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El Noveno día de la Creación. Pinturas murales de Jesús Mateo en Alarcón.

La Fábrica Editorial presenta en la primera semana de noviembre «El Noveno día de la Creación. Pinturas murales de Jesús Mateo«, un estuche con dos publicaciones que recogen el resultado de la obra realizada por este artista en la iglesia de San Juan Bautista durante la última década.

Esta publicación es la primera de las actividades programadas para conmemorar el X aniversario del patrocinio oficial de la UNESCO a esta obra. Diseñado por Alberto Corazón, los volúmenes contienen fotografías de las pinturas murales y los bocetos realizados por Mateo a lo largo de más de seis años, así como textos y citas de creadores e intelectuales que han apoyado y han sido testigos del proceso creativo del proyecto, entre los que se encuentran José Saramago, Ernesto Sábato, Federico Mayor Zaragoza, Luis Mateo Díez, Luis Antonio de Villena, Fernando Arrabal, José Antonio Marina o Gustavo Bueno, entre muchos otros.

Alberto Corazón; el filósofo José Antonio Marina; el dramaturgo Fernando Arrabal; el poeta Francisco Brines; los fotógrafos José Latova –autor de las fotografías del libro-; Camino Brasa, subdirectora de La Fábrica Editorial; y el artista Jesús Mateo presentarán el libro la próxima semana en el marco de la misma iglesia de San Juan Bautista en Alarcó (Cuenca).

Diseñado por Alberto Corazón, se presenta en un estuche con dos volúmenes que recogen la obra que Jesús Mateo ha venido desarrollando en los últimos diez años en la iglesia de San Juan Bautista de Alarcón (Cuenca)
Las fotografías de José Latova reúnen por primera vez en dos volúmenes las pinturas que dan forma a una obra sobre la Naturaleza y el Hombre, en uno de los ejercicios más singular del arte contemporáneo español
Incluye textos de, entre otros, José Saramago, Ernesto Sábato, Federico Mayor Zaragoza, Gustavo Bueno, Fernando Arrabal, José Antonio Marina y Antonio López, testigos todos ellos del proceso de creación
Con la presentación de esta publicación se ponen en marcha los actos conmemorativos del décimo aniversario de la declaración de interés artístico mundial por la UNESCO a esta obra.

“No sé si la iglesia de San Juan Bautista acabará siendo considerada como la Capilla Sixtina de nuestro tiempo, pero sé que Jesús Mateo nació del mismo árbol genealógico que El Bosco o Brueguel el Viejo.” José Saramago.
“Instalado durante horas entre estos murales tuve la impresión de estar ante una creación especial, una obra de arte nada fácil, ante la obra de un gran pintor que merece todos los respetos.” Antonio López.
“El mural de Alarcón podría ser considerado como una composición musical, una sinfonía en movimiento en la que el lugar de los sonidos está ocupado por los colores y el lugar de las líneas melódicas por las líneas pictóricas.” Gustavo Bueno.
“Un recuerdo imborrable sellado en mi memoria”. Ernesto Sábato.

Dentro de unos días se presenta en Alarcón el libro El noveno día de la creación. Pinturas murales de Jesús Mateo en Alarcón. Ésta es la historia de una creación. La de un proceso creativo que tuvo su génesis en el encuentro fortuito entre Jesús Mateo (Cuenca, 1971) y la iglesia de San Juan Bautista, levantada en la Plaza Mayor de Alarcón (Cuenca) en el siglo XVI, y su posterior transformación en una de las obras más singulares del arte contemporáneo español.

Aquella noche de junio de 1994, Jesús Mateo, un jovencísimo artista en ciernes, acudía a una cena organizada con amigos en Alarcón. La casualidad quiso que compartiera mesa y mantel con D. Luis Martínez Lorente, párroco del pueblo, quien le habló entre plato y plato de una vieja iglesia desacralizada, de estilo herreriano, abandonada a su suerte, a la espera de ideas que la devolvieran a sus años de esplendor. Tras los postres, la inquietud y el interés del artista llevaron a Martínez Lorente a organizar una visita improvisada al templo.

Y en el principio fue el verbo. Y el verbo, un acto de creación. Y aunque no fuera precisamente la motivación religiosa la que impulsó a Mateo a conocer la vieja iglesia en ruinas, el encuentro del artista con este edificio despertó desde el momento en el que éste atravesó el umbral del santuario un estímulo creativo, ascético, que se plasmaría en los primeros bocetos que darían forma a los que, a partir de entonces, comenzarían a llamarse los murales de Alarcón. Así, sin encargos previos ni apoyos institucionales, Mateo vislumbró en estas paredes y bóvedas un lienzo en bruto desde el cual modelar una obra contemporánea y radical: la instalación de una obra de arte no religiosa aprovechando la extraordinaria ordenación interior de los espacios y de los parámetros de esta iglesia en desuso.

