Duró dos décadas, pero marcó un nuevo estilo de vida que se prolongó hasta nuestros días

El Art Déco es un estilo que impregnó la forma de vivir del periodo de entre guerras. Frente a las formas complicadas y abigarradas del Art Nouveau aparece la línea elegante, pura y limpia del Art Déco. Su funcionalidad lo hace muy atractivo para la decoración de casas modernas con un toque retro y a la vez vanguardista, por lo que las pujas son muy frecuentes, sobre todo entre la gente joven que se incorpora al mundo de las subastas, destacando por oferta y calidad las que se realizan en las salas de Cataluña.

María Jesús Burgueño

El Art Déco nace al terminar la Primera Guerra Mundial, es el estilo que marca los años 20 y 30, explica Chloé Signes encargada del Departamento de Relaciones Exteriores y de conservación y catalogación del Museo Lis, en Salamanca. Inundó los hogares de diseños hasta entonces desconocidos y todo gracias a la utilización de nuevos materiales como los plásticos, resinas,vitroflex, vitrolita o la baquelita , entre otros muchos. Materiales muy fáciles de trabajar, anunciados como irrompibles, ésta es una de las razones por la que aún se encuentran con facilidad en mercadillos , rastros, anticuarios o subastas objetos en magníficas condiciones, como un jarrón de cristal de 28cm, opalescente moldeado y con platapunzonada de los años 30 francés, firmado por René Lalique, que Segre ofertó en 270€ y que se vendió en 1.800€. Destacan las cajas de plata que produjo Jean Goulden en 1928 combinando el constructivismo ruso y el abstractismo francés; cuberterías del modelo Acorn manufacturadas por Georg Jensen y realizadas en Copenhague en 1915; o las fuentes de plata de Jean Puiforcar de 1925. Mención aparte merecen las figuras criselefantinas, su nombre deriva del griego y define una escultura de oro y marfil, con preciosas obras de arte de artistas como Gerdago, Otto Poerzt, Josef Lorenzl, Alexander Kelety, Demetre Chiparus y el gran maestro Ferdinand Preiss, que utilizaron la combinación de materiales como carey, laca, plata, oro, bronce y marfil.

Art Déco frente al Art Nouveau
Encontramos piezas con ángulos en lugar de curvas. En las representaciones de mujeres es muy característico ver en las piezas de Art Nouveau pelo muy largo y ondulado mientras que se corta y se alisa en el Art Déco. Otra característica del Art Déco es que se da menos importancia a la realidad y más a la esencia, son piezas mucho más estilizadas. Frente a las formas complicadas y abigarradas del Art Nouveau aparece la línea elegante, pura y limpia del Art Déco . Los motivos florales se sustituyen por un diseño abstracto, prima el color por el color y si es necesario inspirarse en la naturaleza lo hace con la presencia de animales o de la figura femenina, cuyas líneas recuerdan al Charlestón , las danzas africanas o rusas. El cristal se vuelve traslúcido, la porcelana es mucho más limpia y blanca. Son muy interesantes los objetos de hierro forjado, bronce y cobre; en este último material destaca la fabricación de los jarrones de cobre batido. Se hicieron populares los relojes de chimenea de líneas redondas o escalonadas y las esferas planas de acero bruñido en forma de rombo fueron las más admiradas. La plata Art Déco se caracteriza por una gran austeridad, perfección y simplicidad que junto a los adornos de marfil, de jade o ébano la convierte en una pieza de exquisita sensualidad. También encontramos preciosas piezas gracias a la utilización de métodos como el electroplateado o el baño de plata a un precio muy atractivo.

El diseño abstracto sustituye a los motivos florales característicos del Art Nouveau, se utiliza más el color y busca su inspiración en la naturaleza con la presencia de los animales o de la figura femenina. Durante la segunda mitad del siglo XIX se realizaron ferias de arte para dar a conocer las nuevas tendencias y en París se organizaron varias exposiciones. A causa de la Primera Guerra Mundial se interrumpieron estos certámenes, pero en 1925 se volvió a abrir la verja de acceso a la Exposición de Artes Decorativas e Industriales donde el diseño francés sorprendió y la estética Art Déco destacó sobre el Art Nouveau. Una de sus grandes aportaciones, de la mano de consagrados escultores, son las figuras crisoelefantinas.

