No os lo van a perdonar

Por Andrés Merino

Dos críticos literarios y escritores de ficción, el peruano Julio Ortega y el malagueño Juan Francisco Ferré, han propuesto una antología con obra breve de veinte autores que, en su opinión, están llamados a ser el relevo en las letras españolas. En el volumen, editado por la cordobesa Berenice, apuestan por un grupo que denominan desigual, formado entre otros por Germán Sierra, Isaac Rosa, Jorge Carrión o David Roas. La mayor parte ha cumplido –o lo hará pronto- cuarenta años, pero poco a poco va saliendo de la cruel cuarentena que dicta la “critica”, esa abstracta capacidad que se nos atribuye a quienes escribimos sobre libros de ignorar o poner de moda un autor y por tanto su obra. Para muchos, los críticos observamos detenidamente a novelistas o cuentistas antes de decidirnos siquiera a citarlos. Quien escribe estas líneas no puede dejar de pensar que se nos cree poseedores de un poder inexistente. No somos “causa suficiente” para un éxito que no depende de nosotros. Buena muestra de ellos es el formidable grupo de escritores que van empleando cauces no convencionales para extender su obra, que pasan sus manuscritos a compañeros de facultad o de talleres literarios, que leen sus piezas en tertulias abonando el terruño creativo para éxitos que siempre han de llegar.

Si un rasgo es destacable de estos “mutantes” es la originalidad. Ya sus primeras páginas son piedra de toque: los argumentos que Julio Ortega nos propone para adquirir el volumen son un elenco verdaderamente atípico de razones comerciales y espirituales para sumergirse en ese mar literario nuevo. Confieso una incredulidad inicial que pronto se ha convertido en desconcierto. Uno piensa al comenzar cada cuento o narración que su autor va a convertir sujeto y predicado en un denodado esfuerzo por parecer novedoso, especial. Que su universo creativo va a agotarse en un esfuerzo sobrehumano por gritar a cada paso un ¡soy diferente! Qué va. Chicos, me habéis sorprendido. Sin forzar el lenguaje, sin extrañas construcciones, sin abuso de metáforas, proponéis algo diferente. Os van a crujir.

No os lo van a perdonar. Un escritor no escoge a sus herederos. Quizá puedan hacerlo las editoriales, pero en vuestros relatos cortos hay madera para repoblar literariamente la cuenca del Amazonas. Os van a dar de lo lindo, porque vais a hacernos trabajar. En todo caso, por favor, no os lo creáis en exceso. De los veinte que salís a escena, hay tres que palmariamente deberíais haber sido expulsados del casting y, sinceramente, uno piensa que difícilmente llegarán algún día al Parnaso. O al Olimpo en este año de Juegos. No os toméis esta apuesta de Berenice como un triunfo. Vale que la editorial lleva por nombre ese de origen griego que significa “portadora de la victoria”. Tenéis a tres judas entre vosotros, lastre de un globo que puede volar alto y precipitarse pronto al vacío del peor de los orgullos: el literario. Ahora tenéis que seguir adelante solitos. Se acabaron las antologías de iniciación, que son como el cesto calentito en el que se pueden acurrucar perritos de pequeño formato, como el de Paris Hilton. Salid a la calle en un día de lluvia o nieve. Me he quedado con vuestra cara y pienso seguir vuestra trayectoria.

“Mutantes. Narrativa española de última generación”

Julio Ortega y Juan Francisco Ferré (selección y prólogos)

Córdoba, Berenice, 310 pág.

ISBN: 978-84-96756-21-2

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