeras actividades antes de su partida para la Corte. Una primera etapa que coincidió con un espectacular desarrollo de las artes en las ciudades mencionadas, con la actividad de escultores regionales y extranjeros, la renovación del retablo en las iglesias, la construcción de nuevos y monumentales edificios religiosos y militares. Son los ejes que definen el llamado Siglo de Oro local en el que Murcia conquistó una personalidad artística bien definida.

En 1748, José Moñino abandonó Murcia con destino a Madrid. En la Corte será un brillante abogado relacionado no sólo con importantes familias sino con otros personajes de espíritu reformador, especialmente con Campomanes. Estas relaciones serán decisivas para su ascenso a la Fiscalía del Consejo de Castilla.

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p style=»text-align: justify;»>El varón prudente, de buen modo y trato
En este período se consolida el prestigio del futuro Conde de Floridablanca desde la fiscalía del Consejo de Castilla, en la que despliega su espíritu reformador dentro del clima de renovación que se vive en este momento y con el que se intenta rescatar a España de siglos atrasados.

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p style=»text-align: justify;»>1. Templar la Justicia
Se mostrará las bases sobre las que se apoyaron los reformadores del reinado de Carlos III, representado en esa copia de Mengs de Carlos III (Real Academia de la Historia. Madrid) que se exhibirá en la exposición.

Las propuestas y los conflictos, los protagonistas, desde Tanucci a Campomanes, retratado este último por Francisco Bayeu (Real Academia de la Historia. Madrid), y sus actuaciones, mostrarán la atmósfera impulsada por el monarca y sus ministros, así como los problemas que ha de afrontar el Rey desde su llegada a España, y de las diferentes posiciones del Consejo de Castilla presididas por el obispo de Cartagena, Diego Rojas Contreras, representante de la postura más tradicionalista frente a la ostentada por los demás personajes mencionados, entre los que se encuentra también Floridablanca.

Por ello, se abrirá el periodo de tiempo transcurrido entre el nombramiento de José Moñino como fiscal del Consejo de Castilla al inicio de su actividad política, a través de obras que enseñarán desde la Ornamentación de la Plaza Mayor para la entrada de Carlos III pintado por Lorenzo Quirós (Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Madrid), que muestran el esplendor de este monarca, hasta uno de los mayores conflictos del momento como fue el Motín de Esquilache, pintado por José Martí y Monsó (Museo Nacional del Prado. Madrid).

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p style=»text-align: justify;»>2. Con el disfraz del celo religioso
El “extrañamiento” de los jesuitas de todos los territorios de la Corona mediante orden de Carlos III, según se muestra en la Pragmática Sanción de su Majestad en fuerza de ley (Archivo Histórico Nacional. Madrid), venía precedido de un malestar que señalaba a la orden de San Ignacion entre los alborotadores del Motín de Esquilache. Junto a la acusación de obediencia a la curia, aumentaron otras acusaciones como el odio hacia la Compañía y el laxismo en sus universidades y colegios. Pero no fue un fenómeno aislado ya que Francia y Portugal protagonizaron sucesos parecidos para enfrentarse a un “estado dentro del Estado”, cuyo poder e influencia había crecido a lo largo del tiempo.

De entre los personajes que se mostrarán hay que destacar al Marqués de Roda y Arrietos de P.G. Batoni (Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Madrid).

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p style=»text-align: justify;»>3. Il uomo di esteriore dolce e affabile
Este apartado constituye la presentación de la nunciatura romana cuando Moñino fue nombrado embajador ante la Santa Sede. La misión era delicada -lograr la extinción de la Compañía de Jesús-, aunque se resolvió con éxito. Por esta sección desfilarán los personajes implicados en la misma como el papa Clemente XIV (Museo Storico Acheologico di Santarcangelo. Istituto di Musei Comunali. Rimini) o con los que se relacionó Moñino. Un retrato de Federico II de Prusia pintado por Dorothea Terbusch, procedente de Versalles (Musée National des Châteaux de Versailles et de Trianon), completará la galería de personajes. A raíz de esta misión, Moñino recibió sus títulos nobiliarios, de los que el más conocido, Conde de Floridablanca, fue tomado de la hacienda local que poseía en Alquerías, según se muestra en el Traslado de la concesión del título de Conde de Floridablanca (Archivo General de Simancas. Valladolid), con el que terminará esta primera parte.

