Días antes de que UNESCO establezca la nueva agenda cultural mundial, Carmen Calvo, junto al Secretario General Iberoamericano, Enrique Iglesias, y el secretario general de la OEI, Álvaro Marchesi, muestra en España los futuros desarrollos de esta nueva herramienta de cooperación e integración cultural

A una semana de que fije una nueva agenda cultural internacional, el próximo 18 de junio en la sede de la UNESCO en París, la ministra de Cultura, Carmen Calvo, ha presentado en Madrid, la Carta Cultural Iberoamericana, documento llamado a convertir la cultura en uno de los ejes básicos de las relaciones internacionales del siglo XXI.

Han acompañado a la ministra el Secretario General Iberoamericano, Enrique Iglesias, y el secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), Álvaro Marchesi.
La Carta, engendrada en la VIII Conferencia Iberoamericana de Cultura celebrada en Córdoba en 2005, bautizada en la XV Cumbre Iberoamericana de Salamanca de ese mismo año y redactada en el siguiente encuentro de gobernantes iberoamericanos de Montevideo en 2006, es al mismo tiempo un documento singular a escala mundial, que propone un programa cultural común para la región iberoamericana, y una poderosa herramienta para la conocida como Convención para la Diversidad Cultural, aprobada por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura en octubre de 2005, que concretará sus primeros pasos entre el 18 y 20 de junio próximos en París y que pretende ser el equivalente cultural a la convención por la defensa de la biodiversidad medioambiental.

Nace con el doble objetivo de favorecer el desarrollo de la diversidad interior de los países que la suscriben y de idear nuevas fórmulas de coordinación en la expresión internacional de Iberoamérica en materia de cultura, especialmente en asuntos como los derechos de autor, el patrimonio o las industrias culturales.Estos fines se traducen en programas en funcionamiento desde hace ya cerca de una década como el audiovisual Ibermedia, de estímulo a la coproducción de películas para cine y televisión en Iberoamérica; en realidades como ADAI, el apoyo al desarrollo de los archivos iberoamericanos, contenedores de los lazos de la historia común iberoamericana; en Iberescena, creador de un espacio escénico común; o en el lanzamiento, a finales de este mes de junio, de 2008 como Año Iberamericano de los Museos, que, entre otras iniciativas, fomentará la itinerancia y el intercambio de piezas de las grandes instituciones a ambos lados del Atlántico.

La Carta Cultural Iberoamericana es, en definitiva, un impulso a la cooperación cultural entre los países iberoamericanos que parte de un planteamiento multidisciplinar y se estructura en torno al triple criterio que define la cultura como portadora de valores y signo de identidad de los pueblos, la reconoce como una fuente generadora de riqueza económica de enorme importancia y, por último, la yergue como un elemento transversal en las relaciones internacionales dentro de la región y hacia el exterior, capaz de materializarse, por ejemplo, en medidas legislativas de protección de expresiones culturales y de financiación de la industrias creativas.La Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación la Ciencia y la Cultura, y la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) cooperan en este proyecto para impulsar en sus respectivos ámbitos de actuación y de manera coordinada los mecanismos y programas que den cuerpo al mandato de la XVI Cumbre de Montevideo sumando a todos los actores sociales y culturales implicados: los representantes de la sociedad civil, los creadores, los emprendedores y las administraciones e instituciones culturales iberoamericanas.

Para la presentación en España de la Carta Cultural Iberoamericana, que constata que la cultura es el proyecto más sólido del proyecto de cooperación regional, se ha elegido la sala de Las Meninas del Museo del Prado, ya que la obra de Velázquez, icono mundial de origen español, pero con un título derivado de una palabra portuguesa, simboliza a la perfección esta alianza