Tras el éxito del Año Santo Lebaniego, Cantabria relanza otra de sus bendiciones: sus aguas termales

Por ENRIQUE SANCHO

El 23 de abril de 2007 el monasterio de Santo Toribio, en Liébana, cerró su Puerta del Perdón y con ella el Año Santo que durante doce meses ha llevado a este precioso valle a más de un millón de peregrinos y turistas. Esa puerta que, de modo similar a la de Santiago de Compostela, sólo se abre cuando el día de Santo Toribio cae en domingo, tardará en esta ocasión once años en señalar el inicio de otro Año Santo.

Pero a Cantabria no le faltan atractivos para seguir seduciendo a millones de visitantes. En su corto espacio de terreno se congregan infinitas -como dice su slogan- posibilidades. Entre ese mar Cantábrico que baña sus doscientos kilómetros de litoral acariciando sus playas o sus acantilados y los descomunales Picos de Europa que eran la primera referencia a lo lejos que marcaba la llegada al viejo continente a los antiguos marinos, se desparraman verdes valles salpicados de pueblitos anclados en el tiempo, antiguos monumentos y casonas señoriales, villas marineras que conservan sus hábitos artesanales, miles de cuevas en las que el hombre o la naturaleza han creado obras de arte, parques naturales que dan cobijo a la fauna autóctona o que han sabido acoger los más exóticos ejemplares de los cinco continentes…

También están, claro, sus aguas. Cantabria, como buena parte de España es heredera de una tradición termal que griegos, romanos y árabes ya practicaban hace milenios en nuestro suelo. La inmensa mayoría de nuestros centros termales con aguas mineromedicinales de capacidad curativa se encuentran situados en parajes naturales de inusual belleza, entre montes, playas y bosques. Existen registrados en todo el país más de 2.000 manantiales que, por calidad y cantidad, convierten a España en el gran balneario de Europa. Y así lo entendieron los europeos que veraneaban, a principios del siglo pasado, en balnearios como el de Liérganes, el más veterano de Cantabria y uno de los más antiguos de España.

España cuenta en la actualidad con más de 120 estaciones termales. Son establecimientos de gran calidad en los que disfrutar del placer y la acción curativa de los masajes y los baños termales y, por otra parte, de la paz, tranquilidad y confort proporcionados por instalaciones diseñadas para colmar todas las necesidades: piscinas de aguas termales al aire libre o cubiertas, instalaciones deportivas y servicios médicos exclusivos. Sus aguas -ricas en azufre, cloro, sodio y calcio- dan un magnífico resultado en el tratamiento de muchos trastornos crónicos y en la convalecencia de otros agudos. Son, pues, centros de terapia y esparcimiento a la altura de los mejores del mundo, a los que acudir para recuperar la energía perdida durante todo el año y encontrar la tranquilidad deseada.

En los últimos meses, Cantabria ha incorporado a su oferta tradicional -el mencionado Liérganes, construido en 1913 y ubicado en la población del mismo nombre, declarada Conjunto Histórico Artístico, Alceda, en el valle de Toranzo a orillas del Río Pas, Caldas de Besaya con sus siete manantiales que ya eran conocidos hace dos mil años…- tres nuevas instalaciones a la vanguardia de la balneoterapia y el termalismo en Europa. Junto a sus posibilidades curativas, están las lúdicas y las gastronómicas, que han hecho que, en los últimos tiempos, una escapada a balnearios o centros de spa en Cantabria, sea una opción turística y de ocio en auge.

El templo del agua

Situado en el Valle de Toranzo, en un paisaje de montaña, a orillas del río Pas, el balneario de Puente Riesgo, a sólo 28 kilómetros de Santander, es el lugar ideal para alejarse del estrés y las prisas, para dejarse cuidar y reponer fuerzas. Las bondades del agua que emerge de su manantial eran conocidas desde hace tiempo. Ya desde finales del siglo XVIII eran muchos los que se beneficiaban de su poder terapéutico en las antiguas casas de baños. Claro que hablar de antiguo en estas tierras es siempre relativo. A diez minutos de Puente Viesgo se encuentra uno de los grandes atractivos turísticos y culturales de la zona: el conjunto paleolítico de Monte Castillo, uno de los más importantes que se conocen (El Castillo, Las Monedas, La Pasiega y Las Chimeneas) y cuyas pinturas rupestres son un catálogo artístico que abarca un período de 120.000 años.

