Segre celebra la subasta de mayo en tres sesiones donde la pintura, las artes decorativas y la joyería son las protagonistas. La pieza estrella de la primera jornada es un Julio Romero de torres que sale a la venta en 100.000 euros. Esta casa de subasta cierra junto a Durán este ambiguo mes en el que las noticias contradictorias sobre el estado del mercado de las subastas y las ventas ilícitas de obras de arte llenan los periódicos nacionales.

Elisa Rodríguez

Y es que este quinto mes del año ha resultado prolífico en noticias para el mundo del arte. En la primera semana de mayo, Noah Charney, el escritor del libro “El ladrón del arte” y promotor de ARCA, una institución no lucrativa dedicada a la persecución y prevención del robo de obras de arte, participaba en Bilbao en unas jornadas «para perseguir la delincuencia contra el patrimonio artístico». Posteriormente la Biblioteca Nacional realizó una exposición con los mapas recuperados de Ptolomeo, presentación a la que acudió la Brigada de Patrimonio Histórico de la Policía Nacional, que días después recibió el galardón de la Medalla al Oro de las Bellas Artes. Esta división ha sido la encargada de detener al director de una casa de subastas madrileña por sustraer obras depositadas en la caja fuerte de esta empresa y venderlas ilícitamente.

Si estas han sido las noticias que por desgracia relacionan el mundo del arte a la delincuencia, las noticias que relacionan este mundo con la economía han sido también abundantes. Este mes de mayo se han congregado en Nueva York las grandes subastas de Arte Impresionista y Moderno y de Arte Contemporáneo que abarca desde la corriente impresionista de finales del XIX al arte realizado antes de la II Guerra Mundial, en la primer caso, a obras de factura reciente donde encontramos a los grandes icono pictóricos de nuestro tiempo, Monet, Picasso, Francis Bacon, Freud, Donald Judd o Damien Hirst. Si es cierto que las subastas han seguido batiendo records de facturación y de artistas hay quien interpreta que ciertos lotes queden desiertos, es decir que no sean pujados, como el primer síntoma del principio del fin de la tendencia alcista del mercado del arte.

Volviéndonos a centrar en el mundo de las subastas españolas la tendencia alcista parece que lleva rota desde el final de la pasada temporada algo que no impide la calidad y las ventas altas de ciertos lotes.

Segre en su sesión inicial presenta algo menos de doscientos lotes entre los que destacan en pintura antigua una Sagrada Familia del círculo de Poussin, dos obas sobre papel pegadas a lienzo de Tiépolo que parten con una salida inicial de 35.000€ cada una y varias escenas de factura flamenca.

El siglo XIX vuelve a presentar otra vez grandes lienzos como los firmados por Esquivel, Reyna, Zuloaga o Francisco Gimeno, que ofrece un retrato infantil de su hijo. Una obra que roza el fin de siglo como el pequeño lienzo de José Cusach o el siempre demandado Romero de Torres quien en esta ocasión se aleja del simbolismo que ofrecen sus gitanas andaluzas para mostrar una escena propia del costumbrismo con factura impresionista, donde la luz del mediterráneo invade el exterior representado.

El siglo XX, especialidad de esta casa de subastas, ofrece lotes de Grau Sala, quien firma cuatro lienzos, un Clavé colorista de la década de los cuarenta o el misticismo personalizado de los paisajes castellanos de Díaz Caneja. Este pintor ofrece una árido paisaje castellano y un paisaje verdoso inédito en el mercado, ya que fue adquirido directamente al pintor por el propietario actual. Otro místico de la pintura es Ramón Gaya quien firma Salomé con la cabeza de San Juan el Bautista, una obra mixta de pastel y acuarela; y un Homenaje a Fidias, una de sus naturalezas muertas en la que los objetos en calma vibran por sí sólo. Junto a estos artistas aparece Eduardo Úrculo que firma tres de los lotes de la sesión, Manuel Rivera o un Feito en tonos claros en el que se crea una combinación armónica del óleo blanco y negro junto a la arena y que puede cambiar de dueño si encuentra un comprador que pague al menos los 40.000€ del precio de salida.

Presentes en esta jornada están también varios artistas sudamericanos. José Bedia firma un díptico que sale a la venta por 18.000€; le acompañan Oswaldo Guayasamín y un dibujo del pintor colombiano más internacional del momento, Fernando Botero.

La representación internacional no se queda aquí, hay que unirle un dibujo en tinta y lápices de colores de André Masson, dos comprensiones y una escultura de Arman, una serigrafía de Cindy Sherman o una litografía del 86 de Sam Francis.

Respecto a los pintores actuales la portada ha sido dedicada a Juan Uslé que comparte cartel con una litografía de Barceló, varios lienzos de Piujan y Casamada, junto a obras firmadas por Antón Lamazares y Guinovart.

Una especial mención hemos de dedicar al conjunto de esculturas que se ofrecen a la venta, desde un histórico Julio González o un Oteiza a obras de Gómez Raba, Leiro, Berrocal o Miquel Navarro pasando por Susana Solano o el cada vez más reconocido e imparable en precios Juan Muñoz quien en estos días estrena exposición en el Guggenheim tras su paso por la Tate Modern londinense.

Para terminar citaremos los nombres de los fotógrafos más destacados en la sesión encabezados por Joan Colom, que ofrece una fotografía atípica del Raval y James Nachtwey que firma Indonesia, una instantánea del 98 que sale a la venta en 1.000€. Díaz Maroto, Ouka Leele, Chema Madoz o Jorge Rueda son otros de los artistas presentes que salen a la venta por precios que oscilan entre los 850€ y los 550€.

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