Del 11 de marzo al 18 de mayo de 2008

El Museo Thyssen-Bornemisza abre al público, el próximo 11 de marzo, la exposición Otto Dix. Retrato de Hugo Erfurth. Técnicas y secretos, edición número 21 de la serie Contextos de la Colección Permanente. Una vez más, una obra de la colección del Museo da pié a una muestra monográfica que profundiza e ilustra el contexto en el que fue creada; en esta ocasión, Hugo Erfurth con perro, realizado en 1926 por uno de los grandes pintores alemanes del siglo XX, Otto Dix.

La exposición, fruto de un proyecto conjunto de investigación llevado a cabo por los departamentos de Pintura Moderna y Restauración del Museo bajo la dirección de Paloma Alarcó, conservadora de Pintura Moderna, y de Ubaldo Sedano, restaurador jefe, se plantea desde una doble perspectiva: Por un lado, estudiar el estilo realista de Dix y analizar la relación del pintor con su amigo Hugo Erfurth, afamado fotógrafo de retratos y, a través de ella, profundizar en un capítulo fundamental del debate artístico de esos años: la equiparación de la pintura y la fotografía. La muestra reunirá algunas obras de ambos artistas para comprobar cómo su mutua influencia fue más allá de la estrecha amistad que les unió y comparar el estilo pictoricista del fotógrafo frente a la técnica casi fotográfica del pintor.

Por otro lado, esta exposición pretende descubrir al público los secretos de la particular técnica que Otto Dix utilizaba en sus obras. El proceso creativo del artista alemán, en los años en que realiza el retrato de su amigo Erfurth junto a su perro, se caracteriza por su interés en recuperar las técnicas de los grandes maestros del Renacimiento alemán, como Durero o Cranach. La presentación en la sala, tanto de algunos dibujos preparatorios, como del estudio y los análisis científicos llevados a cabo por el equipo de Restauración del Museo -a través de una completa selección de fotografías, radiografías e imágenes ilustrativas- permitirá al espectador acercarse a la obra de arte de una forma diferente y, sin duda, muy atractiva.
Otto Dix. El Maestro Antiguo de la Modernidad

Otto Dix y Hugo Erfurth se conocieron en el año 1920; por aquel entonces Dix era todavía un pintor joven y desconocido, recién llegado a la ciudad de Dresde (1919) tras cuatro años en el frente. Se inscribió en la Academia de Bellas Artes y entró en contacto con numerosas personalidades del mundo de la cultura de la ciudad, entre ellos, Hugo Erfurth, quince años mayor y ya consagrado fotógrafo de las principales personalidades de la Alemania de la República de Weimar; el interés de Erfurth por retratar a la nueva generación de artistas afincada en Dresde -uno de los centros culturales más activos del momento- propició el inicio de su amistad, que continuaría durante algunos años.

Tras algunos experimentos expresionistas, futuristas e, incluso, dadaístas, Dix se decantó finalmente por un lenguaje realista propio que le permitía mostrar de manera crítica su repulsa por la sociedad que le rodeaba y que le convirtió en uno de los máximos representantes de la Nueva Objetividad (Neue Sachlichkeit). Su profundo conocimiento y admiración por los maestros antiguos, muy particularmente de los grandes maestros del Renacimiento alemán, le llevó a cimentar su nuevo estilo en una técnica que recuperaba la forma de trabajar de esos artistas, desde la elección de la tabla frente al lienzo como soporte de sus cuadros o de la técnica mixta (óleo y temple), hasta los más mínimos detalles en la preparación del soporte, en la forma de utilizar los colores, las veladuras o, incluso, su firma en forma de anagrama al estilo del utilizado por Luchas Cranach. Estos recursos técnicos le ofrecieron, además, el medio principal para lograr en sus obras la preeminencia de la forma sobre el color y la objetividad crítica que buscaba, acentuando el realismo de su estilo y confiriéndole ese tono crítico e irónico, incluso mordaz a veces, característico de sus cuadros.

Al mismo tiempo, la recuperación de técnicas y estilos antiguos, junto a ese retorno al orden de la mano de un arte realista frente a los nuevos lenguajes de las vanguardias, estuvo acompañado en Dix, junto a otros artistas alemanes del momento, por un interés en recuperar las señas de identidad nacional, estableciendo un vínculo con la gran herencia de la cultura germánica.

Otto Dix, pintor / Hugo Erfurth, fotógrafo
El retrato fue uno de los géneros más frecuentados en la producción de Otto Dix en los años de entreguerras, con modelos compositivos tradicionales pero introduciendo en ellos algunos elementos de distorsión, en detalles de los personajes retratados (las manos o la mirada, por ejemplo), o del escenario en que los pinta. Dix retrata por primera vez a Hugo Erfurth en 1922 y posteriormente lo haría en varias ocasiones; cuando en 1926 pinta Hugo Erfurth con perro, Otto Dix había abandonado el tono crítico de obras anteriores, aunque mantiene aún la técnica mixta sobre tabla. Dix pintó también con esta técnica al pastor alemán que acompaña a su dueño en este retrato, Ajax, en 1928, en solitario; esta obra, junto a dos dibujos preparatorios del cuadro del Museo, podrán contemplarse en la sala, junto a algunas fotografías de Hugo Erfurth: varios retratos de Otto Dix y su propio autorretrato. Erfurth perteneció a la generación de fotógrafos que pugnaron por equiparar la fotografía con la pintura, y lo hizo utilizando técnicas pictoricistas, adoptando temas y géneros propios de la pintura o buscando captar en sus retratos la interioridad de los personajes.