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p style=»text-align: justify;»>Pro Virtute et Merito. Floridablanca, Secretario de Estado
Entre 1777 y 1792, transcurrió el ascenso y caída de Floridablanca. Una coda final narra los últimos años de su vida hasta su muerte en 1808. Se trata de un periodo de gran estabilidad ministerial. Bajo el lema Pro Virtute et Merito se destaca el nombramiento de Floridablanca como reflejo de sus cualidades intelectuales y humanas, dentro de un espíritu reformador, hasta sus inquietudes por el fomento de la industria, la educación popular y sus relaciones con los ministros, embajadores y altos eclesiásticos de la época como Muzquiz o Gálvez.

Pero, sobre todo, hay que destacar su labor de coordinación de las distintas secretarías, verdadero precedente del actual Consejo de Ministros, para establecer con mayor efectividad una labor coordinada en la política del Reino.

Todo este marco servirá de pórtico a las reformas que realizará el ministro murciano en los distintos campos en los que actuó.

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p style=»text-align: justify;»>1. Quien ataca a una corona
La política exterior llevada a cabo por el Conde de Floridablanca pasó por los Pactos de Familia, la seguridad del mediterráneo islámico, las relaciones con Europa Oriental, con Portugal persiguiendo una política de “unión y amistad”, y con los norteamericanos de apoyo a su independencia de “quien los quiera oprimir” ya que su debilidad sería favorable a los intereses españoles.

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p style=»text-align: justify;»>2. Refrenar los progresos de la ambición
En el ideal ilustrado, la Felicidad Pública, pintada por Conrado Guiaquinto (Fundación Selgas- Fagalde. Asturias) se convertía en uno de los fines esenciales del gobernante amparada en la Paz y en la Justicia. Carlos III vio en el murciano al hombre capaz de llevar a cabo la gran utopía de modernizar el estado y de convertir a la monarquía española en una de las más importantes coronas de la época, presente en todos los frentes en los que se debatían sus intereses, bien fueran los propios de una política de alcance universal basada en alianzas y compromisos o en el enfrentamiento con sus enemigos naturales.

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p style=»text-align: justify;»>3. Vtraqvue Vnvm
Floridablanca tuvo un gran papel dentro de unas reformas económicas como fue la evolución de los fondos monetarios durante el reinado de Carlos III, mediante la creación del Banco Nacional de San Carlos (antecedente del Banco de España), cuyo primer director fue Francisco Cabarrús, el cual queda representado en la Memoria que presentó a Su Majestad para la formación del Banco (Biblioteca Nacional. Madrid).

En ese mundo de reformas y dentro de la exposición no podrán quedar fuera todos los nuevos recursos económicos que plantean las nuevas poblaciones –en esencia reflejo del racionalismo con que la ciudad asume un trazado orgánico y regular– o la cesión de tierras a los colonos de Sierra Morena, representada en el óleo de José Alonso del Rivero,  Carlos III entregando las tierras a los colonos de Sierra Morena (Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Madrid).

La educación, las inquietudes sobre un traje nacional, el rescate de viejos proyectos educativos, las universidades, los hospitales y Casas de Misericordia, tan potenciados en estos años de poder de Floridablanca, junto con otros grandes personajes como Gaspar Melchor de Jovellanos, esculpido por Cristóbal Ramos (Museo Nacional de Artes Decorativas. Madrid), o Javier María Munibe Idiaquez (Museo Bellas Artes. Álava), complementarán la sociedad que se vivía en el siglo XVIII con la muestra de libros como Discursos sobre el luxo de las señoras y proyecto de un trage nacional (Biblioteca Nacional. Madrid) o Historia del luxo y de las leyes suntuarias de España de Juan Sempere Guarinos (Fundación Universitaria Española. Madrid).

Por último, no hay que olvidar dentro de unas reformas económicas, una política en la que tiene cabida la colaboración de las Sociedades Económicas de Amigos del País, el fomento de la industria con las fábricas ya tradicionales como la loza y el vidrio, o el establecimiento de nuevas que aportarán los artesanos llegados con el Rey desde Capodimonte gracias a su gran experiencia a esas industrias puestas al servicio de la corona, alcanzando las calidades de las alemanas de Meissen, pero estimulando otras industrias, muebles, tejidos, vidrios, porcelanas, minerales, orfebrería que serán mostradas como logros de esa política. Una artesanía que se representará en la exposición en diferentes obras como la Dama del manguito o Amor y Psique, ambos de la Fábrica de Meissen (Patrimonio Nacional. Madrid), o en el Diluvio de Deucalión de la Fábrica del Buen Retiro (Patrimonio Nacional. Madrid).