El triunfo del diseño
El Art Déco, estrechamente vinculado a Francia, se extendió rápidamente por todo el mundo. En la Alemania de Weimar y en la Rusia post-revolucionaria las artes decorativas estaban muy vivas, adoptaron y aplicaron el Art Déco a su entorno; también lo hicieron Gran Bretaña y Estados Unidos. El Metropolitan Museum de Nueva York no tardó en darse cuenta del negocio que podía suponer invertir en objetos de Art Déco. Los diseños americanos llegaron a París de la mano de Mina Loy, respaldada por la millonaria Peggy Guggenheim. El Art Déco nunca intentó que los ideales y la realidad se encontraran, así la contradicción de los acordes del Charlestón, el Swing o el Jazz y una sociedad marcada por la Gran Depresión tras la quiebra de Wall Street. La consigna que imperaba en la moda Art Déco era que cuanto más pobre fuera el clima económico para la mayoría de la gente más ostentosos debían ser los pocos selectos y ricos. Entre estos privilegiados se hizo común el reloj de cabecera Cartier de 1930, con esfera de nácar y rematado en los laterales por dos corales tallados.

Las películas de los años 20 y 30 han dado testimonio de la influencia que tuvo el Art Déco en la moda femenina, siempre ligada al esnobismo y al deseo de sorprender. De esta época es el bolso de malla con líneas en zigzag en rojo y lila, con un broche de metal dorado con formas geométricas y cadena para colgar que Segre vendió en 150€ ; también un monedero de cristal de strass, con forma geomética y trabilla trasera para el cinturón, alcanzó los 100€. Los diseños de los grandes modistos de la época triunfaron y se consolidaron en el mercado, entre estos destacan Coco Chanel, Nina Ricci o los locos diseños de Schiaparelli. Con el espíritu más puro de la modernidad aparece el primer estilo auténtico del siglo XX, el Art Déco que pronto se hizo internacional coincidiendo en París con grandes artistas como Picasso, Braque, Léger o Robert y Sonia Delaunay. “Nos encontramos piezas con ángulos en lugar de curvas, comenta Chloé Signes, es muy característico en las líneas de mujer ver en las piezas de Art Nouveau pelo muy largo y ondulado mientras que se corta y alisa en el Art Déco. Otra característica del Art Déco es que se da menos importancia a la realidad y más a la esencia, son piezas mucho más estilizadas”.

Un estilo para la clase alta
Los grandes entusiastas de este nuevo estilo de vivir fueron los artistas y la clase alta que se convirtieron en los nuevos coleccionistas; destacan los modistos Jeanne Lanvin y Jacques Doucet. Se rodearon de estatuillas y figuras criselefantinas (marfil, bronce y mármol) de Otto Poerzl, Ferdinand Preiss o Lalique, mesas de Ruhlmann, de sillas africanas de Pierre Legrain… Este nuevo concepto del arte llegó a los sitios más insospechados, muestra de ello es la reja masónica de hierro de 1930 con unas medidas de 75x56cm. que salió a subasta en Fernando Durán con un precio de 160€ y por 180€ se la adjudicó un coleccionista.

En la actualidad las mejores piezas de Art Déco las conserva el Metropolitan Museum de Nueva York y el Musée des Arts Décoratifs de París. En España la joya del Art Déco se encuentra en Salamanca, el Museo Casa Lis. En torno a 1900, el industrial Miguel Lis después de haber viajado por Europa se pone en contacto con el arquitecto andaluz Joaquín de Vargas que también conocía el trabajo de los modernistas belgas Paul Ankar y Alphonse Balat. Así nacerá a los pies de las catedrales y mirando al río Tormes un edificio singular de trazos modernistas donde predomina el hierro forjado y las vidrieras emplomadas. Después de años de olvido esta Casa es reformada y recuperada por el artista catalán Juan Villaplana que cierra con una magnífica vidriera emplomada el patio interior, siguiendo un diseño de Manuel Ramos Andrade que es realmente el que se encarga de la recuperación del edificio (propiedad del Ayuntamiento de Salamanca desde los años 80) y aporta una de las más importantes colecciones de objetos Art Nouveau y Art Déco que hay en Europa (propiedad de la Fundación Ramos Andrade).

En España el centro del mercado Art Déco se centra en Cataluña. Beatriz du Breuil, directora de la sala Consejo de Arte de Barcelona, comenta que “el mercado en Cataluña de Art Déco es muy activo, hay un gran número de coleccionistas y lo normal es que tengamos un gran número de piezas en todas las subastas. Concretamente, esta subasta de enero está dedicada al siglo XX y aunque hay piezas modernista, el 90 por 100 son Art Déco».

