Es el mejor tributo a los luchadores por la libertad y a aquellos que se plantean el papel del hombre en la tierra como un ser trascendente.

Por Martín Fernández

Admiro a mis colegas que han sido capaces de escribir la crítica del libro de Vasili Grossman “Vida y Destino” al día siguiente de su presentación. El volumen consta de 1111 páginas por las que desfilan ciento sesenta personajes principales y un número difícil de cuantificar de secundarios, la mayoría de ellos reales, que fueron protagonistas de la mayor tragedia que conoció el siglo XX: la II Guerra Mundial, la persecución nazi contra los judíos, el cerco de Stalingrado y las purgas de Stalin en la Unión Soviética. El cóctel es tan explosivo que a veces es difícil asimilar hasta qué punto puede llegar la depravación de los hombres contra sus semejantes. Porque no se trata sólo del relato de hechos históricos como “Guerra y Paz” de Tosltoi, en donde se mezcla la novela costumbrista con la épica de las batallas de los nobles rusos contra Napoleón, o la novela de otro de los maestros del realismo ruso como Mijail Sholojov con “El Don apacible”, la gran historia de los cosacos en la Rusia zarista y prerrevolucionaria, sino de la vida y la muerte de gente normal: músicos, panaderos, científicos, médicos, maestros, militares, granjeros, artesanos, etc., muchos de ellos judíos, sobre los que el destino tejió una trampa mortal, atrapados entre el genocidio nazi y los progroms stalinstas. Vasili Grossman, que había nacido casi con el siglo en 1904 y murió en 1964, desarrolló su carrera profesional como periodista y a él se deben algunas de las mejores crónicas de guerra del frente de Stalingrado. Pero Grossman no fue solo un joven periodista y escritor convencido de las bondades del comunismo teórico, sino que también desarrolló una mente crítica que le hizo plantearse el destino del hombre ante su libre albedrío, al margen de lo que dictaran los planes quinquenales del Gobierno del Kremlin. Fruto de este compromiso personal se lanzó a escribir una novela en la que resumió lo que le había tocado vivir, desde la óptica de los hombres más sencillos que luchan por su supervivencia entre los problemas cotidianos a los grandes intereses de los estrategas nazistas o comunistas encabezados, respectivamente por Hitler o Stalin con sus círculos de sicarios. Un simple silencio en una conversación, no aplaudir en un discurso del líder o manifestar una velada critica en una reunión familiar servía para que se destara la feroz maquinaria de la represión que terminaba o en la muerte tras atroces torturas en la Lubianka (sede de la KGB) o en el destierro en pueblos fantasma en Siberia, en donde el hambre, los trabajos forzados o las enfermedades iban acabando el trabajo que habían comenzado los verdugos contra los “enemigos del régimen”. Grossman no pudo ver publicada en vida esta novela ya que la policía comunista se incautó de su manuscrito al poner en el mismo rasero la heroica defensa de Stalingrado, la persecución nazi y las purgas de Stalin y esto último era inadmisible para el férreo control de la nomenclatura soviética. Sólo en los años ochenta, durante el periodo de desintegración del régimen comunista, pudo el manuscrito abandonar su celda y llegar a París, donde fue publicado, cosechando un destacado éxito de crítica y público que le hizo acreedor al premio Médicis. El texto que se publica en español por Galaxia Gutemberg-Círculo de Lectores directamente traducido del ruso es el mejor tributo en estos tiempos convulsos a los luchadores por la libertad y a aquellos que se plantean el papel del hombre en la tierra como seres libres y trascendentes. Es, sin lugar a dudas, el mejor texto que podría encontrar cualquier Gobierno para enseñar Educación para la Ciudadanía y si su lectura fuera recomendada en los colegios contribuirá a hacer un mundo mejor. Tampoco hace falta leer las 1111 páginas, bastaría de la 681 a la 706, en esas poco más de veinte páginas se encuentra el relato más desgarrador de la barbarie humana: un tren llega al campo de concentración con sus vagones repletos de vida…, poco después, de la forma más natural, sin un grito, sin una protesta, sin una lágrima, esas vidas se han convertido en muerte. Esa era la rutina, otro cargamento espera en la estación.

Autor: Vasili Grossman
Editorial: Galaxia Gutemberg Círculo de Lectores
Páginas: 1111
Precio: alrededor de 25 euros.

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