En El Arreciado, en la comarca de La Jara (Toledo), tiene lugar el sexto Simposio Artístico Internacional de la Lana, en el que nueve artistas de varias nacionalidades están dispuestas a convertir los vellones de lana de un rebaño de ovejas talaveranas en auténticas obras de arte.

Es el sexto año consecutivo en el que se convoca el Simposio Artístico Internacional de la Lana, posicionado ya como un referente en el mundo del Land Art. Artistas de todo el mundo demuestran su interés en participar en este simposio que se desarrolla en un entorno natural alejado de cualquier referencia urbana y que comienza con la esquila de las ovejas y el reparto de la lana entre los artistas participantes.

Durante tres días deberán de realizar el proyecto de la obra que presentaron para su selección y todo debe estar terminado para que el sábado 27 el público pueda acercarse a conocer de cerca estos trabajos durante la jornada de puertas abiertas. Son tres días de trabajo continuo y a merced del capricho de la meteorología. Pero también hay tiempo para el intercambio de ideas, el conocimiento de la zona, la experimentación con nuevos materiales y posibilidades y la reflexión final y particular de cada artista.

La participación femenina ha tomado las riendas en esta edición, donde el único artista masculino y español es Che Marchesi con un proyecto en el que funde los límites entre el dibujo, la fotografía y la escultura y donde la realidad es el trasfondo mutado para la evocación. Fronteras imprecisas y mutaciones son el terreno movedizo en el que Marchesi desarrolla desde hace tiempo su trabajo y que en esta ocasión cuenta con la lana para darle otra vuelta de tuerca.

Desde Holanda llegan cuatro artistas muy diferentes entre sí. El tándem Margot van Leeuwen y Bertina Slettenhaar está muy acostumbrado al contacto con la lana. Son auténticas maestras en la manipulación de este material y el reto para ellas es poder desarrollar el trabajo que se han propuesto, de grandes dimensiones, en plena naturaleza sin más recursos de los que echar mano que los del propio terreno.

Marian Meerbeek, por su parte, es una artista que tomando como referencia los elementos naturales: agua, tierra, fuego y aire, da forma a todo un universo artístico personal en el que flotan burbujas de cristal o aparecen fósiles en la madera quemada a fuego lento. La lana pasará ahora a unirse a esos elementos para crear su pieza del simposio.

Mariël Bisschops completa el cuarteto holandés. Muy versátil en cuanto a las técnicas que utiliza en sus trabajos tanto de pintura como de escultura, la naturaleza es el eje conductor de toda su obra. Durante estos días se ha propuesto realizar un nuevo Árbol de la vida sustentando en su particular teoría evolutiva.

Holandesa de nacimiento y española de adopción, Lucía Beijlsmit es una escultora cuya obra se desarrolla fundamentalmente en piedra. La experiencia del simposio es para ella todo un reto pues debe dar un giro de 180º y dedicarse a un material suave, dúctil y fibroso opuesto a la dureza pétrea a la que está acostumbrada.

Christiane Lehmann llega de Alemania con una larga lista de intervenciones en la naturaleza a sus espaldas. Desde la premisa de la defensa del medio ambiente y de los seres vivos en peligro de extinción surge su obra coherente, a veces cercana a la sátira y otras a la evocación poética.

María Gloria Andrade nació en Ecuador y lleva unos años asentada en nuestro país. Su trabajo nace de un constante estado de alerta para recuperar materiales desechados y darles una nueva vida en la que prima la estética del color y la actitud lúdica y vital. Colores y formas capaces de despertar siempre la sorpresa y la sonrisa.

La última artista de este elenco es Vera Staub. Procedente de Suiza, Staub es una transgresora tanto en su manera de concebir el arte como en la manera en la que debe percibirlo el espectador. De una gran fuerza expresiva, sus obras invitan siempre a un viaje meditativo hacia nuestro interior.

Nueve artistas dispuestos a asumir el reto del tiempo y del espacio con una única premisa: la lana es la protagonista, tendrá un momento fugaz que la convertirá en una obra de arte, será objeto de admiración durante un día, pero después todo desaparecerá y seguirá su camino anónimo y silencioso hacia la hilatura.

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