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La Cueva de Altamira. Los estudios apuntan a su buen estado.

Los estudios han concluido que no se aprecia cambio alguno en el estado de conservación de la cueva en los últimos 30 años. Incluso apuntan a que se ha producido un progresivo equilibrio de los factores medioambientales.

La Cueva de Altamira fue descubierta hacia 1869 después de permanecer más de 13.000 años clausurada por el desplome de la entrada. A partir de este momento se alteran las condiciones ambientales que habían permitido mantener intactos los pigmentos durante milenios.

Durante el siglo XX, la frágil estructura geológica de la cavidad, las obras de acondicionamiento en su interior y la entrada masiva de visitantes (hasta 175.000 al año), fueron algunos de los factores que contribuyeron a desestabilizar el delicado microclima subterráneo. La cueva hubo de ser cerrada al público en 1977 para analizar la situación en profundidad. Se encargó este estudio a la Universidad de Cantabria y en 1982 la cueva fue reabierta al público con un limitado régimen de visitas que perduró hasta septiembre de 2002. [Régimen fijo y limitado de visitantes, de 10 personas al día en los meses de menor número de visitas autorizadas y de 40 personas al día en el mes de máxima visita autorizada; ca. 8.000 visitantes al año, en grupos de cinco acompañados por un guía, durante no más de 10 minutos de presencia en la sala del Techo de los Polícromos, todo ello en función de un modelo matemático realizado]. En 2002 se cierra la entrada para estudiar su estado actual sin las perturbaciones introducidas por los visitantes. Los estudios han concluido que no se aprecia cambio alguno en el estado de conservación de la cueva en los últimos 30 años. Incluso los estudios apuntan a que se ha producido un progresivo equilibrio de los factores medioambientales.

La Cueva de Altamira es de titularidad estatal desde 1977, adscrita al Ministerio de Cultura, Dir. Gral. de Bellas Artes y Bienes Culturales a través del Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira, creado en 1979. A finales de 2001 se producen graves problemas de conservación en la cueva de Lascaux (Francia) por una eclosión de actividad microbiológica (hongos). El Director del Museo de Altamira es invitado a formar parte del Comité Internacional para la Conservación de Lascaux. Estas circunstancias aconsejaron el cierre preventivo de Altamira y la planificación de los trabajos previstos y actualmente en curso. También en 2001 se apreciaron indicios de reactivación de la actividad microbiológica en el interior de la cueva, que podía ser un factor de riesgo grave para la conservación de las pinturas. En julio de 2001 se inauguró el nuevo Museo que supuso la disminución de la presión pública y facilitó la adopción de medidas drásticas para su conservación futura. La cueva fue cerrada a finales de 2002 como medida preventiva para su conservación.

En abril de 2007 se firmó un convenio de colaboración (2007-2009) entre la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales del Ministerio de Cultura y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas para el estudio integral del estado de conservación de la cueva y sus representaciones artísticas paleolíticas. Estos estudios dirigidos por Sergio Sánchez-Moral (Geólogo. Museo Nacional de Ciencias Naturales /CSIC), cuentan con un presupuesto de 367.075 €, y un plazo de ejecución de 30 meses. A partir de este trabajo, el Ministerio de Cultura establecerá el modelo de conservación, uso, accesibilidad (visita publica en su caso) y gestión más adecuado.

La investigación arqueológica en la Cueva de Altamira.
Los únicos estudios arqueológicos y de arte rupestre desarrollados de forma intensa en la Cueva de Altamira se deben a los profesores Hugo Obermaier y Henri Breuil entre 1924 y 1935. Sus resultados se recogen en su libro de 1935, La Cueva de Altamira en Santillana del Mar. Los resultados de la investigación desarrollada para la redacción y ejecución del Plan Museológico para Altamira (reproducción de la Cueva de Altamira y exposición permanente) han sido publicados en: J.A. Lasheras (ed.) (2002), Redescubrir Altamira, Madrid, Ed. Turner. Por tanto, el registro arqueológico de Altamira no ha sido aún suficientemente sistematizado, ni estudiado en su conjunto. El proyecto de investigación que el Museo Nacional y Centro de Investigación está desarrollando pretende subsanar este hecho, mediante una revisión y catalogación actualizada de todos los fondos obtenidos en Altamira, un estudio de conjunto de los mismos, y la realización de nuevos sondeos arqueológicos permitan un conocimiento preciso del contenido arqueológico de la cavidad. Desde 2003 el equipo del Museo de Altamira desarrolla el proyecto científico “Los tiempos de Altamira”, dedicado a la época en que Altamira fue utilizada como lugar de habitación, y como santuario, por grupos de cazadores-recolectores del Paleolítico Superior (culturas Solutrense y Magdaleniense Inferior/Medio).

Los próximos estudios pretenden conocer cómo fueron las ocupaciones humanas -y en qué condiciones ambientales se produjeron-, del espacio inmediato a la cueva de Altamira, en el sector costero central de la región cantábrica. En este territorio se localizan, además de la propia cueva de Altamira, otras importantes cavidades con registros geoarqueológicos -y artísticos- de similar cronología y entidad a los de Altamira. Los trabajos han consistido en actuaciones de limpieza de cortes estratigráficos preexistentes (y en mínimas excavaciones exploratorias), así como en la revisión y búsqueda de elementos gráficos parietales, en las cuevas de Cualventi, El Linar y Las Aguas a menos de 6 Km. De distancia de Altamira. Todos los yacimientos implicados disponen de niveles estratigráficos y evidencias arqueológicas y rupestres de la fase objeto de estudio, entre 22.000 y 14.000 años antes del presente. Estas excavaciones han contado con el permiso de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte del Gobierno de Cantabria, y han sido cofinanciadas por la propia Consejería y el Museo de Altamira. Participa un amplio grupo de investigadores tanto del propio Museo como especialistas externos (Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Museo Nacional de Ciencias, Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana de Burgos, Museo de Arqueología de Bilbao, Universidad de Alcalá de Henares, Universidad Autónoma de Madrid, Naturales, Universidad Politécnica de Madrid, Universidad Politécnica de Barcelona, Instituto Geográfico Nacional…)

EL MUSEO NACIONAL Y CENTRO DE INVESTIGACIÓN DE ALTAMIRA (1977-2007)

1977. El Gobierno de España adquiere el pleno dominio de la Cueva de Altamira por Acuerdo con el Ayuntamiento de Santillana del Mar.

1979. Creación del Museo y Centro de Investigación de Altamira.

1979-1982. Cierre de la Cueva. Estudio del estado de conservación, dirigido por Eugenio Villar, Catedrático de Física Fundamental de la Universidad de Cantabria.

1982-2002. Reapertura de la cueva al público con un cupo de visitantes reducido ( de 10 a 40 personas/ día según los meses) fijado por el equipo de la Universidad de Cantabria

1985. El Museo de Altamira adquiere la categoría de Museo Nacional y pasa a denominarse Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira.

1985. La Cueva de Altamira es incluida en la Lista de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

1997.Consorcio para Altamira (gestor de las obras de la nueva sede del Museo)

2001.Inauguración de la nueva sede del Museo de Altamira

2004.Investigación arqueológica cueva de Altamira

2002-2007.Cierre preventivo de la Cueva al público.

2007-2009. Investigación actual para la conservación de la Cueva de Altamira (Convenio CSIC/ DGBBAA)