Christie´s exhibe en Madrid la representación española en las subastas de Junio en Londres. A la cabeza un magnífico Antonio López, de más de dos metros de longitud titulado Madrid desde Torres Blancas. En esta misma sesión del 30 de junio en Nueva York dedicada al Arte de Postguerra López estará acompañado por un Tápies, Azul con cuatro barras rojas, y una escultura de Eduardo Chillida. Unos días antes se subastará en la misma sede de King Street en la sección de Arte Impresionista un Don Quijote de Julio González. Subasta 30 de junio en Nueva York
Elisa Rodríguez

La tabla de López, es una especie de collage del paisaje madrileño, retratando cada edificio en una hora y día diferente, como demuestran las anotaciones en lápiz que pueden verse a través del óleo, o las diferentes iluminaciones de cada edificio. Madrid desde Torre Blanca, en la que estuvo trabajando desde el año 1976 al 1982, cuenta con toda las propiedades que han marcado la obra del pintor. En ella que se descubre el ambiente de la ciudad a finales de la década de los setenta, con su polución, la luz de las 21.40 del mes de junio, como indica el reloj que aparece encima de un edificio o la sensación de urbe deshabitada que recubre la cuidad en el mes de agosto.

María García Yelo, directora del Departamento de Arte Moderno y Contemporáneo, reconoce la relevancia de esta pieza en el mercado con la que se espera batir el record de artista para Antonio López, ostentado por Christie´s, y el record de artista vivo español. “Es la piezas más importante del pintor vistas en subastas. Antonio López trabaja lento y quien tiene una de sus obras en casa ha tardado años en conseguirla, por lo que el coleccionista no suele desprenderse con facilidad de ella. En este caso hemos tenido que esperar una generación, ya que esta tabla pasó de manos del pintor directamente al propietario, cuyos herederos la saca hoy al mercado”.

Poco más podemos decir de esta obra, a la que los expertos de Christie´s dan una estimación entre el 1.500.000- 2.000.000£, hasta que el 30 de junio sea subastada, solamente que tras su estancia en Madrid viajará a Nueva York, tal y como hacen con las piezas cumbres de cada sesión, para que pueda ser admirada por los coleccionistas americanos del pintor que estos días disfrutan de la retrospectiva que se le dedica en la ciudad Boston.

La presencia española se refuerza en esta sesión gracias a un Tápies del año 1966 estimado en 350.000- 550.000£. El catalán que junto al ya mencionado Antonio López, Valdés y Barceló es uno de los artistas españoles vivos que más repercusión tienen en el mercado internacional presenta un lienzo matérico. En este trabajo observamos la presencia de uno de los tótems del pintor, una cruz negra que aparece tímidamente dos veces en la parte inferior del lienzo. Este lienzo se cubre por una gran superficie de arena coloreada en azul celeste, color poco habitual en la paleta del catalán, y unas barras rojas que representan la bandera catalana.

Si en pintura las pautas vienen marcadas por estos artistas, la escultura española es un dominio de Eduardo Chillida y Julio González. Artistas que comparten como nota común la pequeña estatura de sus piezas, en este caso, y su escasez de obra en el mercado, especialmente peculiar en el caso del artista vasco que murió hace seis años, cuyas esculturas salen a cuentagotas en subastas y siembre en un marco internacional.

González, maestro de Picasso e inspiración para el escultor David Smith es el primero en batirse con el caprichoso mundo del coleccionismo. El bronce con pátina negra que presenta es el último ejemplar de los seis que creó el artista, un Don quijote que recuerda tanto al Profeta como a la Máscara de Greta Garbo del MNCARS. Un dibujo realizado en metal que juega con la geometría y con el vaciado del espacio que parte con una estimación de 100.000- 150.000£.

Chillida está presente con un ejemplar único de 30,5 cm titulado De Música (Proyecto para Dallas) estimado en 200.000- 300.000£. Realizado a finales de los ochenta en hierro ya se puede admirar la pátina de oxido que daba el acabado final que el artista quería para sus obras.

Imágenes Logopress

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