Obra de Alexis WBocas abiertas mirando al cielo que lanzan gritos silenciados, ojos vendados que no dejan ver las verdades, rostros irreconocibles que aullan auxilio, mujeres que lloran dolor, miedos del ayer que llegan hasta el hoy o manos que se unen en una prisión a la sombra de un olvido. Arte para reflexionar, imágenes para pensar. Así es Memorias de contrabando, un ambicioso proyecto que se presenta en Tenerife y que incluye, además de una exposición con una rica pléyade de artistas canarios, proyecciones, encuentros y debates sobre la Memoria Histórica en Canarias.

Memorias de contrabando, dirigido por Alexis W. y Dailo Barco, nace con la idea de ser un espacio para la reflexión, un lugar desde el que poder reescribir la historia de estos últimos 75 años huyendo de perfiles historicistas. Este proyecto se adentra en la Memoria Histórica para estudiarla y sentirla desde la sensibilidad artística.

Así, a través de la mirada y de la genialidad de autores de la talla de Òscar Domínguez, Manolo Millares, Luis Alberto Hernández, Lola Massieu, Martín y Sicilia, María Belén Morales, Martín Chirino, Fernando Álamo, Adrián Alemán, Juan Carlos Batista, Francisco Bonnín, Gonzalo González, Tony Gallardo o Pedro García Cabrera, entre otros, esta exposición pretende mostrar como se ha vivido desde el campo de las artes los acontecimientos y las secuelas de la represión durante la Guerra Civil Española y la Dictadura. Autores de distintas generaciones, que arrancan con el movimiento surrealista y que se extienden hasta nuestros días, se han aproximado al horror de la guerra, la represión y el exilio independientemente del lenguaje empleado y del contexto histórico vivido por cada generación.

Más de medio centenar de autores firman estas Memorias de contrabando, una muestra que se podrá visitar en el Centro de Arte La Recova de la capital tinerfeña hasta el 2 de noviembre. De entrada libre, esta colectiva -que incluye en su periplo desde pinturas, hasta fotografías pasando por instalaciones, vídeos y esculturas- es en cierta manera un trabajo de arquelogía del arte en Canarias que ofrece múltiples miradas sobre la historia. Muchas de las obras que se pueden sentir en este espacio, como las de Adrián Alemán o Federico García Trujillo, son la primera que se exponen y otras piezas, como las de Julio Blancas, Santiago Palenzuela o Carlos Rivero, se han creado para esta exposición.

Los gritos 2. Luis Alberto Hernadez. 210 x 171.1972Los coordinadores de este proyecto Alexis W. y Dailo Barco aseguran que lo que desean con Memorias de contrabando es volver a abrir este debate a la sociedad canaria, puesto que han concebido esta inciativa como una herramienta para generar memoria. «Queremos invitar a toda la sociedad de las Islas a sensibilizarse con hechos de su historia reciente, injustamente relegada al olvido», apuntan los también artistas y comisarios quien no dudan en afirmar que el olvido de la represión forma parte de la represión y que el testigo de la memoria es una necesidad que se transfire de generación en generación.

Además de la exposición, el proyecto Memorias de contrabando consta de una programación audiovisual que complementa la muestra con obras de diferente estilo, presentaciones, conferencias y mesas redondas, y la publicación en 2015 de un libro-catálogo que será el compendio del trabajo de investigación realizado para llevar a cabo este proyecto.

Memorias de contrabando ha sido posible gracias a la colaboración y participación del Organismo Autónomo de Cultura del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, del Cabildo de Tenerife, de la Viceconsejería de Justicia del Gobierno de Canarias, de la Viceconsejería de Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias, de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Tenerife, de la Fundación CajaCanarias, Fundación Negrín, Fundación Pedro García Cabrera, de TEA Tenerife Espacio de las Artes, de la Universidad de La Laguna, de la Filmoteca Canaria, del Archivo Histórico Provincial, de la Biblioteca Municipal de Santa Cruz de Tenerife, de la Sala Conca y de la Galería Saro León.

Centro de Arte La Recova de la capital tinerfeña hasta el 2 de noviembre

Artículo anteriorReencuentro con Onetti: Veinte años después, en Casa de América
Artículo siguiente175 años de fotografía en España en PhotoResearcher