Nuevas técnicas de trabajo en serie
Las nuevas técnicas de trabajo revolucionaron la fabricación, uno de los sectores más influenciado por estos cambios fue el de la metalistería, la década de los 20 fue el período del hierro forjado, el bronce y el cobre destacando la fabricación de los jarrones de cobre batido por el maestro indiscutible Jean Dunand.Algunos de los precios de mercado en de los últimos años pueden dar una idea de los precios que cotizan de estas piezas, así, una lámpara de techo de los años 20 en bronce dorado de tres luces, se subastó en Fernando Durán con una salida de 145 y subió a 250€. Y un jarrón en bronce pulido formando bandas horizontales plateadas se subastó en Ansorena con una salida de 240€ y se vendió por 260. Un juego infantil de plata de Masriera y Carreras, Barcelona, años 20, se subastó con una salida de 300 y subió a 700€; Una pareja de candelabros de cinco luces de los años 30 (22x27cm), se adjudicó en su precio de salida de 150€; Y por 65€ se vendió un refrescador de metal plateado de los años 30. Otra de las grandes aportaciones al mundo del arte son las piezas en hierro forjado, desde pequeñas medallas conmemorativas, a inmensas verjas o las célebres lámparas “Cobra” de Brandt.

Relojes
Marcando el corto tiempo que duró el Art Déco los artesanos relojeros trabajaban como diseñadores libres que producían incansablemente objetos funcionales o elitistas. En este terreno se hicieron populares los relojes de chimenea que utilizaban distintos materiales, entre ellos las resinas que facilitaba la creación de novedosos diseños, el hierro, bronce, latón o los mármoles para la realización de relojes redondos o escalonados como si de edificios aztecas se tratara. Los relojes electrónicos se encerraban en cajas circulares de latón cromado sobre una base de metal que reflejaba la forma a modo de espejo. Las esferas planas de acero bruñido en forma de rombo fueron las más admiradas. Durán ha subastado varios relojes Art Déco , entre éstos destacaron una guarnición francesa con caja de mármol rosa de perfil pentagonal, con salida en 150€, rematada por un coleccionista en 190; Un reloj francés de chimenea en caja de mármol y con péndulo se vendió por 325 con salida en 200€; Otro reloj francés de chimenea con caja de mármol en forma octogonal salió en 150€ y se adjudicó en 170. Y también un reloj francés de chimenea con caja de mármol y bronce pavonado, con sonería de horas y medias, con llave y péndulo, Durán lo vendió en 600€ tras haber iniciado las pujas en 375€. Los materiales baratos hicieron posible que estos relojes llegaran a todos los mercados, pero también había orfebres como Georg Jensen y Albert Cheuret que se dedicaron a los relojes de gran calidad y diseño.

Plata
Aunque fueron muchos los orfebres con gran talento que aplicaron distintas técnicas para dar esplendor a los objetos de plata, destacó entre ellos Puiforcart que consiguió un resultado espectacularmente lujoso utilizando distintos materiales para adornar las piezas de plata, añadía gruesas asas de marfil, un tirador de jade o un pomo de ébano. Para el cliente menos entendido o con menor nivel económico también se realizaban preciosas piezas gracias a la utilización de métodos como el electroplateado o el baño de plata que lograban el aspecto requerido a un precio muy atractivo. Una escribanía de plata española punzonada, de Matilde Espuñes, Ley 916, con tintero cúbico de cristal biselado con tapa de plata rematada en pluma de ganso la subastó Segre con una salida de 360€ y remate en 400. Un juego de café y té de viaje, de procedencia real española, de plata francesa punzonada y marfil, Ley 950 del platero G K, firmado “Tonel París”, h 1920-30, con el estuche original de piel, se subastó en la misma sala con una salida de 1.800 y subió hasta alcanzar los 3.606€. Otro juego de café y té de plata punzonada Ley 925 con un peso de 4,684 Kg, Feisa, Méjico, h.1940. se vendió por 3.300€, había partido en 2.855€. Una cubertería de plata española punzonada, 1ª Ley de Idurgo, formada por 117 piezas con un peso de 8,825 Kg, se remató en su precio de salida de 2.400€. Otra cubertería de plata francesa punzonada de G.,Fouquet-Lapar & Fils, compuesta de 138 piezas y con un peso de 7,3 Kg sin contar los cuchillos que tienen el mango de marfil, inició las pujas en 2.705€ y alcanzó los 8.500€. También en Lamas Bolaño salió a subasta con un precio de 1.500€ y se adjudicó en 2.200€ una cubertería en plata con un peso de 8,148 Kg y con marcas de la ciudad de Barcelona. Un juego de café en alpaca salió en un precio de 240€ en la primera subasta celebrada en Espacio Arte Bilbao XXI y un cliente se lo adjudicó por 325€. Y una pareja de candelabros de plata punzonada, Ley 916, con cinco brazos y aplicaciones de hueso, con una altura de 22cm, fue adjudicada en su precio de salida de 360€ en Ansorena. Entre los grandes maestros plateros, además de Puiforcat, hay que destacar al danés Georg Jensen y el americano Kem Weber.

