cockLas bebidas espirituosas son un excelente complemento para una buena comida porque, además de proporcionar placer, tienen la ventaja de que si se toman con moderación se produce un efecto positivo en la digestión. Las trajeron a España los árabes, desde Alejandría, lugar en el que históricamente se destiló vino por primera vez y se obtuvo el “agua de vida” o “agua ardiente” y Arnaldo de Vilanova fue el primer destilador europeo, que consiguió un licor del que Ramón Llull dijo que era “una emanación del espíritu divino que Dios ha revelado a la humanidad”.

Los destilados más clásicos, que proceden de la destilación del vino, madurados convenientemente, se obtienen de ellos el cognac, el armagnac y algunos brandies como el español, que se elabora sobre todo en Jerez y en menor proporción en otras regiones como La Mancha o el Penedés. En los tres casos la cuidadosa destilación, y la maduración prolongada, son factores muy positivos que influyen directamente en la calidad del producto final.

Bebida

Los aguardientes generalmente no se maduran y se consumen tal como salen tras la destilación, pero con ellos se pueden hacer especialidades excelentes, como por ejemplo el anís o el pacharán,  que son el resultado de maceraciones de plantas aromáticas (anís) o de endrinas (pacharán). Por su contenido en polifenoles y otros componentes tienen marcadas funciones digestivas.

La fermentación de cereales nos ha proporcionado licores tan interesantes como la ginebra, aromatizada con bayas de enebro, el vodka, o el whisky, que se obtiene de la malta de cebada, tras diversas mezclas y un envejecimiento posterior, que es muy apreciado cuando se realiza en barriles que anteriormente contuvieron vinos de jerez y mejor, a ser posible, olorosos o amontillados.

El ron es el producto obtenido de la fermentación de las melazas procedentes de la elaboración de la caña de azúcar. Su origen es español, porque en la costa mediterránea se destilaron por primera vez, pero su centro de producción está en varios países centroamericanos y caribeños, en los que se produce azúcar de caña y por lo tanto disponen de la materia prima necesaria. De la destilación de una bebida hidroalcohólica procedente del ágave se obtiene el tequila, que puede comercializarse recién destilado o madurado (reposado).

Hay otros licores como los que se obtienen de la maceración de diferentes frutas, entre los que están el kirch (de cerezas), el slivovich (de ciruelas) o el licor Williams (de peras).

El vermut es el resultado de la maceración en vino de alta graduación, generalmente encabezado con aguardiente, de diversas hierbas aromáticas y finalmente la sidra es el jugo fermentado de la manzana, que posteriormente destilada proporciona unos licores muy apreciados, como el calvados o el aguardiente de manzanas asturiano.

En la XXVIII edición del Salón de Gourmets (SG) se exhibirá una gran variedad de estos productos y los visitantes profesionales podrán degustar muchas de estas bebidas. Las actividades que hay programadas para que los amantes de estos licores puedan conocer las últimas novedades ofrecen una ámplia perspectiva de este sector, en ocasiones desconocido por muchos.

Artículo anteriorViajes con el Marqués, en el Museo Cerralbo
Artículo siguienteColgando a El Greco en Toledo