Várez FisaLa Reina Doña Sofía inaugurará mañana en el Museo del Prado la Sala Várez Fisa en reconocimiento a la generosidad del matrimonio José Luis Várez Fisa y María Milagros Benegas Mendía, donantes, junto a sus hijos, de un conjunto de doce obras de arte medieval y renacentista español. La sala acoge no sólo el conjunto de obras donado ahora sino también el Retablo de San Cristóbal, recibido en donación de la misma familia en 1970, la tabla adquirida por el Estado de Lluís Borrassà y otras cuatro tablas procedentes también de la colección de la familia, cedidas en depósito a largo plazo.

La Sala Várez Fisa (antes 52 A), situada en el recorrido de la pintura española del Románico al Renacimiento, enriquece y complementa estilos y autores ya representados y contribuye a paliar algunas de las carencias que tiene el Museo del Prado en esta parte de su colección de pintura y escultura españolas, particularmente con las relativas a la corona de Aragón, reflejo del origen de las colecciones del propio Museo.

Entre las obras donadas se encuentra una tan fundamental de este período como la Virgen de Tobed (h. 1359-1362) tradicionalmente atribuida a Jaume Serra. Aunque es un ejemplo excepcional de pintura italo-gótica catalana, es mucho más valiosa si cabe como documento histórico porque es un ejemplo de propaganda política inusual en la que Enrique de Trastamara se autoproclama como rey de Castilla años antes de la muerte de su hermanastro el rey Pedro I el Cruel (+1369), manifestando de este modo su aspiración a la corona que consideraba legítima.

Várez Fisa (1)Bajo el artesonado procedente del coro de la iglesia de Santa Marina en Valencia de Don Juan (León), obra única en el Prado por su tipología y dimensiones (once metros y medio de largo y más de seis de ancho), y junto a la Virgen de Tobed -obra que se une a la escasa relación de obras de pintura italo-gótica en las colecciones del Museo y con la que el Prado expone el primer ejemplo de un retrato idealizado de los futuros reyes de Castilla, Enrique II y Juana Manuel, con sus hijos- tres pinturas románicas de principios del siglo XIII, procedentes de Cataluña y Castilla, completan una parte de la colección del Prado no suficientemente representada, en particular en lo que a pintura sobre tabla se refiere.

Los dos frontales donados –el de Sollalong (Ripoll) del taller del Maestro de Lluçà y el de Arnedillo (La Rioja)- son de mayor calidad que el frontal de Guils que actualmente guarda el Museo. Por su parte, la pintura mural del Maestro de Sant Esteve de Andorra suma a los ejemplos castellanos de Maderuelo y San Baudelio de Berlanga de Duero una muestra del románico pirenaico, inexistente en el Prado, de sumo interés al estar influida por el nuevo arte bizantino que se difundió en los últimos años del siglo XII y marca la transición al protogótico, patente en su preocupación por el volumen y la perspectiva.

Várez Fisa (2)El estilo gótico lineal está magníficamente representado por el retablo de San Cristóbal, donado al Museo del Prado en el ya lejano año de 1970 y que, desde entonces, ha permitido conocer mejor a sus visitantes la evolución del arte español desde el románico. Ecos de ese mismo estilo en la corona de Castilla, en una fecha tan tardía como 1400, se manifiestan aún en las pinturas del artesonado procedente de la iglesia de Santa Marina de Valencia de don Juan (León). Escenas sacras como la Santa Cena o El descenso al limbo se suman a otras de carácter profano -en mucho mayor número-, con temas cinegéticos, torneos, danzas, escenas amatorias junto a otros protagonizados por animales o monstruos, en ocasiones combatiendo entre sí, por no mencionar la reiteración con que aparecen los temas heráldicos: escudos de Castilla y León, de los Luna y de los Rojas.

La pintura italogótica y la del estilo gótico internacional son las que más se enriquecen con la ya citada Virgen de Tobed, ítalogótica, y el retablo del Maestro de Torralba de estilo internacional. Este último pintor, al que se identifica actualmente con Juan Arnaldin (doc. 1433-1459), trabajó en Zaragoza y en la comarca de Calatayud. Tanto este retablo -que se encuentra prácticamente completo y en buen estado de conservación-, como los dos que llevó a cabo para la iglesia de Torralba (Zaragoza), evidencian su acusada personalidad y permiten comprobar la riqueza de su gama cromática y las novedades iconográficas que introduce en la composición de los temas sacros. La tabla de San Andrés negándose a adorar al ídolo de Lluis Borrassà (doc. 1380- 1424), adquirida por el Estado y procedente de un retablo de san Andrés que se hizo en origen para la catedral de Barcelona, es obra autógrafa de uno de los pintores más destacados del estilo internacional en Cataluña.