Floridablanca, a su vez, también desarrolló una gran labor como protector del comercio. Bernardo Martínez del Barranco lo representó en un óleo bajo el título José Antonio Moñino, Conde de Floridablanca, protector del Comercio (Museo Nacional del Prado. Madrid) que se exhibirá en la muestra.

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p style=»text-align: justify;»>4. Libertad de mendigar, semilla de infinitos vicios
Una de las principales preocupaciones sociales de Floridablanca fue combatir la mendicidad mediante el beneficio de la educación y con ella el acceso a un oficio. La exposición hace referencia a ello mediante obras de
Ceruti y de M.A. Houasse (obras de Patrimonio Nacional. Madrid).

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p style=»text-align: justify;»>5. Superar “los visos de hechicería y diablura”
Una frase atribuida al Conde de Floridablanca servirá para introducir las inquietudes ilustradas sobre el universo y los progresos del conocimiento: ciencias naturales, medicina y farmacia, las expediciones marítimas y los objetos de precisión nacidos de la propia Armada, así como la posibilidad de armonizar los progresos de la razón con la religión. Se mostrarán instrumentos marinos, de medición y orientación, como cuadrantes (Museo Naval. Madrid), goniómetros o agujas náuticas (ambos del Museo Arqueológico Nacional. Madrid), además de ilustraciones de grandes expediciones marítimas como Las corbetas Descubierta y Atrevida fondeadas en las Islas Vavao, representadas por Fernando Brambilia (Museo Naval. Madrid). Una ciencia que quedará perfectamente presente a través no sólo de objetos médicos como un Bote de Farmacia de la Fábrica del Buen Retiro (Patrimonio Nacional. Madrid), sino también con los Planos y perfiles de la obra proyectada para el uso de la Real Academia de Cirugía (Archivo General de Simancas), que pone de manifiesto el progreso en este campo.

Toda esta labor se completa con proyectos religiosos como el Tabernáculo de la Catedral de Salamanca (Museo de la Santa Iglesia Catedral Metropolitana de Salamanca) y obras literarias que complementan esa ilustración como La música: poema de Tomás de Iriarte (Biblioteca Nacional. Madrid).

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p style=»text-align: justify;»>Floridablanca, exaltavit artem
Durante el mandato de Floridablanca en la Secretaría de Estado tanto la política científica como la artística tuvieron un lugar destacado. Desde su condición de Protector de la Academia de San Fernando, Floridablanca estimuló la sección de Arquitectura como una de las artes útiles, pero también los demás sectores de la Academia vivieron etapas de renovación intensa. A pesar de la renovación de las artes emprendida por la Academia de San Fernando, la realidad artística peninsular era más compleja debido a que por una parte, la reglamentación de los estudios artísticos, las disciplinas recomendadas, los títulos expedidos y el status social alcanzado, marcaron camino sin retorno, y por otra, el arte tradicional siguió dando sus frutos.

Muchas de las obras que se mostrarán en la exposición evidencian los progresos de aquel siglo como se puede observar en las Fábulas literarias de Tomás de Iriarte (Facultad e Teología San Vicente Ferrer. Biblioteca. Valencia).

Grandes artistas y obras del momento ponen de manifiesto la técnica y el desarrollo que se estaba produciendo en el ámbito artístico y un ejemplo de ello se encuentra en Antón Rafael Mengs, quien realizó grandes obras como el retrato de María Luisa de Parma (Museo Nacional del Prado. Madrid).

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p style=»text-align: justify;»>La indebida y arbitraria confinación
Son palabras de Fernando VII referidas al cautiverio del Conde de Floridablanca escritas en el momento de su liberación. Como introducción al capitulo final de la exposición hay que hacer mención a la caída de Moñino y posterior retiro en tiempos de la Revolución Francesa, representada en la Toma de la Bastilla de Claude Cholat (Musée Carnavalet- Historie de París), y las nuevas actuaciones políticas y sociales que emprendió el nuevo monarca Carlos IV, pintado por José de Vergara (Museo de Bellas Artes. Valencia) y su consorte Mª Luisa de Parma, retratada por Francisco de Goya (Museo Nacional del Prado. Madrid), además de Manuel Godoy, representado por Folch de Cardona (Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Madrid), como nuevo ministro.

