La Comunidad de Madrid restaura la Iglesia de San Pedro Apóstol de Ribatejada

De la arquitectura mudéjar del clero rural del S. XV, catalogada como BIC desde 1996

Tras el estudio arqueológico han aparecido hasta 12 lápidas de valor histórico y restos carpetanos

Este templo, declarado Bien de Interés Cultural -BIC- en la categoría de Monumento el 18 de julio de 1996, está siendo objeto de distintas intervenciones de restauración desde la Consejería de Cultura y Turismo de la Comunidad de Madrid desde 2003.

La iglesia es una construcción de tradición mudéjar fechada en el siglo XV, cuya edificación inicial resulta representativa de la arquitectura religiosa popular, realizada con materiales asequibles, propia del clero rural, que cuenta con una capilla barroca añadida en el siglo XVII, conocida como la Capilla del Cristo, y una torre de estilo Gótico tardío.
Las obras de restauración en este templo se iniciaron durante 2000 y 2001, destacando la actuación en la Capilla Mayor para recuperar la armadura de artesa que permanecía oculta y para hacer frente a las humedades que estaban deteriorando el edificio. Un año después, el Ayuntamiento de Ribatejada acometió, además, obras en el Coro y en la Capilla del Cristo y en 2003 la Comunidad inicio los trabajos de reparación de las cubiertas de la Iglesia.

Las investigaciones arqueológicas realizadas en el interior del templo han permitido detectar nuevos daños en el edificio y han propiciado el hallazgo de un conjunto de enterramientos que ha hecho necesaria la modificación del proyecto de restauración para favorecer la puesta en valor de los nuevos hallazgos.

Se ha recuperado el solado original y han aparecido enterramientos, de los que al menos 12 son de notable valor histórico -como el de Phelipe García-. También han aparecido otros restos arqueológicos de interés como el Pozo Airón, situado bajo el actual Coro y que es un elemento de clara tradición prerromana-carpetana. Además, se han descubierto las pinturas originales del templo, entre las que se encuentra una representación de Santa Bárbara y restos de otro santo, posiblemente del siglo XVI, pertenecientes a uno de los dos retablos fingidos del templo.

Lápidas ocultas y pinturas murales

Las lápidas encontradas se han reubicado en el centro del presbiterio y se han protegido con un vidrio. Además, se ha suprimido el mobiliario inadecuado y se han restaurando aquellos retablos que gozaban de valor histórico y artístico. La Escuela Superior de Conservación y Restauración ha restaurado dos pinturas de la Inmaculada que albergaba el templo, una de ellas del siglo XVII-XVIII y otra del XVIII.

También se ha realizado una intervención de limpieza y restauración de barnices sobre los lienzos del siglo XIX que representan al Rey David con su cortejo y Jesús con La Samaritana que se han colocado en los muros laterales del presbiterio. Estas actuaciones van a completarse con una tercera intervención de menor envergadura, que se iniciará en breve, y que afectará a las cubiertas y a la fachada.

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