Várez Fisa (3)La pintura hispanoflamenca valenciana se refuerza con la incorporación del San Antonio abad de Joan Reixach (doc. 1431-1486), que se suma al Tríptico con pasajes de la vida de Cristo de Louis Alincbrot, maestro brujense afincado en Valencia desde 1439, propiedad del Museo. Precisamente, la presencia en la ciudad del Turia de Louis Alincbrot y de Luis Dalmau, que volvió a Valencia desde Brujas en 1436, es la que justifica que Reixach represente a san Antonio abad con la imagen y el carácter monumental que le otorgó Jan van Eyck en el altar de Gante, que Reixach debióconocer con su mediación. El hispanoflamenco castellano recibe la aportación de la tabla del Cristo de piedad entre los profetas David y Jeremías del burgalés Diego de la Cruz – representado ya en el Prado-, con un ejemplo tardío de uno de los pintores castellanos más relevantes.

La pintura de los inicios del Renacimiento se enriquece con las dos tablas de Pedro Berruguete con los cuatro Padres de la Iglesia latina, san Gregorio, san Jerónimo, san Ambrosio y san Agustín, que se suman a las que ya poseía el Museo del Prado. Su incorporación a las colecciones Várez Fisa (4)de la institución permite que quede magníficamente representada una faceta muy significativa de la obra de Berruguete, evocadora de su estancia en Urbino, de la que hasta el momento carecía. La escultura refuerza su presencia con las dos obras que se incorporan. El retablo de San Juan Bautista, de los inicios del gótico, debe valorarse por su rareza y su buen estado de conservación. La Virgen entronizada con el Niño, atribuida a Gil de Siloé, prácticamente idéntica a la que se conserva en la cartuja de Miraflores, es otra contribución importante, al ser Siloé uno de los artífices más destacados de la escultura europea del siglo XV. Tras su ingreso en el Prado se ha restaurado, eliminando los elementos añadidos, lo que ha permitido valorar mejor su calidad.

La sala Várez Fisa se completa con las cuatro obras procedentes también de esta colección que la familia Várez ha accedido depositar a largo plazo en el Museo. La más antigua, El tríptico del Nacimiento de Jesús del Maestro del Zarzoso (activo a mediados del siglo XV), es una pieza singular, realizada en Castilla hacia 1450, por un pintor de origen nórdico que debió formarse en el estilo internacional, pero que accedió después al arte flamenco. Su técnica cuidada, su buen estado de conservación y la originalidad con que su autor trató los distintos temas representados hacen de este tríptico una pequeña joya.

La Virgen con el Niño de Juan de Flandes (doc. 1496-1519) copia con variantes un modelo creado en el taller de Memling, que tuvo un éxito enorme entre los comitentes, si bien Juan de Flandes lo transforma sustituyendo los tipos humanos del pintor brujense por los suyos propios.

Várez Fisa (5)El Nacimiento de Cristo con el donante de Fernando Llanos (doc. 1506-1525?), realizado por el pintor hacia 1506-1507 -recién llegado a Valencia desde Italia-, permite conocer el estilo del mejor Llanos tras colaborar con Leonardo da Vinci en la Batalla de Anghiari en el palacio de la Signoria de Florencia y constatar su dependencia de los modelos del pintor florentino. Su incorporación a la Sala Várez Fisa y la posición que ocupa en sus paredes hace posible que –sin salir de ella- se pueda comparar visualmente esta obra de Llanos con la Santa Catalina de Yañez, verdadera obra maestra del pintor manchego.

La oración en el huerto de Paolo de San Leocadio (1447-1520), realizada cuando el pintor estuvo al servicio de la duquesa de Gandía (h. 1500-1512), permite conocer su estilo en plena madurez, cuando ya llevaba cerca de treinta años -o más- trabajando en Valencia. El Prado posee la Virgen del Caballero de Montesa, obra maestra del pintor perteneciente a la primera fase de su actividad en tierras valencianas. Gracias a esta Oración en el huerto depositada ahora en el Museo –de técnica muy cuidada y en muy buen estado de conservación-, sus visitantes podrán comprobar la evolución de este pintor italiano que, con su llegada a la ciudad del Turia en 1472 como parte del séquito del Cardenal Borgia –el futuro papa Alejandro VI-, inició el Renacimiento en la corona de Aragón.

