María Carretero (Madrid, 1963), presentó en el Hotel VillaMadrid, la obra escultórica “Palmera en la Pirámide y Reflejo de Luna”, creadas específicamente para el hotel. Un espacio transformado por la intervención escultórica de inspirada en la naturaleza. Al acto acudieron Matías Padrón, conservador del Museo del Prado; Domingo García de Famara, arquitecto del entorno y Cristina Martín, empresaria y gerente del Hotel VillaMadrid.
Naturaleza, luz, tecnología y poesía componen esta obra situada muy próxima al Cuatro Torres Business Área. Un proyecto ejecutado en tres años confesó Maria Carretero: «Ha sido muy laborioso. Todo está concebido para este espacio, desde el pensamiento, la idea y la ejecución. Primero estudio el espacio y después desarrollo mi impronta artística». La idea y el montaje fue delicado, hasta llegar a la sencillez final.
“Primero surge la idea pero después hay que madurarla y trabajarla”, es así cómo según María las obras adquieren su verdadero sentido y valor. El resultado es “un lienzo abierto”, como califica la escultora, denominado “Palmera en la Pirámide”, una inmensa estructura vegetal en acero inoxidable, acero cortén y velas náuticas.
Un trabajo en el que no ha estado sola. Oscar García debió adaptar el proyecto al espacio limitado y Javier de la Gándara, patrón y regatista oceánico, colaboró buscando hasta dar con el tejido de vela adecuada al espacio. Se tratan de unas sofisticadas velas blancas y verdes con membranas de helio, realizadas a medida desde Australia, “muy pocos barcos poseen estas velas”, señaló María.
Bajo ella, la escultura “Reflejo de Luna” ocupa el espacio central. Realizada en mármol yugoslavo tipo White Sives, procedente de Macedonia inspirado en la luz lunar. “Visité muchísimas canteras hasta que di con el bloque que quería al cabo de dos años. Encontré la precisión de los bloques de Macedonia, son únicos”, comentó María cuyo objetivo era “transmitir equilibrio y sosiego. Meditación y pensamiento, a través de ese murmullo del agua, en una urbe como Madrid”.
Un gusto por la calidad de los materiales alabado por Matías Padrón que dijo de sus obras: “Poseen la evocación del mundo neolítico, la simplificación de las formas, un sentido clásico antiguo. Hay un fervor y un respeto a los materiales de imponente solidez”.
Estas piezas son el primer paso hacia la transformación de otras instancias del hotel. “Esperamos que este proyecto crezca poco a poco, contamos con el apoyo, entusiasmo y juventud de Cristina Martín y de la profesionalidad de todo el equipo del hotel”, añadió ilusionada Maria Carretero.
La proyección de su escultura, tanto monumental como en medidas más íntimas, está dedicada al respeto a la naturaleza y al cuidado del entorno, integrando obras de arte y transformando el espacio cotidiano. De esta manera, María Carretero aborda la creación artística a partir de la idea de no separar, sino interrelacionar diferentes disciplinas como escultura, arquitectura, dibujo, pintura, filosofía, poesía o música.
La artista María Carretero vive y trabaja entre Madrid, Galicia y Lanzarote. Ha realizado estudios de arte en Colonia, ampliados en París, Londres, Roma y Estados Unidos. A lo largo de su carrera profesional ha realizado numerosas exposiciones individuales y colectivas, nacionales e interna¬cionales y su obra se encuentra representada en museos y prestigiosas colecciones privadas de todo el mundo.
Su labor artística está enfocada a la recuperación de espacios exteriores y el cuidado del entorno, siendo uno de sus más destacados trabajos el conjunto escultórico en el Camino de Santiago “Homenaje al Peregrino” en la Villa de Sarria (Lugo), 1993-1996, así como “Olimpo Celta XXI” en Padrón realizada en piedra gallega, acero cortén y acero inoxidable en el año 2001.
“Esfera Interior” será inaugurado próximamente en la madrileña localidad de Navalcarnero, donde ya cuenta con la obra ‘Hueco de Agua’ realizada en 2006. Entre sus creaciones también destaca la colección de joyas realizadas en piedra, oro y plata, murales y pinturas, así como numerosos trabajos de porcelana y cerámica.
Beatriz García Moreno