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El Museo Nacional de Escultura recuerda el tricentenario del fallecimiento de Luis XIV

El Museo Nacional de Escultura quiere sumarse a la celebración del Tricentenario del fallecimiento de Luis XIV con el ciclo «El sol se muere», en colaboración con la Alianza Francesa de Valladolid. Del 20 de octubre al 15 de noviembre el Museo exhibirá excepcionalmente el retrato de la madre del rey francés, Ana de Austria, a cuya novelesca biografía dedicará también un audiovisual realizado para la ocasión.

ANA DE AUSTRIA, RETRATO DE UN “GRAN REY”

Hija, hermana y madre de reyes, Ana de Austria (Valladolid, 1601- París, 1666) es una de las personalidades políticas más relevantes del siglo XVII en Europa. Su hijo Luis XIV, la situó entre los más grandes reyes que habían existido debido a la habilidad con que se desenvolvió en una época de gran inestabilidad y la situación política de Francia.

Hija de Felipe III y Margarita de Austria, nació en Valladolid durante el periodo en que la corte española se trasladó a esta ciudad. Creció rodeada de reliquias, educada junto a su hermano, el futuro rey Felipe IV en un ambiente de extrema religiosidad entre el Alcázar de Madrid y el Palacio de El Escorial.

Fue la mayor de ocho hermanos, y la favorita de su padre, con apenas 15 años tuvo que marchar hacia Francia para cumplir el acuerdo matrimonial firmado con Enrique IV de Francia en 1611. Para zanjar la rivalidad entre las dos potencias europeas, se acordó un intercambio de princesas: Ana partiría hacia Burdeos para contraer matrimonio con el futuro Luis XIII e Isabel de Borbón llegaría a España para casarse con el hermano de Ana, el futuro Felipe IV. El intercambio, al que acudió el Duque de Lerma en nombre del Rey, se produjo en el poético escenario del río Bidasoa en la entonces frontera entre España y Francia.

Tras contraer matrimonio, se instalará en el parisino Palacio del Louvre, despertando las envidias y el rechazo de su suegra Maria de Medici y del Cardenal Richelieu; la dificultad de la reina para concebir al futuro rey de Francia y su continua correspondencia con España, se convertirán en motivos de continua sospecha; tanto que llegará a ser acusada de conspirar contra Francia y servir a los intereses españoles.

A esto se le suman los rumores de un posible flirteo con el duque de Buckingham que inspiró parte de la novela de Alejandro Dumas Los tres mosqueteros.

Después de más de 16 años, se produce en 1638 el nacimiento del futuro rey de Francia Luis XIV. Pocos años más tarde fallece Luis XIII y su máximo enemigo, Richelieu. A partir de ese momento, Ana ocupa una regencia que le lleva a enfrentarse a arriesgadas situaciones, que resuelve con absoluta astucia e inteligencia.

Su personalidad quedó reflejada en la educación de su hijo, quien con solo 13 años es declarado mayor de edad y asume el trono. Desde ese momento su actividad política se ve reducida hasta su muerte en 1666, afectada por un cáncer de mama.

El cuadro que el Museo Nacional de Escultura mostrará durante un mes en una de sus salas, es obra de Bartolomé González Serrano (Valladolid, 1564 – Madrid, 1627), pintor del Rey Felipe III, y discípulo de Pantoja de la Cruz.

La pintura fechada en 1621, sigue la tipología más conocida del artista, el retrato cortesano, que realizaba con el fin de intercambiarlo con otras cortes europeas. La minuciosidad con que se detallan bordados, encajes y joyas, peinado y facciones, hacen de este lienzo «el más gentil y jugoso de sus retratos», según los especialistas en esta pintura.

EL CICLO «EL SOL SE MUERE»

Forman parte de este ciclo de actividades, una conferencia de indumentaria de la época, impartida por el profesor de Literatura francesa de la Universidad de Valladolid, Javier Benito de la Fuente; un documental sobre la restauración de la Galería de Apolo del Palacio del Louvre, que, antes que Versalles, fue escenario del poder absoluto de Luis XIV, la perfecta ocasión para contemplar esta galería como ningún visitante podrá hacerlo jamás.

Junto a estas dos actividades gratuitas, el Museo ofrecerá un evento que recuperará la tradición de disfrutar de la ópera mientras la gente se reunía para beber, hablar y divertirse, desaparecida en el siglo XIX con la imposición de normas de comportamiento para el ”arte serio” establecida por una élite cultural. «Ópera & Prêt à Manger» ofrece así la posibilidad de alimentar todos los sentidos, con la proyección de Cadmus et Hermione, de Jean-Baptiste Lully, un compositor, instrumentista y bailarín francés, que entrará al servicio de Luis XIV con sólo veinte años y escalará posiciones en la Corte del rey Sol, hasta el puesto más importante para un músico en la Francia del momento, Superintendente de la Música de Su Majestad. Se trata por tanto, de alimentar todos los sentidos, con la música y la degustación de vino y productos franceses obtenidos gracias al patrocinio de Boffard, Bresan, Selectos de Castilla y Dehesa de los Canónigos.