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Seicento Napolitano.Del Naturalismo al Barroco en la Real Academia de Bellas Artes

Del 14 de mayo al 13 de julio


Ribera, Giordano, Gentileschi, Caraccciole, Guarino, Belvedere, Recco o Ruoppolo, entre otros pintores, presentes en esta exposición inédita

Más de cincuenta lienzos de museos napolitanos y colecciones privadas muestran lo mejor de su pintura durante el siglo XVII.

Retratos, vanitas, bodegones, paisajes, mitología y tradición conforman el trayecto entre el realismo y el naturalismo hacia el Barroco.

Organizado por la Fundación Banco de Santander y la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando

“Seicento napoletano. Del naturalismo al barroco” es el título de esta exposición que presenta y organiza la Fundación Banco Santander en la Sala de exposiciones de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando del 14 de mayo al 13 de julio, con una extraordinaria selección de más de cincuenta obras de pintura napolitana del siglo XVII –edad de oro artística en Nápoles- que se presenta por primera vez en Madrid.

En la muestra no sólo se darán cita los creadores napolitanos más relevantes que forman parte ya de la iconografía de la pintura universal como el español afincado en el virreinato, José Ribera o los italianos Gentileschi, Lucas Giordano o Caracciolo, que dieron a la pintura una calidad, una riqueza de luces y sombras, y una variedad de temáticas que han venido a ser verdaderos documentos para el presente; sino también otros nombres más desconocidos para el público en general, pero que constituyeron una verdadera legión de maestros de este periodo, cubriendo con sus encargos buena parte de los gustos de la Corte española, del Virreinato de Nápoles y otras cortes europeas.

LOS ARTISTAS Y LAS CORRIENTES

La exposición, que parte de un intenso Ecce homo de Giovan Battista Caracciolo, viene a plantear la evolución desde un primer naturalismo hasta la liberación del Barroco, y en ella conviven la quietud de escenas silenciosas con el clasicismo más sosegado, o bien la monumentalidad de composiciones arriesgadas, con la intimidad y el detalle de las naturalezas muertas.

Hay dos grandes influencias en esta muestra y en todo el periodo. La primera de ellas es la impronta de Caravaggio, presente en Nápoles a principios de siglo y con clara influencia en sus seguidores napolitanos (Sellitto, Caracciolo o Vitale) representados en esta exposición. La segunda y no menos importante es la instalación en la ciudad, en el primer tercio de siglo, del español José de Ribera, que impulsó la corriente naturalista y, posteriormente, contribuyó a la implantación del barroco más veneciano y mediterráneo. Presentes en esta exposición, además del propio Ribera, están los naturalistas napolitanos Falcone, Fracanzano o Guarino.

A mediados de centuria, compartieron la hegemonía de la pintura napolitana las tendencias clasicistas y el neovenetismo de Tiziano o el Veronés. Como representantes de estas corrientes, la exposición muestra las obras del clasicista Stanzione o las pinturas más luminosas y cromáticas de Cavallino o Gargiulo. En la última parte del siglo triunfó la pintura solar y mediterránea de los grandes maestros vénetos del XVI y la pintura napolitana se adentró definitivamente en el barroco. Sus principales representantes, todos ellos presentes en esta exposición, fueron Mattia Preti, Lucca Giordano y Francesco Solimena.

Junto a estas grandes corrientes, no es posible olvidar en el Seicento napolitano a los pintores de paisajes, naturalezas muertas o flores (como Recco, Ruoppolo o Belvedere), algunos de ellos con lúcidos y caravaggescos resultados y de quienes se ofrecen obras en la exposición.

LA ÉPOCA

Una época que logró fundir la magnífica tradición grecolatina con la llegada de las corrientes más relevantes de aquel momento, de la mano de creadores de gran valía que harían que hoy, siglos después, se les recuerde como a unas generaciones de artistas de vital importancia. Hay que tener en cuenta los lazos que nos unen a Nápoles desde el pasado: una común tradición que heredamos de la Antigüedad y las diferentes figuras de nuestra monarquía, cuyo papel allí fue destacadísimo y que propició los intercambios culturales entre España y Nápoles. Muestra de ello es la representativa presencia de pintura napolitana que se conserva en España.

El valioso siglo XVII napolitano ha sido ensalzado por los mejores especialistas en Barroco italiano, pues en él se dieron cita varias fórmulas que han sido de interés para historiadores y estudiosos de otras disciplinas, así como apoyada por las instituciones culturales más destacadas.

Gracias a la generosidad de la Soprintendenza Speziale per il Patrimonio Storico, Artistico ed Etnoantropologico e per il Polo Museale Napoletano, al permitirnos exhibir tan destacadas obras pertenecientes al Museo de Capodimonte, al del Castel Sant’Elmo y al Museo y Cartuja de San Martino, así como al Museo Civico Filangieri, al Diego Aragona Pignatelli Cortes, al Correale di Terranova y al Banco di Napoli, sumados al préstamo de coleccionistas particulares.

La catalogación de todas estas pinturas va precedida de dos excelentes trabajos. El primero es obra del experto en arte napolitano y Comisario de la muestra, Nicola Spinosa, Superintendente de los bienes artísticos e históricos y de los museos napolitanos, Profesor Universitario, autor de numerosas publicaciones y restauraciones artísticas en Nápoles.

El segundo reedita un estudio de nuestro gran especialista Alfonso E. Pérez Sánchez, realizado en 1985 y actualizado para la ocasión, que trata de las relaciones entre España y la pintura napolitana del Seicento

Datos de interés
Seicento Napolitano. Del Naturalismo al Barroco
Real Academia de Bellas Artes de San Fernando
C/ Alcalá, 13, Madrid
Del 14 de mayo al 13 de julio de 2008
Comisario:Nicola Spinosa