Cerámica, vidrio y porcelana
Los objetos de cerámica, porcelana y vaciados de escayola fueron la aplicación del Art Déco más extendida por todos los países. Los fabricantes habían descubierto que los juegos de té, café y vajillas eran tan importantes en los ambientes Art Déco, como el mueble donde se colocaba de adorno. La preferencia por el tipo de color se decantó en 1930 cuando La Fábrica Estatal de Porcelana de Berlín organizó una exposición y de los 150 diseños que se mostraron los dos preferidos fueron sencillas piezas blancas. Coincidían en gusto con la porcelana Ming de China y Japón. Un jarrón de loza Raynham de Inglaterra, se adjudicó en su precio de salida, 85€, en la sala Consejo de Arte; y otros dos centros moldeados franceses, uno de ellos se remató en su precio salida de 66€, el segundo que partió de 45 subió a 275€; Y un bote de tocador de loza de 1930 salió a subasta en 40€ y subió a 140€; Un vaso de cerámica vidriada, francés de 1930 se vendió en Segre en su precio de salida de 902€. Durante la década de los 20 y 30 la cerámica Déco consiguió un gran éxito que ni la aparición de otros materiales como la baquelita, el plástico o las resinas desplazaron la cerámica fresca y atractiva tan apreciada entonces como hoy en día.

Entre las piezas más interesantes destacan las que produjo Clarice Cliff, su diseño más célebre fue la gama “Bizarre” muy colorista y abstracta, aunque con frecuencia insinuaba motivos florales y paisajes. “El Art Decó llegó muy tímidamente a España y es en Cataluña donde se encuentran más piezas, pero las fábricas españolas no apostaron por esta corriente, por lo tanto lo que nos encontramos en el mercado es de fuera de nuestras fronteras. Esta corriente artística se mueve en Centroeuropa tomando como epicentro Francia, comenta Chloé Signes, también son muy importantes Austria y Alemania donde, en torno al movimiento Bauhaus, un grupo de creadores que trabajan e investigan con todo tipo de materiales, llegan a la conclusión de que la riqueza del material no importa para que sea una pieza lujosa, es el diseño la que la hace lujosa”.

El vidrio es importante no sólo en la producción de jarrones o vasos, sino también en otras piezas como los “muros cortina” (paredes de cristal de suelo a techo) para la división de espacios de interiores o exteriores de uso frecuente en los años 30. Con la aplicación del vitroflex en la decoración se pudo superar la fragilidad del vidrio y conseguir formas curvas, impensable hasta entonces. El pasado mes de marzo Bonanova subastó con una salida de 30€ un juego de tocador en cristal fumé (años 20) que se remató en 70€. El maestro Lalique diseñó los adoquines de vidrio, utilizó moldes de escayola en los que vertía en el vidrio fundido. Con este método conseguía formas que con la técnica del soplado eran impensables y también se podían utilizar para la producción en serie. Una pareja de jarrones franceses de cristal, de la escuela de Nancy, decorados con grecas y mujeres tocando trompetas, en esmalte pintado y firmado Loti Nancy, de 22cm de altura, se vendió por 275€ en Fernando Durán el pasado mes de noviembre con una salida de 180€. La fábrica Daum Fréres en Nancy aplicó los inventos del maestro Marinot que aportó al Déco las burbujas entre las paredes del vidrio y son célebres sus grabados con ácidos y esmaltados de vidrios. Un juego de cuatro vasos de cristal esmaltado, salió en 35€ en Consejo de Arte y se remató en 70€. Un juego de seis vasos de licor de cristal de Baccarat, Francia, con líneas geométricas talladas y marcas al ácido en la base, salió en 75€ el pasado mes de diciembre en Segre y se remató en 80€. Se puso de moda colocar grandes espejos en las paredes; Dos lámparas de mesa en calamina dorada y cristal emplomado de 40cm. de altura se subastó con una salida de 150 y subió a 168€. La pasta de vidrio y pasta de cristal se utilizó para la escultura. Una licorera y un recipiente para el hielo, con guarnición en plata punzonada y formas geométricas, Fernando Durán las ofertó conjuntamente en un precio de salida de 85€, cerrando a 110€. La aplicación del vidrio fue muy extensa en vajillas, lámparas, jarrones, etc., pero una de las composiciones más interesantes fue la combinación con la orfebrería, tarea en la que destacó Edgar Brandt.
Imagenes Subastas Durán, Sothebys, Christies.

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