La equiparación de pintura y fotografía fue motivo de discusión teórica frecuente en aquella época. Dix y Erfurth compartían el mismo interés por el retrato y compartieron también a muchos de los personajes que retrataron; igualmente, ambos eran conscientes de la competencia que el auge de la fotografía suponía para el género del retrato en pintura y no permanecieron ajenos a la polémica. Dix manifestó, por ejemplo, en diversas ocasiones su convencimiento de la superioridad de la pintura frente a la fotografía a la hora de captar la interioridad del individuo: «la fotografía sólo puede captar un instante (y ello de un modo meramente externo), pero nunca podrá crear la forma específica e individual, ya que esto úlitmo depende de la capacidad creativa y de la intuición del pintor» (Reflexiones sobre el arte de retratar).

Técnicas y secretos
El trabajo de investigación llevado a cabo por el equipo de Restauración del Museo sobre Hugo Erfurth con perro, cuyos resultados se presentan tanto en el catálogo de la muestra como en la propia sala de exposición, tiene como objetivo el estudio de la técnica de ejecución y los materiales empleados por Otto Dix a través del análisis científico del cuadro. Para ello, se han empleado las diversas técnicas y herramientas disponibles en el laboratorio del Museo: la macrofotografía, que permite descubrir las peculiaridades del trabajo del artista en la superficie del cuadro no visibles por el ojo humano -las características de la pincelada, la riqueza de matices, los descuidos o virtudes del artista en el proceso de creación, etc.-, la reflectografía infrarroja, que nos muestra el dibujo subyacente de la obra, las radiografías -que ponen de manifiesto la distribución de los distintos estratos utilizados en la realización del cuadro- y, por último, los análisis de materiales, que ofrecen una imagen secuencial de las capas superpuestas y los materiales utilizados por el pintor.

Los resultados obtenidos, junto al análisis de los dibujos y cartones previos a la obra final que podrán verse también en la exposición, han permitido obtener interesantes conclusiones sobre la forma de trabajar de Otto Dix: la elaboración artesanal y cuidada de sus obras, la calidad de los materiales empleados, la técnica utilizada para transferir el dibujo preparatorio sobre el cuadro definitivo, la forma de aplicar las capas de color hasta conseguir los efectos de luz y transparencia deseados, el gusto y la recuperación de las veladuras, etc. En definitiva, la documentación científica del proceso de creación del artista alemán, tomando prestadas las técnicas de los maestros del Renacimiento, pero con aportaciones propias y detalles personales que confieren a sus cuadros un carácter más enérgico y en apariencia menos elaborado y, por eso mismo, un aire más dinámico y moderno.

Actividades complementarias
Jornada de conferencias – Otto Dix: Retrato de Hugo Erfurth. Técnicas y secretos: El día 3 de abril tendrá lugar en el Museo una jornada dedicada a profundizar en los diversos aspectos en torno a la obra de Otto Dix planteados en la exposición; el salón de actos del Museo acogerá las cuatro conferencias que tendrán lugar a lo largo del día, a cargo de otros tantos especialistas: Anita Beloubek-Hammer (conservadora del Gabinete de Estampas del Staatliche Museen zu Berlin), Andreas Strobl (conservador del Staatliche Graphische Sammlung de Múnich), Bruce F. Miller (restaurador) y Andrés Sánchez Ledesma (químico). Entrada libre.

EXPOSICIÓN
Otto Dix: Retrato de Hugo Erfurth. Técnicas y secretos.
Contextos de la Colección Permanente 21
Organizador: Museo Thyssen-Bornemisza
Comisarios: Paloma Alarcó, conservadora de Pintura Moderna del Museo Thyssen-Bornemisza y Ubaldo Sedano, restaurador jefe del Museo Thyssen-Bornemisza.
Comisaria técnica: Marta Ruiz del Árbol
Número de obras: 20

Datos de interés:
Fechas: Del 11 de marzo al 18 de mayo de 2008
Museo Thyssen-Bornemisza. Paseo del Prado 8, 28014 Madrid
Lugar: Sala 47 y 48 (planta baja)
Horarios: de martes a domingo de 10.00 a 19.00 horas. La taquilla cierra a las 18:30h.
Entrada gratuita

Imágenes:
Otto Dix. Hugo Érfurth con perro, 1926 Temple y óleo sobre tabla (Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid)
Otto Dix. Erfurth con su perro Ajax, 1926
Carboncillo (Staatlische Museum zu Berlin)

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