Aunque sus aguas han beneficiado a muchas personas durante más de dos siglos, desde hace quince años, Puente Riesgo se ha puesto de moda entre los deportistas como lugar de concentración y puesta a punto para sus competiciones. La Selección Nacional de Fútbol y equipos de Primera División, ciclistas, nadadores y tenistas lo han elegido en numerosas ocasiones.

Las aguas del balneario, que brotan a orillas del río Pas, son bicarbonatadas, cálcicas, cloruradas y sódicas y están especialmente indicadas para tratamientos antiestrés, circulatorios, reumatológicos… para combatir las afecciones del aparato circulatorio y respiratorio, problemas de traumatología, obesidad y ansiedad. Las técnicas de tratamiento se llevan a cabo mediante chorros-duchas, ducha circular, ducha filiforme de piernas, baños termales, masajes, sauna finlandesa, pulverizaciones, inhalaciones, ducha vichy, fangoterapia, piscina termal, gimnasia, hidromasaje subacuático, sauna de vapor y lavado nasal.

Pero como en la actualidad, los balnearios además de centros de salud son lugares lúdicos y de ocio, Puente Riesgo ha apostado también por ofrecer a sus clientes, desde diciembre de 2006, unas instalaciones termolúdicas de más de 2.000 metros cuadrados, denominadas «El Templo del Agua», que unen al poder curativo de sus aguas el atractivo de diferentes piscinas, jacuzzis, cascadas, ríos contracorriente, chorros y cuellos de cisne, camas de agua que aplican su fuerza en diferentes zonas del cuerpo. A ello se unen sauna finlandesa, baño de vapor, baño turco y cabina de hielo.

Aguas de Solares

Conocidas desde siempre como aguas minerales para beber, carbonatadas o sin burbujas, las aguas de Solares han ocupado uno de los primeros lugares entre las preferencias de los expertos. Pero el agua de Solares no sólo tiene propiedades y sabor únicos, también ofrece otras características que la hacen ideal para el tratamiento de enfermedades y la puesta a punto.

Hace poco más de un año abría sus puertas el Hotel Balneario de Solares convertido en un auténtico paraíso termal, del masaje y la belleza. El complejo, con unas de las instalaciones hidrotermales más modernas del sector y un extenso parque de árboles centenarios, recupera la tradición de uno de los balnearios clásicos del norte. Su arquitectura evoca el estilo romántico de su antecesor e incluso reconstruye fielmente uno de los antiguos pabellones.

Las aguas de Solares son bicarbonatadas, cloruradas, cálcicas y sódicas y resultan perfectas para tratamientos digestivos, metabólicos, antiácidos, anti-inflamatorios, diuréticos y del sistema nervioso. Para su aplicación se utilizan baños termales, hidromasajes, duchas (afusión, chorro, circular y vichy), barros, lodos y tratamientos de belleza, presoterapia y masajes.

En el área lúdica hay una gran piscina termal de casi 900 metros cuadrados, con zona de rehabilitación y de puesta en forma, el Aquarium que imita un balneario romano con recorrido por distintas estancias con diferentes temperaturas y humedades y, como novedad, un balneario infantil con masajes específicos desde 3 meses a 2 años, ejercicios o juegos en agua con monitor y asistencia de uno de los padres o sin necesidad de padres a partir de los 3 años y con programa de animación infantil.

Además hay diferentes zonas en las que se realizan distintos tratamientos corporales. En las zonas húmedas se hacen tratamientos de hidroterapia, baños termales clásicos, baños de burbujas, duchas circulares, chorro general y duchas Vichy. También hay 12 acogedoras cabinas, un auténtico paraíso del masaje y la belleza, donde, arrullados por el continuo sonido del agua en movimiento, los visitantes se verán transportados a una profunda sensación de bienestar.

La Hermida: entre valles y montañas

El tercero de los centros termales que en menos de un año ha sido abierto en Cantabria es el balneario de La Hermida, a los pies de los Picos de Europa y al comienzo del desfiladero del mismo nombre con los montes de Peñarubia a un lado y el río Deva al otro. El desarrollo de este centro es, a medias, fruto del azar y de un cierto enamoramiento súbito.

