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El Greco y la pintura moderna abre sus puertas en el Museo del Prado

El Greco junto a los pintores más destacados del la pintura moderna del siglo XIX y XX en el Museo del Prado

La exposición «El Greco y la pintura moderna» permite descubrir cómo veían la obra del Greco y el efecto que tuvo en la creación de  artistas como Manet o Cézanne, así como de otros destacados pintores españoles del último tercio del siglo.

Las obras expuestas muestran la determinante influencia del Greco en el origen de la pintura moderna. Entre ellas destacan Laocoonte y Visión de San Juan del Greco, ambas procedentes de Estados Unidos, el Entierro de Casagemas de Picasso y la versión que hizo Cézanne de la Dama del armiño del Greco, que viaja por primera vez a España.

Esta  exposición sobre la obra del Greco ofrece otra visión distinta e invita a pensar y mirar con los ojos de Picasso, Manet y Cézanne entre otros. Las sugerentes curvas y colores del Greco se transforman en cada una de las pinceladas de los pintores del siglo XIX y XX .

En la exposición se puede ver la influencia, que fue capital, en Picasso y el cubismo. Luego se presentará la relación con los expresionismos centroeuropeos, entre ellos Kokoschka, Beckmann, y con el surrealismo.

Otra sección estudia su influencia en América, especialmente en Orozco, Matta y Pollock. Para finalizar se muestra la resonancia de la figura del Greco en las angustiadas figuraciones de los años cincuenta y sesenta a través de artistas como Bacon, Giacometti y Saura.

El recorrido de la exposición revela la complejidad y riqueza de la influencia del Greco en un período de transformaciones radicales de la pintura. Así, la muestra da comienzo con la fascinación ejercida por el maestro cretense en los artistas franceses más renovadores, como Manet y Cézanne, y en destacados pintores españoles, entre ellos Rusiñol y Zuloaga.

El núcleo principal de la exposición mostrará la continuada influencia que ejerció el Greco sobre el protagonista y creador de las diversas corrientes que revolucionaron las artes plásticas del siglo XX, Pablo Picasso. Asimismo, se presentarán obras de otros artistas que, a partir de su relación con el cubismo, evolucionaron hacia otras propuestas, como André Derain, Robert Delaunay, Diego Rivera, Amedeo Modigliani, Chaïm Soutine y Marc Chagall.

La exposición continúa con el Greco como figura de referencia en el nacimiento y la evolución del expresionismo en artistas centroeuropeos, como los austriacos Oskar Kokoschka y Egon Schiele, y los alemanes August Macke y Max Bekmann, y en las poéticas renovadoras vinculadas al surrealismo.

El recorrido aborda, también, la especial relevancia del cretense en la configuración de la pintura moderna en América, donde sus aspectos más expresivos ejercieron una gran fascinación, según revelan las obras de José Clemente Orozco y Roberto Matta y, especialmente, las de Thomas Hart Benton y Jackson Pollock. Finalmente, se mostrará cómo el impulso transformador del Greco fue a menudo una referencia en las angustiadas figuraciones expresivas de la posguerra europea, según manifiestan las obras de Alberto Giacometti, Francis Bacon y Antonio Saura, algunos de los cuales realizaron homenajes explícitos al artista.

Javier Barón, Jefe del Departamento de Pintura del Siglo XIX del Museo Nacional del Prado, señala en el catálogo realizado con motivo de la exposición que «En el imaginario de muchos de los pintores de los siglos XIX y XX la figura del Greco ocupó un lugar muy peculiar, que se convirtió en verdaderamente central a partir del cambio de centuria. La extraordinaria diversidad de los modos y las direcciones en que se ejerció su influencia es un índice relevante de la complejidad y de la capacidad de fascinación de su pintura. En esto último intervino su condición de artista casi desconocido, transterrado a una nación que, habiendo sido entonces un gran centro de poder y de cultura, había derivado en la época contemporánea hacia una condición periférica en el concierto europeo. El contraste entre la oscuridad en la que se hallaba el país y la excelencia de las obras reunidas en el Real Museo de Pinturas llamó poderosamente la atención de los visitantes extranjeros, que tuvieron con frecuencia la sensación de descubrir un tesoro casi oculto. En el caso del Greco, a diferencia de lo que ocurría con Velázquez, que acaparó a lo largo del siglo XIX la mayor atención en el Prado, donde se hallaba amplísimamente representado, era necesario completar la visita al museo con viajes al Escorial y, sobre todo, a Toledo. Por ello, la identificación entre la fascinación ejercida por aquella ciudad, que conservaba con pocos cambios su pasado, y la que la pintura del Greco, escondida en iglesias y conventos, despertaba, otorgó un matiz de misterio a su figura y avaloró su descubrimiento, tanto más valioso cuanto más ignorado había permanecido el artista».

Datos de interés:

El Greco y la pintura moderna

Edificio Jerónimos
Exposición organizada por el Museo Nacional del Prado y Acción Cultural Española (AC/E)
Con el patrocinio de Fundación BBVA
Comisario: Javier Barón, Jefe del Departamento de Pintura del siglo XIX del Museo Nacional del Prado

Imágenes:

1- 2. El caballero de la mano en el pecho, El Greco
Óleo sobre lienzo, 82 x 66 cm
h. 1580
Madrid, Museo Nacional del Prado

2- 7. Paul Alexandre ante una vidriera, Amedeo Modigliani
Óleo sobre lienzo, 81 x 45,6 cm
1913
Ruan, Musée des Beaux-Arts. Don Blaise et Philippe Alexandre, 1988

3- 5. La dama del armiño, según el Greco, Paul Cézanne
Óleo sobre lienzo, 53 x 49 cm
1885 – 1886
Londres, Colección particular

4- Javier Barón, Jefe del Departamento de Pintura del Siglo XIX del Museo Nacional del Prado, Comisario de la exposición

5- 1.Fray Hortensio Félix Paravicino, El Greco
Óleo sobre lienzo, 112,1 x 86,1 cm
h. 1609 – 1613
Boston, Museum of Fine Arts. Isaac Sweetser Fund