Monarcas a la búsqueda de la verdad

Andrés Merino

Difícil oficio el de medievalista. Sobre todo hoy. Las últimas generaciones de universitarios que cursan estudios de historia apenas superan el arduo reto de acercarse a la Edad Media dejando a un lado categorías y juicios de valor propios del pragmatismo y maniqueísmo científico actual. Por eso, la lectura de tesis doctorales, ensayos o biografías centradas en esa época apasionante, que consiguen escapar de una visión tópica y domesticada, merece un grato saludo y una gran dosis de admiración. Por un lado, por la complejidad de penetrar una etapa fundamental pero de fuertes contrastes en el devenir humano. Por otro, por la necesaria habilidad para presentar sus claves de forma inteligible, dado el volumen de información disponible y su necesaria sistematización para la propuesta final de teorías sólidas y útiles, sean en plano académico o divulgativo. Celebramos por tanto la aparición de “Los Reyes Sabios”, el fruto de más de una década de investigación del historiador Manuel Alejandro Rodríguez de la Peña, un minucioso análisis de las características simbólicas y culturales del poder en la última etapa de la Antigüedad y los siglos de la denominada Alta Edad Media.

El autor ha centrado su estudio en las características de la realeza, en el arquetipo de monarca en la literatura política del tiempo. De varios tipos de realeza posibles, ha escogido la sapiencial, siguiendo el rastro del soberano ungido que presenta la sabiduría como uno de sus rasgos fundamentales para personificar la acción de gobierno y su carácter de símbolo de una comunidad política unitaria, presentado con todo lujo de detalles la evolución de ese concepto de sabiduría regia. Para ello parte de lo que denomina realeza sapiencial platónica (el rey como filósofo a la búsqueda de la Verdad en la vivencia de virtudes morales) y avanza hacia la realeza bíblica, que presenta su sabiduría como don del cielo, como ejemplifican los Libros Sapienciales o dos reyes-tipo del Antiguo Testamento, David y Salomón. Rodríguez de la Peña nos propone un singular e interminable despliegue de autores y obras, así como de referencias a cómo éstos influyeron en los entornos palatinos y áulicos mediante su presencia física o la lectura y aplicación de sus postulados. No es difícil imaginar así conversaciones sobre el Libro de Job, los Salmos o los Proverbios en la corte de Carlomagno (que llegó a ser descrita como “academia” por Alcuino de York). Nueva luz ilumina también cualquier acercamiento a la Escuela de Traductores de Toledo, impulsada por el castellano Alfonso X cinco siglos después, ya en las cercanías de ese nuevo prototipo de Rey letrado que acabaría imponiéndose en la siguiente etapa de la historia europea.

Es indudable que estamos ante un formidable estudio de literatura política, pero en nuestra opinión, también un auténtico homenaje a la teología de la historia, una disciplina muy apropiada para una etapa histórica como la escogida, en la que, como indica el propio autor, “la civilización del Occidente medieval produjo una conciliación entre fe religiosa y cultura como nunca otra antes o después”. La edición de “Reyes y Sabios” consagra a Rodríguez de la Peña como un medievalista de referencia, en la mejor estela de autores ya clásicos. Un libro verdaderamente excepcional.

“Los Reyes Sabios. Cultura y poder en la Antigüedad tardía y la Alta Edad Media”

Manuel Alejandro Rodríguez de la Peña

Madrid, Actas Historia, 893 pág.

ISBN: 978-84-9739-062-0

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