Pero Floridablanca, desde su retiro murciano y desde las responsabilidades asumidas en la defensa de las obras públicas, volverá a ocupar el protagonismo en política española en el inicio de la Guerra de la Independencia desde la Junta murciana y luego la Junta Suprema Central, hasta su muerte en 1808 como se pone de manifiesto en el Real Orden comunicando el fallecimiento del conde de Floridablanca (Archivo Histórico Nacional. Madrid), y completándose ello con el año funerario de su catafalco (Santa Iglesia Catedral Metropolitana. Sevilla).

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p style=»text-align: justify;»>José Moñino y Redondo, hombre clave en la historia de España
José Moñino y Redondo nació en Murcia el 21 de octubre de 1728, estudió Leyes y a los 20 años consiguió el título de abogado. Gracias a su relación con personajes influyentes de la Corte, como el duque de Alba o el presidente del Consejo de Castilla, en 1766, con 38 años, fue nombrado por Carlos III Fiscal Supremo del Consejo de Castilla, cargo desde el que intervino en los procesos del Motín de Esquilache, defendiendo las prerrogativas regias. Junto con Campomanes fue uno de los defensores de la expulsión de los jesuitas en 1767. Nombrado Embajador en Roma ante la Santa Sede en 1772, le correspondió canalizar las tensas relaciones de Carlos III con el Papa Clemente XIV, consiguiendo la supresión de la Compañía de Jesús (1773). El agradecimiento del Rey por aquella gestión le valió el título de Conde de Floridablanca.

En 1777 fue nombrado Primer Secretario de Estado, puesto equivalente al de Primer Ministro, cargo que ejerció durante 16 años y desde el que impulsó, siguiendo los métodos del despotismo ilustrado, profundas reformas económicas y educativas. En política exterior, Floridablanca estableció un nuevo sistema de relaciones que buscó la seguridad de los territorios americanos, la cobertura diplomática frente a Gran Bretaña y la autonomía respecto a Francia. El político murciano orientó la política exterior de Carlos III hacia un fortalecimiento de la posición española frente a Inglaterra, interviniendo en la Guerra de Independencia de los Estados Unidos junto a Francia y las colonias rebeldes en contra de Inglaterra. Su inteligente política en Portugal y el mediterráneo islámico mejoró las relaciones exteriores de la España de finales del siglo XVIII.

Muerto Carlos III, fue confirmado en sus cargos por Carlos IV, pero su política varió a partir de 1790. En 1792, acusado de corrupción y abuso de autoridad, fue detenido y llevado a la cárcel de Pamplona donde permanecería hasta 1795. Desterrado, se retiraría a Murcia hasta que, en 1808, con motivo de la renuncia de Carlos IV, fuera elegido presidente de la Junta Suprema Central, falleciendo ese año en Sevilla donde sería enterrado en la Capilla de los Reyes con honores de Infante. Más tarde sus restos serían trasladados a Murcia a la Iglesia de San Juan donde permanece junto a su padre.

Organizan:
Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, a través de su consejería de
Cultura y Turismo Ayuntamiento de la ciudad de Murcia
Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC), adscrita al Ministerio de Cultura
Real Academia de Bellas Artes de San Fernando
Fundación Cajamurcia, a través de su Proyecto Huellas

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p style=»text-align: justify;»>Fechas
Del 22 de diciembre al 22 de febrero

Real Academia de Bellas Artes de San Fernando
C/ Alcalá, 13
28014 Madrid

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p style=»text-align: justify;»>Horario
Martes a viernes: 10 a 14 y 17 a 20 h.
Lunes, sábados, domingos y festivos: 10 a 14 h.
Cerrado: 24, 25 y 31 de diciembre. 1 y 6 de enero.
Entrada gratuita

Visitas guiadas gratuitas:

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p style=»text-align: justify;»>Martes a las 11 h.
Jueves a las 17 h.

Visitas grupo (máximo 15 personas. Reservas en museo.visitas@rabasf.org

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p style=»text-align: justify;»>Información
91 524 08 64 /
http://rabasf.insde.es
www.floridablanca2008.es

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p style=»text-align: justify;»>Imágenes:

Presentación de la exposición. Logopress

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p style=»text-align: justify;»>Francisco de Goya
Don José Moñino, Conde de Floridablanca, 1783
Museo Nacional del Prado. Madrid
José Martí y Mansó
El Motín de Esquilache, 1864
Museo Nacional del Prado. Madrid

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