El público de las canciones-protesta

Andrés Merino

La transición española supuso un cambio sin precedentes no sólo en lo político, sino en lo cultural. Es difícil definir el valor de los frecuentes conciertos de autor que se celebraron, sobre todo en Madrid y Barcelona, en los setenta. Para algunos politólogos fueron el símbolo de una revolución creativa que se proponía a la sociedad en un formato comercial y de masas. Otros les otorgan directamente el carácter de medios eficaces para la transformación sociopolítica de nuestro país. Más general es la segunda opinión entre quienes piensan que los verdaderos protagonistas de aquellos espectáculos no fueron sólo artistas con mayor o menor éxito, sino aquellas canciones-protesta en las que cada palabra se disparaba desde el escenario como eficaz arma ideológica.

La fotografía que Colita tomó del público en uno de los recitales que el cantautor Lluís Llach ofreció en 1976 ilustra a la perfección ese perfil marcadamente ideológico del que hablamos, también presente en la muestra “En transición”, en la que la instantánea puede contemplarse durante las próximas semanas en Madrid. La visión de los asistentes no puede limitarse a comprobar el poder de convocatoria Llach, una multitud reunida bajo la luz vertical de unos focos polideportivos y multicegadores. El propio público es un sugerente retrato de una España en cambio. Transición hasta en la moda, que ya apuntaba lentamente a la renuncia a las largas melenas del 68, manteniendo aún abundante cabello que convivía frecuentemente con una barba comprometida. Esa misma barba que los más veteranos periodistas de medios como El País recuerdan como nota dominante en la redacción en ese último lustro de la década, o los profesores universitarios de aquél tiempo, o los hoy jubilados trabajadores de fábricas y talleres…

Colita sacó esa fotografía cuando comenzaban a finalizar los aplausos tras la interpretación de un tema. Muchos se giran, quizá para comentar la calidad de la letra o la música, para constatar junto a sus acompañantes el calor reinante o para sumergirse en tópicos sobre si eran todos los que estaban o habían acudido todos los que eran. Mayores y jóvenes exudan una sensación de expectación, de asistir a un acto singular, de presenciar una especie de catarsis de sonidos e ideas. De participar, en suma, en algo transformador. Y así fue.

“Concierto de Lluís Llach en el Palacio de Deportes de Barcelona”

Colita (1976)

Fotografía b/n

Exposición “En transición”

Teatro Fernán Gómez. Centro de Arte (Madrid)

Organiza: Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC)

Produce: Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB)

Patrocina: Sociedad Estatal para la Acción Cultural Exterior (SEACEX)

17 de septiembre a 9 de noviembre de 2008

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