Esta donación se suma a la generosa secuencia de donaciones que, a lo largo de su casi bicentenaria historia, han enriquecido extraordinariamente los fondos fundacionales de la pinacoteca. El nombre de José Luis Várez Fisa se une así por derecho propio a los de Ramón Errazu, Pablo Bosch, Pedro Fernández Durán, Francesc Cambó y la marquesa de Balboa.

José Luis Várez Fisa
Várez Fisa (6)José Luis Várez Fisa (Barcelona, 1928) es ingeniero, empresario y un apasionado coleccionista que, a lo largo de su vida, ha reunido un importante número de piezas de distintas técnicas, épocas y estilos. Siempre ha manifestado siempre una gran devoción por el Museo del Prado. A las donaciones que se exponen en la Sala Várez Fisa hay que añadir, en 1988, una obra de Orazio Borgianni (1575-1616).

Fue nombrado vocal del Museo del Prado en 1980 y de nuevo en 1986. Su labor de mecenazgo ha sido reconocida con la imposición de la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio y, recientemente, en el año 2012, con la concesión, junto a su esposa, de la Medalla de Oro de las Bellas Artes.

Publicación
Con motivo de la inauguración de esta sala y con el fin de ofrecer al público la oportunidad de conocer más acerca de estas obras de nuevo ingreso en las colecciones del Prado, el Museo ha editado una publicación monográfica sobre las mismas, incluida en su colección Serie 1. La publicación, Donación Várez Fisa, cuenta con textos de Pilar Silva Maroto, jefe de departamento de Pintura Española (1100-1500) y Pintura Flamenca y Escuelas del Norte (1400-1600).

Várez Fisa (7)FOTOS

1.
Frontal con escenas de la infancia de Cristo
Pintor castellano (La Rioja)
Temple sobre tabla, 104,7 x 134,2 x 10 cm
Primer tercio del siglo XIII
Madrid, Museo Nacional del Prado. Donación de Várez
Fisa
2.
Frontal de Solanllong
(Ripoll)
Maestro de Lluça
Témpera sobre tabla, 102 x 108,3 x 7,5 cm
1200 – 1210
Madrid, Museo Nacional del Prado. Donación de Várez
Fisa
3.
Retablo de San Juan Bautista
Anónimo
Madera tallada y policromada, 249,3 x 198 x 12,3 cm
Último cuarto del siglo XIII, León
Madrid, Museo Nacional del Prado. Donación de Várez
Fisa
4.
Várez Fisa (8)Artesonado en madera tallada y policromada
Anónimo
Tabla, 11,5 x 6,3 m
Mediados del siglo XIV, León
Madrid, Museo Nacional del Prado. Donación de Várez
Fisa
5.
Virgen de Tobed
Jaume Serra
Tempera sobre tabla, 161,4 x 117,8 x 14 cm
1359
Madrid, Museo Nacional del Prado. Donación de Várez
Fisa
Várez Fisa (9)6.
Retablo de la Virgen
Maestro de Torralba
Temple sobre tabla, 366 x 279,3 x 12 cm
Primera mitad del siglo XV
Madrid, Museo Nacional del Prado. Donación de Várez
Fisa
7.
San Gregorio el Grande y San Jerónimo
Pedro Berruguete
Banco de un retablo, tabla, 61 x 74 x 6,7 cm
1495 – 1500
Madrid, Museo Nacional del Prado. Donación de Várez
Fisa
Várez Fisa (10)8.
Virgen entronizada con el niño
Gil de Siloe
Alabastro con restos de policromía y dorado, 82 x 5
0 x 38 cm
Siglo XV
Madrid, Museo Nacional del Prado. Donación de Várez
Fisa
9. Imagen de la sala 52 A
© Museo Nacional del Prado
10. Imagen de la sala 52 A
© Museo Nacional del Prado
11. Imagen de la sala 52 A
© Museo Nacional del Prado
12. Imagen de la sala 52 A
© Museo Nacional del Prado

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