Cuentan sus propietarios actuales que de modo casual descubrieron las cálidas aguas que surgen de la montaña a más de 60 grados y decidieron adquirir lo que entonces eran las ruinas de un viejo hotel abandonado desde 1936 para rehabilitarlo y crear un singular balneario en uno de los parajes más bellos de la región. La aventura no fue fácil pero el resultado compensó con creces los esfuerzos. La Hermida es hoy uno de los balnearios más modernos y bellos de España, con instalaciones de primera línea y con una oferta hotelera y gastronómica de alta calidad.

La zona de balneario está dividida en tres apartados claramente diferenciados. Hay una zona de termalismo tradicional de tratamientos individualizados con agua termal que recuerda las antiguas termas y que, por tanto, respeta la más rancia tradición balnearia europea. Aquí se han instalado nueve bañeras de hidromasaje con ozonoterapia y cromoterapia, bañeras Niágara, bañeras Jamaica y otras, dos chorros termales, dos duchas circulares, dos duchas Vichy para masaje bajo agua, 3 salas de envolvimiento en lodo y algas, una sala con pediluvios y maniluvios y una sala con aerosoles e inhaladores para tratamiento de patología respiratoria.

Hay otra zona de termalismo más moderno, más grupal, más lúdico, quizás de apariencia más informal, más acorde con la demanda actual de colectivos amantes de los balnearios, donde las técnicas termales se disponen queriendo expresar un circuito «termolúdico», en el que es muy importante la combinación con fines terapéuticos del juego de temperaturas del agua: caliente, templada o fría. En ese espacio está la piscina termal dinámica con hidromasaje a diferentes alturas, cortinas de agua, cascadas, camas de masaje, puestos de hidromasaje a diferentes alturas, masaje en cuello de cisne, jardín de burbujas, zona de natación contracorriente y otros efectos. Hay una zona abierta al aire libre y junto a una de las paredes salvajes del desfiladero por la que cae una cascada. Un amplio jacuzzi colectivo, una batería de cinco duchas diferentes, a temperaturas y presión diferentes, baño de piernas bitérmico, un baño frío, sauna, terma romana y baño de vapor.

Mención aparte merece el que sin duda es el más original recinto de la Hermida, un rincón que tiene algo de espiritual, sublime y absolutamente mágico. Es el propio manantial, la antigua cueva recuperada después de 140 años, con el agua brotando a 60 grados. Allí se contempla y se aprecian las cualidades del agua en su estado más puro, su calor, el vapor que produce, los gases que emanan naturalmente del agua, y que son un regalo para la piel, para el sistema respiratorio, para las articulaciones desgastadas e incluso para los sentidos, siempre ávidos de gozar con nuevas sensaciones.

Naturalmente, los tres nuevos balnearios mencionados disponen de una oferta hotelera adecuada con alojamientos de cuatro estrellas y perfectamente equipados. Siempre hay, claro, la posibilidad de alternar el tiempo dedicado al disfrute de las aguas con visitas culturales en los pueblos de los alrededores, excursiones en una naturaleza intacta o paseos por las playas próximas.

Propuestas más clásicas

La oferta de aguas mágicas de Cantabria se complementa con otros balnearios más clásicos, en los que encontrar todo el encanto de lo tradicional y donde disfrutar del paso del tiempo a cámara lenta. El balneario de Caldas, en la localidad de Las Caldas de Besaya posee aguas cloruro-bicarbonatadas que están especialmente recomendadas para el sistema respiratorio y las articulaciones. En el balneario de Alceda, a 33 kilómetros de Santillana del Mar, se encuentra el manantial de aguas sulfurosas más caudaloso de Europa, ideal para todo lo relacionado con la piel. Otra posibilidad está en Liérganes, a 24 kilómetros de Santander. La oferta de su balneario incluye tratamientos para la piel y para el reumatismo, así como programas infantiles sobre termalismo.

Más información y reservas:

Puente Viesgo
Tel.: 942 59 80 61
www.balneariodepuenteviesgo.com

Solares
Tel.: 942 52 06 80
www.hotelbalneariosolares.com

La Hermida
Tel.: 942 73 36 25
www.balneariolahermida.com

Turismo de Cantabria
Tel.: 901 111 112
www.turismodecantabria.com

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