Miguel Prieto, cien años después de su nacimiento se le recuerda en una exposición que reune más de 400 piezas para mostrar la obra polifacética del artista.

Del 28 de noviembre al 17 de febrero de 2008.
Antiguo Convento de la Merced de Ciudad Real.

A lo largo de 2008 la exposición se podrá ver en Toledo, Madrid y Valencia.

La Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC), adscrita al Ministerio de Cultura, y el Gobierno de Castilla la Mancha, a través de la Empresa Pública Don Quijote recuerdan a Miguel Prieto (Almodóvar del Campo, Ciudad Real, 1907 – México D.F., 1956) con la exposición Miguel Prieto 1907-1956. La armonía y la furia, que reune, en el Antiguo Convento de la Merced de Ciudad Real, más de cuatrocientas piezas, procedentes en su mayoría del legado de la familia Prieto. El título de la exposición hace referencia a un verso de un poema que Pablo Neruda -que trabajó y mantuvo una estrecha amistad con Prieto- le dedicó al artista manchego en la Navidad de 1940 y que se expondrá por primera vez en esta muestra.

La exposición, la primera que se celebra en España sobre Prieto, aborda sus múltiples facetas como pintor y artista militante (sus obras estuvieron junto a las de Picasso, Miró, Alberto Sánchez y Renau en la Exposición Universal de París, celebrada en 1931) tipógrafo, figurinista, ilustrador y escenógrafo con el fin de reincorporar a la memoria española a una de las figuras más desconocidas de nuestra cultura que, sin embargo, resulta imprescindible para trazar el mapa literario y artístico del siglo que acaba de terminar. A través de sus facetas de pintor y diseñador gráfico a las que acompañó un constante compromiso intelectual en lo social y en lo político, Prieto encarna, sin lugar a dudas, una de las figuras más sugestivas de la Edad de Plata.

Los comisarios han trabajado distintas facetas del artista: Juana María Perujo, para la semblanza general del artista; Juan Manuel Bonet, para su labor como tipógrafo; y Jaime Brihuega, para su obra plástica; son los comisarios de esta muestra que evoca, gracias a la colaboración estrecha de la familia del artista, una época marcada por la trascendencia cultural de la Segunda República, la experiencia lacerante y significativa de la Guerra Civil y el contexto histórico y cultural del exilio en México, pues en la obra de Miguel Prieto se refleja claramente, quizá como en ningún otro pintor español del exilio, el sentimiento del transterrado.

Para Juana María Perujo acercarse a la obra de Prieto “reconforta y obliga”: “Pintor, dibujante, escenógrafo, hombre de teatro, diseñador gráfico y tipógrafo, comprometido con pasión con las mayores y mejores causas de de su tiempo, amigo y camarada, logró sintetizar en una extensa obra, compromiso político y creación artística, conciencia y pasión, vitalidad y entrega en tan pocos años que sobrecoge pensar que apuraba la vida como el que sabe que su tiempo será corto y que la esencialidad en sustancia”, asegura.

La exposición reúne más de cuatrocientas piezas entre óleos, grabados, dibujos, bocetos, manuscritos, cartas, revistas, periódicos…., divididas en dos apartados que recorren la trayectoria vital y artística del homenajeado: Miguel Prieto en España. 1907-1939 y Miguel Prieto en México 1939-1956.

Los comisarios han seleccionado más de medio centenar de cuadros y un gran número de dibujos y grabados que muestran lo variado del quehacer pictórico del artista manchego. Entre ellos hay paisajes, bodegones y escenas de la guerra civil o alegóricas de España, así como otros que remiten al mundo mexicano. Prieto también compuso al óleo una impactante galería de retratos españoles en la que incluyó, entre otros, a Antonio Machado, Miguel Hernández, Dolores Ibarruri o Juan Rejano, también presentes en la exposición. La mayor parte de estas piezas hasta ahora nunca habían sido vistas en España.

Entre ellos el visitante podrá contemplar Composición alegórica de los desastres de la guerra, Soldados en el frente, Mujeres huyendo por las calles, Retaguardia de octubre y Espigadoras, los dibujos de tema bélico con los que Prieto participó en el Pabellón de la República Española de la Exposición Universal de París, celebrada en 1937, presidido por el Guernica de Picasso y que reunió también obras de Alberto Sánchez, Joan Miró y Josep Renau, entre otros.

Los comisarios también han seleccionado numerosos ejemplos de los trabajos desarrollados por Prieto como escenógrafo, figurinista y diseñador gráfico en el mundo del teatro, la danza y la ópera. Ya durante su etapa española, había tenido sus primeras experiencias como escenógrafo. Sobre todo trabajando en el mundo del guiñol, primero con el de Rafael Dieste en Misiones Pedagógicas; luego con el guiñol Octubre, de Rafael Alberti y, finalmente, con el suyo propio La Tarumba, con el que recorrió, después, los frentes de toda España durante la guerra civil.

