Del 11 de septiembre al 11 de octubre

Galería Marlborough

Unos cuarenta trabajos recientes de Darío Villalba se muestran en la Galería Marlborough (Orfila, 5 28010 Madrid) hasta el 11 de octubre.

Darío Villalba explica que: “Esta exposición supone un reto para mí después de la gran exposición antológica que realicé en el Museo Reina Sofía el año pasado. Creo que refleja mi estado actual estético, reforzando siempre en los parámetros de la energía y piedad en la sacramental del ser humano, rescatando siempre las imágenes que me producen más vértigo. He realizado desde la exposición antológica más de 40 obras que remiten a mis principios como a este momento actual. Creo que en el tríptico El Niño Gitano se resume muy bien mi actitud de la fotografía como pintura, de la cual ya es histórico que he sido pionero, y viceversa. Estoy contento por lo rotundo y a la vez poética realización de estos cuadros que demuestran el fecundo momento creativo que estoy atravesando».

Darío Villalba (San Sebastián 1939) es uno de los más grandes e influyentes artistas españoles de las últimas décadas y una referencia obligada en el desarrollo del arte posterior a la abstracción informalista que se desarrolló en nuestro país a finales de los años cincuenta.

Su trayectoria artística comienza a mediados de los años 60 abordando la problemática de las imperantes vanguardias, pero desde una órbita muy personal, configurando un estilo propio que definirá muy tempranamente el conjunto de su obra, siendo pionero en la utilización de la fotografía como pintura. Pero su uso insólito de la fotografía le distancia de otras prácticas artísticas del momento. Los artistas interesados por la corriente del pop, utilizaban la fotografía como divulgación o banalización de las imágenes de consumo. Los artistas interesados por el arte conceptual, la empleaban como huella o testimonio de las ideas o como documento de sus propias obras. Darío Villalba decide adoptar la trama fotográfica, fría y distanciadora, como pintura, como un soporte apto para recoger las emociones y las pulsiones que el artista necesita transmitir, y lo hará interviniendo estas superficies con trazos, brochazos de pinturas, huellas de barniz, fragmentando y modificando los encuadres, velando y desvelando las imágenes. Imágenes, unas veces encontradas en archivos o revistas, y otras, de fotos realizadas por él mismo, que selecciona, fragmenta y descontextualiza utilizándolas como fuente iconográfica. La fotografía, utilizada como fuente de iconos, le permite liberarse de la ejecución manual e involucrarse más en la intención que en la acción, aportándole una gran y enriquecedora libertad lingüística. “En mi obra -ha declarado- la pintura es fotografía y la fotografía es pintura”.

2008 destaca el trascendente papel de pionero que Darío Villalba ha jugado en el uso de la fotografía como soporte pictórico, mostrando cómo su trabajo supone una radical reflexión sobre la fotografía como medio que abre y posibilita una vuelta al espíritu de la pintura.

Francisco Calvo Serraller en el texto introductorio del catálogo de la exposición recalca: “El tríptico titulado El niño gitano (2008), con su impactante icono central, flanqueado por sendas imágenes de materia desnuda, no sólo nos da la pauta de esta exposición, sino, sobre todo, a través de ella, nos acerca al estado actual de creación de su autor (…). Este impresionante tríptico, aunque lo dice todo sobre su autor y obra, nos obliga a mirar con más atención el resto de lo que ahora Villalba nos presenta, porque, (…), resulta que, de nuevo, revuelve retrospectivamente toda su trayectoria al reinventarse un nuevo final y otra manera diferente, si se quiere, de abordar sus principios”.

Villalba en el 2002 es elegido Académico de Número en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. Ese mismo año recibe la Medalla al Mérito en las Bellas Artes, en su categoría de Oro; habiendo recibido en 1983 el Premio Nacional de Bellas Artes, en la categoría de pintura.

Entre las exposiciones individuales más recientes del artista cabría destacar: IVAM (Valencia, 1994), exposición antológica e itinerante “Darío Villalba 1964-1995”, The National Museum of Contemporary Art Oslo (Noruega, 1995), “Todo muro es una puerta, Darío Villalba 1964-1998”, Fundación Pilar i Joan Miró a Mallorca y Casal Solleric (Mallorca, 1998), “Darío Villalba, Now. 1957-1999”, Centro Cultural Cajastur, Palacio de Revillagigedo (Gijón, 1999), “Darío Villalba, Autosabotaje y Poética del Lenguaje 1968-2001”, Kutxaespacio del Arte-Kursaal, Cubos de Moneo (San Sebastián, 2001), “Documentos Básicos 1957-2001”, CGAC (Santiago de Compostela, 2001), “Superficie Interior”, Palacio de Condes de Gabia, Excma. Diputación Provincial de Granada (Granada, 2002), “Darío Villalba”, Sala de Arte Robayera (Miengo, Cantabria, 2004), “Darío Villalba. Una visión antológica. 1957-2007”, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (Madrid, 2007).

Su obra está presente en numerosas e importantes colecciones públicas de todo el mundo.

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