Caídos del cielo se estrenó el 30 de octubre en el Teatro Fernán Gómez dentro de la programación del festival de Otoño de la Comunidad de Madrid. Galardonada con el premio Talía de teatro, esta pieza es un ejemplo de la capacidad de transformación del teatro, de su posibilidades de redención de la dignidad humana.

Paloma Pedrero, actriz y directora, es una de las autoras teatrales más representadas en  la escena internacional. En sus primeras obras, como «La llamada de Lauren» (1984), fue defensora del realismo y de la pieza breve como vehículo expresivo del dolor, el despecho o el deseo de venganza. En 1995, con «Cachorros de negro mirar», inició un nuevo camino hacia temas más generales y sociales.

«Caídos del cielo» comenzó como proyecto hace ocho años. Desde el año 2000 Paloma Pedrero colaboraba con la Fundación RAIS (Red de Apoyo a la Inserción Sociolaboral) impartiendo talleres de interpretación y escritura teatral.  El trabajo de este grupo impresionó a su directora Paloma Pedrero, “Se produjo una evolución del grupo, ellos querían hablar de su problemática. Para tanto talento había que crear una obra y un montaje profesional”. El trabajo de los talleres se materializó en verano del 2007, cuando Paloma comenzó a escribir la historia.

La obra, apoyado por la Fundación Coca-Cola y producido por Robert Muro, se estructura en un juego de cajas chinas, donde realidad y ficción se mezclan continuamente, «Hemos hecho metateatro” añade la directora. El miedo y el deseo de la directora por contar cada una de las historias de sus “Pacientes Ambulantes” ( como se denomina la compañía) queda reflejado en la representación final.

El montaje está inspirado y contado por sus protagonistas. La inspiración, tanto de la vida como en la obra, corre a cargo de Charo Endrinal. Quemada hace unos meses en un cajero de la Caixa se convierte en espina dorsal de una obra coral. Espacios múltiples, diversos y continúas elipsis se suceden y agilizan el ritmo narrativo.

Poesía y la realidad más atroz se funden con el humor, al igual que se confunde realidad y ficción. “Lo que he querido transmitir es que nuestros protagonistas son como nosotros. Que la frontera es sutil, todos podemos caer pero en su caso, muchas veces les ha faltado el resorte para volver a levantarse” explica la directora.

En este proyecto participan actores profesionales como Ana Chavarri, Rocío Calvo o Manuel Fernández, incorporados a los Pacientes Ambulantes a través de un taller de interpretación durante cinco meses.” Los personajes estaban allí y los actores profesionales le dieron el oficio, hubo una fusión muy hermosa”,  dice la directora. Blanca Rivera, actriz profesional del montaje, dio su impresión: “Me encontré a compañeros de trabajo, hay un intercambio muy gratificante”.

Dos horas de función y 45 escenas, donde 18 actores, seis de ellos sin hogar, cuentan sus vidas y dejan parte de ella sobre el escenario. Una experiencia que les ha cambiado la vida según apunto la directora: “Sus vidas son mejores, tienen algo que hacer. Ellos saben que es una experiencia, un experimento que no solucionará sus vidas. Sin embargo están encontrando la autoestima, están acabando algo por primera vez. La solución a sus vidas la tienen ellos, ésto les da más seguridad”.
Beatriz García Moreno

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