La muestra se cierra con la faceta de Prieto como muralista, con una reproducción de su mural para el observatorio de Tonanzintla en Puebla Un hombre contempla el cielo.

Una amplia selección de obra plástica que pone de manifiesto, según Jaime Brihuega, la personalidad bifronte de Prieto “porque si sus diseños gráficos muestran una naturaleza elemental, rayana en un minimalismo capaz de convertirse en condensada metonimia de armonía, sus pinceles son, fundamentalmente, las manos de la furia. Porque si sus diseños encaran el nuevo tiempo vivido al otro lado del océano mediante una metamorfosis de la forma que gira hacia purezas inéditas, sus pinturas reconstruyen la memoria manchándonos las manos con la sangre y la sal de la vida. Manteniendo vivo el testimonio del juicio militante. Evocando el corazón dolorido. Y al final, aceptando un nuevo imaginario que habla ya, expresamente, desde la nueva tierra de acogida”.

La exposición reúne también numeras piezas que muestran la labor de Miguel Prieto como tipógrafo, seleccionadas por Juan Manuel Bonet, para quien el artista es, sin duda, “uno de los mejores tipógrafos españoles del siglo XX; un tipógrafo con un estilo sólo suyo, personalísimo”. Así lo demuestran las casi doscientas piezas reunidas para la ocasión. También su labor de ilustrador, tanto en sus comienzos en El pueblo manchego o en sus aportaciones a las revistas españolas de izquierda en la inmediata preguerra civil como Diablo mundo, Octubre, Sur o El tiempo presente.

Presentes estarán también sus colaboraciones gráficas en revistas republicanas durante la contienda fratricida entre las que se encuentran Nueva cultura y El mono azul así como su labor de maquetista y redactor, ya en el exilio mexicano, en las revistas Romance y Nuestro tiempo y en el suplemento México en la cultura del diario Novedades.

La muestra reúne también una importante recopilación de los libros que Miguel Prieto ilustro entre los que destacan el Canto general, de Pablo Neruda; La Celestina de Fernando de Rojas o La esfinge mestiza de Juan Rejano. Los ejemplares van acompañados de sus dibujos originales. Su faceta como tipógrafo está también ampliamente documentada a través de la labor que realizó desde el Instituto Nacional de Bellas Artes de México donde desempeñó varios cargos -jefe de Publicaciones, Director Artístico del Departamento de Prensa y Propaganda- entre 1948 y 1952.

El catálogo editado con motivo de esta exposición, diseñado por Alfonso Meléndez, incluye artículos de Juana María Perujo (Miguel Prieto: Identidad vivida); Jaime Brihuega (Los pinceles furiosos de Miguel Prieto); Juan Manuel Bonet (Miguel Prieto, maestro tipógrafo); y Miguel Prieto (Gutierrez Solana, español del desaliento). El volumen se completa con una antología de textos sobre el artista manchego firmados por Federico Aguirre Prado, Juan de la Encina, Antonio Sánchez Barbudo, Fernando Vázquez, Carlos Pellicer, Arturo Sotomayor, Juan Rejano, Antonio Rodríguez, Enrique F. Gual, Ceferino Palencia, Juan José Arreola, Jorge J. Crespo de la Serna, Cipriano Rivas Cherif, Miguel Guardia, Fernando Benítez, José Renau y Adolfo Sánchez Vázquez, además de las obras presentes en la exposición y de una completa cronología y bibliografía.

Ficha técnica:
Organizan y promueven: Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC) y Junta de Comunidades de Castilla la Mancha.
Colaboran: Antiguo Convento de la Merced de Ciudad Real, Museo de Santa Cruz de Toledo, Residencia de Estudiantes y Universidad de Valencia.
Producción ejecutiva: SECC.
Comisarios: Jaime Brihuega,Juan Manuel Bonet y Juana María Perujo.

DATOS DE INTERÉS:
Sedes y fechas:
-Antiguo Convento de la Merced de Ciudad Real (Del 28 de noviembre de 2007 al 17 de febrero de 2008).
-Museo de Santa Cruz de Toledo (Del 6 de marzo al 11 de mayo de 2008).
-Residencia de Estudiantes de Madrid (De mediados de mayo a finales de julio de 2008).
-La Nau de la Universidad de Valencia (De finales de septiembre a finales de diciembre de 2008).

Imagenes: -Miguel Hernández, 1947. Óleo sobre lienzo, 100 x 80 cm. -Programa de Rigoletto en el Cincuentenario de la muerte de Giuseppe Verdi, INBA, 1952 Tipografía sobre papel bond. Fondo Miguel Prieto Anguita. -Portada Catálogo.

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