La Fundación Caja Madrid y el Museo Thyssen-Bornemisza muestran una exposición centrada en dos de los más grandes artistas de la época Durero y Cranach, máximos representates de dos corrientes distintas.

Del 9 de octubre de 2007 al 6 de enero de 2008.

La exposición recoge 234 piezas de pintura, dibujo, estampas, orfebrería, armaduras y otros objetos decorativos, en lo que puede considerarse la primera exposición que se dedica en España al Renacimiento alemán de forma global.

Una exposición que comparte dos sedes
Una ambiciosa exposición que muestra la riqueza y variedad del arte del Renacimiento alemán, un arte que tuvo su propia identidad, distinta tanto de los modelos flamencos como de los italianos (aunque también existiera una fuerte relación con ellos). La exposición se enmarca dentro del acuerdo de colaboración a largo plazo entre el Museo Thyssen-Bornemisza y la Fundación Caja Madrid. Este acuerdo de colaboración, que abarca actividades expositivas, educativas y de difusión, tiene su principal reflejo en la organización de exposiciones que se distribuyen en las dos sedes, lo que posibilita la realización de muestras de gran formato como la que tienen prevista para el próximo año «Modigliani y su tiempo»que volverá a llenar las salas de Fundación Caja Madrid y del museo desde febrero a mayo de 2008. Unos meses después otra nueva exposición titulada «1914. La Vanguardia y la Guerra» cerrará el calendario expositivo de 2008 de estos dos centros artísticos.

Durero y Cranach. Arte y Humanismo en la Alemania del Renacimiento propone un recorrido por el arte alemán desde finales del siglo XV a mediados del siglo XVI, centrada en dos de sus más grandes artistas, Alberto Durero (1471-1528) y Lucas Cranach el Viejo (1472-1553), y en menor medida Hans Baldung Grien (1485-1545) o Albrecht Altdorfer (c. 1480-1538), junto con otros destacados pintores que siguieron la estela de los maestros. La exposición abarca un periodo y unos artistas poco frecuentes en las exposiciones españolas.

La muestra contempla un periodo muy importante en la historia del arte alemán. Se trata de los años comprendidos desde el nacimiento en 1471 y los años formativos de Durero, desde 1486 a 1489 en el taller de Wolgemut, el viaje al alto Rin (1490-1494) y el primer viaje a Venecia (1494-1496), hasta los años cincuenta del siglo XVI. Este periodo constituye uno de los momentos de mayor esplendor de las artes visuales en Alemania, -comenta el comisario de la exposición, Fernando Checa-. El marco escogido para esta exposición es el periodo que va desde el surgimiento de personalidades renovadoras como Van Meckenm y Martin Schongauer. La crisis de la imagen se produce como resultado de los acontecimientos de la Reforma en estos años hay que destacar figuras como Cranach, Holbein y Durero.

La exposición ofrecer una visión del arte de la Alemania del Renacimiento desde un punto de vista global, tanto en lo que se refiere a la diversidad de las manifestaciones artísticas, y la importancia que tenían cada una de ellas en su época, como al papel que jugó el arte en los cambios políticos y religiosos que tuvieron lugar en esa época convulsa. Así, la exposición recoge pintura y dibujo, grabados y estampas (haciéndose eco de la importancia que supuso la invención de la imprenta para la difusión del conocimiento), diseños, objetos decorativos, y hasta armaduras y otros útiles de la guerra y la caza. Todo ello en su conjunto da una idea no sólo del arte sino también de la sociedad, la política y la religión de esos años en los que se está produciendo un profundo cambio promovido por la Reforma religiosa y el nacimiento de los grandes imperios transnacionales.

Durero y Cranach. Arte y Humanismo en la Alemania del Renacimiento corresponde a una época de grandes cambios y conflictos sociales y políticos, que tendrán su reflejo en el arte. La exposición destaca la contradictoria coexistencia de opciones artísticas y culturales que nos ofrecen por un lado una imagen medida y controlada de la realidad que tendría su mejor referente en algunos aspectos de la obra de Alberto Durero (sobre todo en sus escritos teóricos) frente al gusto de determinados artistas como Altdolfer, Grünewald, Cranach o incluso el mismo Durero en series como El Apocalipsis, por una representación del mundo como drama y conflicto.

La muestra pone de manifiesto, también, dos funciones muy distintas de la obra de arte. Mientras que en la primera parte de la exposición se hace hincapié en la función estética, en la segunda se verá cómo, sin perder su valor artístico, la imagen puede adquirir aspectos más prácticos y funcionales relacionados con la religión, la representación política o la guerra.

