Tras las obras de restauración Metro recupera la estación de Chamberí como sede del museo del suburbano

Se abre al público la antigua “estación fantasma” y la Nave de Motores de Pacífico con su aspecto original


El mantenimiento anual será de 800.000 euros cofinanciados por Metro y Ayuntamiento


El objetivo es acercar al público la historia del Metro de Madrid y la importancia del transporte público

Metro de Madrid ha recuperado la estación de Chamberí y la Nave de Motores de Pacífico, dos instalaciones emblemáticas que se encontraban actualmente en desuso y que desempeñaron un importante papel en la historia del Metro, para transformarlas en la sede del museo del suburbano.

El consejero de Transportes e Infraestructuras, Manuel Lamela, acompañado del alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, inauguró hoy la antigua “estación fantasma” de Chamberí, que ha sido totalmente restaurada y conservada según su estado original para poder abrirla al público, y la Nave de Motores de Pacífico. Ambas instalaciones constituyen hoy “el más valioso testimonio del nacimiento y desarrollo de la compañía metropolitana”, aseguró Lamela.

Su rehabilitación y restauración ha contado con un presupuesto de 6,2 millones de euros, a los que hay que sumar los 800.000 euros anuales de mantenimiento que serán cofinanciados entre Metro y Ayuntamiento.

Tanto la estación de Chamberí como la Nave de Motores abrirán al público de martes a viernes de 11:00 a 19:00 horas. Los sábados, domingos y festivos abrirá de 10:00 a 14:00 horas.
Su entrada será gratuita y contarán además con visitas guiadas en grupo.

Sedes de Andén Cero
La estación de Chamberí y la antigua Nave de Motores de Pacífico constituirán las dos sedes de Andén Cero, el nuevo centro de interpretación de Metro de Madrid. “Desde hoy, los madrileños pueden disfrutar de dos instalaciones históricas y a veces desconocidas, que les van a permitir conocer cómo era el suburbano en sus orígenes y, en parte, poder viajar en el tiempo”, resaltó el consejero de Transportes.

Metro de Madrid ha acometido una profunda obra de reforma en la antigua estación de Chamberí, perteneciente a la primera línea de Metro y diseñada bajo el sello del arquitecto Antonio Palacios. La estación ha permanecido cerrada desde 1966, año en el que Metro decidió alargar las estaciones de la línea 1 para introducir trenes de mayor capacidad, y Chamberí quedó fuera de estas obras dada su situación curva y su proximidad a las estaciones de Bilbao e Iglesia.

Hoy, tras los trabajos de recuperación, es posible volver a contemplar los acabados brillantes, coloristas y luminosos impuestos por Antonio Palacios. Lamela explicó que la intervención ha consistido en la restauración integral del interior, sus suelos, muros, bóvedas y carteles publicitarios, así como la recuperación del mobiliario y los andenes originales.

Además, se ha creado un nuevo acceso, ya que el original fue clausurado y demolido. Esta boca cumple la normativa de accesibilidad, cuenta con ascensor y escalera, y se ha adaptado a la actual organización urbana de la plaza de Chamberí.

Los trabajos realizados permiten ahora al público recorrer la estación, desde las taquillas hasta el andén. A lo largo del recorrido, elvisitante descubre una estación de 1919 con todos sus elementos originales -paneles publicitarios de cerámica y el mobiliario de época- que se acompañará de documentación audiovisual sobre la historia del Metro.

El consejero quiso destacar que todos los trabajos se han desarrollado con una cuidadosa planificación y con las restricciones impuestas por el paso continuo de los trenes, que ha obligado a trabajar en los andenes en horario nocturno.

Nave de Motores de Pacífico
Por su parte, los trabajos de conservación de la Nave de Motores de Pacífico han consistido en la recuperación del aspecto original del edificio, así como la limpieza y restauración de la maquinaria y muebles, y la creación de un espacio de acogida para el público.

Cerrada desde 1972, esta nave se construyó para solventar las posibles insuficiencias de suministro eléctrico y prestar un mejor servicio de la red de Metro. A lo largo de sus años de funcionamiento, llegó a suministrar electricidad no sólo al resto de subestaciones de Metro, sino a toda la población de Madrid durante la Guerra Civil.

En definitiva, la recuperación de estos dos espacios históricos se ha concebido como una “máquina del tiempo”, a través de la cual los visitantes podrán realizar un viaje por la historia de Metro, desde las primera décadas del siglo XX, pasando por los momentos en que el suburbano se convirtió en refugio durante la Guerra Civil, hasta la etapa actual, caracterizada por una ampliación de la red sin precedentes.“Este proyecto de recuperación va a poder ofrecer a los madrileños un pedazo de historia, no sólo del Metro, sino de su ciudad, del transporte público y de los avances en la ingeniería”, concluyó el consejero