Desde entonces, seis años de trabajo diario enganchado a una andamio. Más de 2.000 jornadas a destajo encaramado a una obra que ha crecido y evolucionado con su creador. Una obra que con el paso del tiempo se fue radicalizando con la implantación de nuevas técnicas y texturas, pasando de ser un trabajo inocente y desenfadado a un proyecto arriesgado y cargado de claves técnicas y conceptuales.

La Naturaleza y el Hombre
La temática de los murales de la iglesia de San Juan Bautista escenifica como nada la lucha del artista con su obra, la del hombre con su entorno, su naturaleza. Así, los mundos anteriores a la presencia del hombre en la tierra, los orígenes de la vida, las formas primitivas que nos formaron y que volveremos a formar, los sueños, los fantasmas de nuestro propio pasado, la caverna iluminada, la bóveda celeste, la angustia, la ansiedad, la finitud, la propia vida vivida… ideas que han conformado una identidad plástica única.

Una década para escribir una historia en permanente evolución, que en paralelo ha propiciado visitas espontáneas, encuentros y amistades a pie de obra con personalidades como Florencio Martínez Ruiz, José Agustín Goytisolo, José Vidal Beneyto, Francisco Nieva, Carlos Bousoño, José Hierro, Antonio Saura, Daniel Nebot, Miguel Zapata, Eduardo Arroyo, Gustavo Torner, Julian Schnabel, Carmen Calvo o Julián Grau Santos, todos ellos seducidos por el influjo de esta obra y su creador.

Una obra declarada de interés artístico mundial por la UNESCO
El 3 de diciembre de 1997 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) otorgó oficialmente el patrocinio por su interés artístico mundial a las pinturas murales de Alarcón. Un hito que sitúa a este trabajo como la única obra de arte contemporáneo español, con su autor en activo, que ostenta esta distinción.

Federico Mayor Zaragoza, Presidente de la Fundación Cultura de Paz y Director General de la UNESCO entre 1987 y 1999, destaca que el organismo internacional distinguió a esta obra porque, en su momento, “se trataba de un acontecimiento histórico de gran calado, absolutamente inusual. Un pintor, en la más completa de las soledades, se embarcaba en una aventura que recordaba a las empresas del Renacimiento. Una aventura llena de riesgos por el entorno en el que se desarrollaba la obra, por la ausencia de participación institucional y por las propias características del lenguaje de Mateo”. El resultado de este trabajo es, según Mayor Zaragoza, “un trabajo pictórico vanguardista ajeno a la convención y a la norma, donde lo religioso y lo profano dialogan”.

Este reconocimiento fue fundamental para que hoy se pueda contemplar la obra de Jesús Mateo en su integridad. Un punto de inflexión en un camino que, en palabras del propio artista, se ha conseguido gracias a “la amplitud de miras de las autoridades eclesiásticas, la apuesta decida de la UNESCO y Federico Mayor Zaragoza, el apoyo de la familia Pozo Sanz al frente de Solán de Cabras y el energético empeño de cientos de hombres y mujeres, de colaboradores e instituciones que han contribuido decisivamente a la culminación de esta obra de arte”.

Una publicación de lujo como antesala a unos actos conmerativos.
El Noveno Día de la Creación. Pinturas Murales de Jesús Mateo en Alarcón recopila el trabajo creativo -pinturas y bocetos- de un inclasificable artista a través de las imágenes del fotógrafo José Latova e incluye textos de los escritores José Saramago, Luis Mateo Díez, Fernando Arrabal, Luis Antonio de Villena y Patricia Verdugo; los filósofos Ernesto Sábato, José Antonio Marina y Gustavo Bueno; los poetas Francisco Brines, José Vidal Beneyto y Francisco Nieva; el pintor Antonio López; el Catedrático de Estética Ricardo Sánchez Ortiz de Urbina; Milagros del Corral, de la UNESCO, y Federico Mayor Zaragoza.

El estuche en tiendas y librerías especializadas al precio de 50 euros.
Paralelamente, se ha publicado una edición con fotografías y una selección de textos y citas de los autores que participan en el proyecto con encuadernación rústica y cartoné al precio de 30 y 40 euros, respectivamente.

La presentación de este libro de La Fábrica Editorial supone el pistoletazo de salida a un programa de actividades organizadas para celebrar este particular aniversario, que comprende la edición de un cartel homenaje a las pinturas, obra de Chema Madoz; la edición de un libro de autor de Jesús Mateo con el escritor y dramaturgo Fernando Arrabal y otro más con el poeta Francisco Brines; la composición de una sinfonía de Eduardo Rincón dedicada a las pinturas; un concierto de Amancio Prada el 14 de diciembre en Cuenca; y conferencias y mesas redondas de Francisco Jarauta, Gustavo Bueno y José Antonio Marina.