Procedencias de las obras

En la Fundación Caja Madrid se puede ver entre otras piezas un espectacular tapiz con el tema del Apocalipsis de Durero, de 8 x 5 metros, que raramente ha estado expuesto al público. De entre las más de 230 obras que componen la exposición, cuya procedencia es de colecciones públicas y privadas, cabe destacar la excepcional colaboración del Museo del Louvre, así como el préstamo procedente de la Colección del Barón Edmond de Rothschild, o las piezas de Patrimonio Nacional. En la Fundación también hay que detenerse para observar los más de 30 grabados que la Biblioteca Nacional ha prestado para la ocasión.
De la colección de Renacimiento Alemán que tiene el Museo Thyssen-Bornemisza, se han seleccionado algunas de las obras más destacadas para formar parte de la exposición. Además, han prestado obra la Albertina y El Kunsthistorisches Museum de Viena, el Landesmuseum Joanneum de Graz, el Metropolitan Museum de Nueva York, la National Gallery de Washington, el Museo del Prado, la National Gallery de Londres, el Ashmolean Museum de Oxford, el Fitzwilliam Museum de Cambridge, la Galleria degli Uffizi de Florencia, la Galleria dell’Accademia de Venecia y el Rijksmuseum de Amsterdam. Asimismo han colaborado muchos de los más prestigiosos museos alemanes como los Staatliche Museen de Berlín, la Staatliche Kunstsammlung de Dresde, el Städel Museum de Frankfurt y el Germanisches National Museum de Nuremberg, entre otros.

La muestra está dividida en dos partes diferenciadas:

Museo Thyssen-Bornemisza: Los artistas y su mundo
Esta primera parte trata de mostrar las preocupaciones más personales de los artistas: cómo veían su entorno y a sí mismos, cómo concibieron su status profesional, su imagen sobre la religión, cuáles eran sus intenciones estéticas o el uso de los nuevos recursos técnicos como la imprenta. Esta sección va narrando estas preocupaciones a través de los siguientes temas:
Sala 1.- Orgullo y melancolía. Una imagen del artista alemán, muestra la imagen que los artistas tenían de sí mismos y cómo querían ser vistos.
Sala 2.- Nuremberg: refleja la colaboración de Durero con orfebres y artesanos para el diseño de objetos decorativos.
Sala 3.- Italia: «Aquí soy un señor» (expresión de Durero): hace referencia a los viajes de Durero a Italia y cómo asimila los modelos italianos y la concepción del artista.
Sala 4.- Ciencia y pintura. Muestra el trabajo teórico de los artistas del Renacimiento, sobre todo en estudios sobre le desnudo y la anatomía humana.
Sala 5.- Otros cánones de belleza, contrapone al modelo idealizado propuesto por Durero, los modelos más sensuales, carnales y realistas de artistas como Cranach o Grien.
Sala 6.- Discusiones humanistas: antigüedad y naturaleza: temas recurrentes en la pintura del renacimiento alemán, así como en otras ramas del saber y la cultura de la época.
Sala 7.- Apelles Germaniae. Algunos de los ejemplos más sobresalientes que el artista alemán nos legó de la naturaleza, a la que se acercó casi como un naturalista.
Sala 8. ¿Un retrato germánico? Demuestra que Durero creó un patrón de retrato germánico que supera los modelos flamencos y que tuvo una amplia repercusión.

Fundación Caja Madrid:Un mundo en conflicto
La segunda parte, Un mundo en conflicto, recoge la reacción de los artistas frente al mundo del poder político, de la religión entendida como enfrentamiento y de la guerra como medio de resolver problemas. Se estructura de la siguiente manera:
Patio Central.: La Reforma de la imagen religiosa e Imágenes de la salvación
Sala 2.- La Pasión de Cristo
Sala 3.- Maximiliano I. El emperador dio gran importancia a las artes como propaganda, y encargó a los grandes artistas de la época, y especialmente a Durero, diseños para sus armaduras, carruajes y otros objetos, además de retratos.
Sala 4.,- Imágenes como palabras: cuadros y dibujos que tratan de enseñar de una forma sencilla la nueva doctrina luterana.
Sala 5.- De la caballería a los cañones: hacia una imagen moderna de la guerra El mundo caballeresco, los deportes de moda como la caza o los torneos, o temas de actualidad como los conflictos sociales y las guerras fueron temas favoritos de los grabadores de estampas, y reflejan una parte de la sociedad de la época.

Datos de interés:
Número de obras: 234
Comisario: Fernando Checa
Comisaria técnica: Mar Borobia, Jefe de Área de Pintura Antigua, Museo Thyssen-Bornemisza

Museo Thyssen-Bornemisza. Paseo del Prado 8, 28014 Madrid.
Horarios y tarifas: de martes a domingo de 10.00 a 19.00 horas. La taquilla cierra a las 18:30h.
Precios
Exposición temporal: 5 € (Reducida: 3,50 € para estudiantes y mayores de 65 años).
Exposición temporal + Colección permanente: 9 € (Reducida: 5 € para estudiantes y mayores de 65 años previa acreditación).
Venta anticipada de entradas a través de la web del Museo y en el 902 400 222

Fundación Caja Madrid. Plaza de San Martín, 1, 28013 Madrid
Horario: de martes a domingo de 10.00 a 20.00 horas
Entrada libre

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