Los cambios que Manuel Borja- Villel presentó hace apenas un mes se hacen visibles en el entorno que rodea el Guernica, el icono del MNCARS. La propuesta elegida para presentar el cuadro al público es, según el director, “una visión poliédrica, que ofrece varias lecturas desde la artística, con la hermandad de los artistas participantes en el pabellón de la exposición de París a la histórica, con la evolución de la Guerra Civil española y el Gobierno de la República. También se pretende mostrar la influencia de esta obra sobre el mundo del arte por lo que se proyectaran películas como la realizada por Martín Patino en 1971.”


Elisa Rodríguez

Borja-Villel, quien convocó a los medios en la segunda planta, en la sala creada a través del alzamiento de tabiques en mitad del antiguo pasillo, y que será la encargada de acoger a los más del millón y medio de visitantes que se esperan para este año, presentó los cambios que rodean al lienzo de Picasso. El más significativo es la primacía de la visión frontal por lo que se obliga al visitante a acceder por los arcos del muro de carga que existe frente a la obra.

El Guernica se puede ver con una nueva iluminación, la luz que se proyecta sobre el mural es blanca lo que permite apreciar la escala de grises, blancos y negros utilizada por Picasso en la creación de esta obra. Otro cambio que ha sufrido esta sala en la que se creará un microclima diferente al del resto del museo que permita unas condiciones óptimas de conservación de la obra es la ubicación de una tarima blanca delante del lienzo, eliminando el cordón existente, y con la que se delimita la distancia mínima de seguridad.

El entorno que rodea este cuadro también ha sido remodelado evocando el pabellón que la República presentó en París en la Exposición de 1937 del que se puede admirar en una maqueta y las fotografías realizadas por Kollar y Roness-Ruan.

A la obra de Alberto, El pueblo español tiene un camino que conduce a una estrella y que se exhibe en la plaza de Santa Isabel se unen otras obras que formaron parte de la muestra o que se relacionan directamente con ella como los dibujos preparatorios del Guernica, las fotos que realizó Dora Maar mientras Picasso lo pintaba o la Dama Oferente y el Hombre del Cordero que se exhibían anteriormente a la remodelación de Villel.

El fichaje estrella de la reforma ha sido la Fuente del Mercurio creada por Calder para dicho pabellón y que se exhibía delante del Guernica en París. Tras la desaparición de las obras expuestas en el Pabellón español Calder, que formó parte de la muestra gracias a la amistad que le unía a Miró, creo una copia en 1943, obra que ha sido dejada en depósito indefinido por la Calder Foundatión de Nueva York. La Fuente, hace referencia a la caída de las minas de mercurio de Almadén en manos nacionalistas, pretendía denunciar así los intereses económicos del gobierno franquista y concienciar a los visitantes de los desastres de la guerra frente al gobierno republicano que utilizó a los artistas más importantes del momento como Miró, Julio González o Josep Renau junto a los anteriormente mencionados Picasso y Calder para crear las obras que se verían en la Exposición.

Dentro de este mundo belicista se exponen las imágenes captadas por Robert Capa, las obras de Horacio Ferrer, muestra del Realismo Social español de los años 30, y Antonio Rodríguez Luna, que firma Dibujos sobre la guerra, o la película realizada por Jean Paul Dreyfus con guión de Luis Buñuel titulada Espagne 1937 donde se muestra toda la crudeza de la guerra incluyendo escenas de los bombardeos de Madrid.

Al final del recorrido, por las salas anejas al Guernica se proyecta Canciones para después de una guerra realizada por Basilio Martín Patino. Una película basada en la recopilación de canciones españolas de los años 40 y 50 que van desde anuncios publicitarios al mítico cuplé.

El afán del director del museo no se limita a estos cambios sino que pretende llevar a cabo otras modificaciones en esta segunda planta. La primera es la ubicación del Guernica, en la que se está trabajando en dos líneas, una para cambiarlo a la pared de enfrente y otra para designarlo a la sala que en estos momentos ocupa la proyección de Patino. A esto se unen el trabajo para la adquisición de nuevas piezas como Guernica, una película de los años 50 o piezas firmadas por Calder.

Respecto a las propuestas realizadas por el director en abril, de las que ya informamos, y que afectaban a todas las plantas del museo hay que añadir los cambios propuestos por el Ayuntamiento de Madrid. Una reforma que pretende alargar el túnel que desemboca a la altura de Nouvelle hacia la zona de embajadores, con lo que se elimina la contaminación acústica de la zona, y la remodelación de la plaza de Santa Isabel, donde se eliminaran los desniveles dejando sólo altura. El cambio de la plaza junto a la creación de una marquesina en la entrada y la eliminación del foso y la creación de un auditorio en el nivel 0, conferirán un nuevo aspecto a la fachada principal del antiguo hospital. Proyectos que esperan realizarse a través de las convocatorias públicas correspondientes y que se fechan para después del verano, en el mes de Noviembre.

Los anticipos facilitados por el director del MNCARS, que volvió a mencionar su deseo de convertir el Reina en una agencia estatal para agilizar los trámites burocráticos, no se limitaron al acondicionamiento del edificio, sino que mostró la instalación de Juan Muñoz ubicada en la planta uno del edificio. Esta instalación, sirve como anticipo a la muestra que el museo dedicará al escultor el próximo año. La muestra, que en palabras de Villel, se distinguirá principalmente de la que en estos días se ve en Bilbao, “en el punto de vista de presentación de las obras, ya que afronta la producción de Muñoz desde los escritos dejados por el propio artista”.

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