Un fallido ensayo de historia paralela

Por Andrés Merino

El escritor José Antonio Vaca de Osma propone un nuevo libro que, bajo el políticamente correcto subtítulo de «Historia secular de un desencuentro», describe buen número de los enfrentamientos entre Francia y España que han jalonado la trayectoria de dos de las más importantes naciones europeas.

Mediante un sistema básico de exposición de hitos temporales y breves comentarios de los mismos, se nos ofrece un recorrido desigual con varios aciertos, como centrar las relaciones internacionales no en base al manido resultado de mera oposición o acercamiento de estructuras, esa metodología de la que tanto abusó la historiografía marxista, sino en la presentación de los protagonistas y sus rasgos humanos, aunque se haga de forma escueta. Así, es clave exponer que es Fernando el Católico quien al inicio de su reinado con Isabel de Castilla impone los intereses aragoneses en la política exterior, que implicaban la beligerancia con Francia por el Rosellón y la Cerdaña y por las siempre disputadas Sicilia y Nápoles. Especialmente útil es recordar que la rivalidad de Carlos I y Francisco I se convirtió pronto en algo personal, o el apoyo estratégico de Francia al levantamiento catalán de 1640, y por lo menos sugerente es preguntarse si fue Talleyrand quién incitó a Napoleón a que ordenase la invasión que derivó en la Guerra de la Independencia. Podemos recorrer un capítulo de aportaciones, como la revelación de que el nombre de la actual dinastía regia española proviene de Borvo, el dios del agua de los galos, e incluso entrar en el análisis de si la decisión de Carlos III de apoyar junto a Francia a los nacientes Estados Unidos frente a Inglaterra fue beneficiosa o no para nuestro país.

Respetando opiniones como que el sistema electivo de los visigodos es una falsa monarquía, siempre debatibles, pues ni siquiera hoy la herencia familiar directa de padres a hijos es el sistema único entre las monarquías que subsisten en el planeta, en la lectura sorprenden otras muchas afirmaciones y enfoques. Inquieta la escasa revisión del texto cuando se trata de un breve ensayo que roza lo esquemático: Carlomagno no murió en el año 800, precisamente el de su celebrada coronación en Aquisgrán. Especialmente preocupante es leer de un Académico correspondiente de la de Historia, al hacer referencia a las campañas de Julio César, que «cuando la Galia fue pacificada, los galos tuvieron acceso al Senado». No menos desconcertante es que un historiador español escriba que fue Felipe el Hermoso quien encerró «a la reina Juana en Tordesillas para poder reinar él libremente» (sic), cuando la desventurada llegó a la localidad varios meses después de la muerte de su esposo. O que se presente a Isabel de Valois como nieta de Enrique II, cuando era hija del soberano francés.

Todo esto hace inevitable la incómoda percepción de que este libro se ha escrito rápido, sin cuidar contenidos. No por ser ensayo es menos exigible rigor y exactitud a una obra pretendidamente histórica, y menos aún justifican las frecuentes alusiones a la voluntad de presentar algo así como un ramillete de acontecimientos y personas en afán divulgador. Ni siquiera las extensas referencias y reproducciones de la opinión del General De Gaulle o Salvador de Madariaga a las relaciones hispano-galas salvan esta negativa impresión. No es cómodo escribir estas líneas, pero hay que concluir que sorprende en una editorial de la solvencia de Rialp la publicación de una obra así.

FICHA TÉCNICA
«España y Francia. Historia secular de un desencuentro»
José Antonio Vaca de Osma
Madrid, Ediciones Rialp, 172 pág

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