Círculo de Bellas Artes 1El Círculo de Bellas Artes vive pendiente del hilo presupuestario para su supervivencia, ya que una vez rechazadas todas las enmiendas en el Congreso para que pudiera gozar de una inyección de 500.000 euros, propuesta por el grupo socialista, le toca ahora el Senado decidir sobre su futuro.

Según el diputado Rafael Simancas, impulsor de esta inciativa, es inconcebible que el partido que gobierna el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid no tenga la menor sensibilidad para apoyar a una institución cultural como el Círculo, cuya supervivencia corre un serio riesgo.

El déficit del Círculo en este año es, precisamente, de 500.000 euros y si no se cubre su supervivencia es una incógnita, ya que los socios no tienen capacidad para hacer frente a esta deuda, ni la campaña de nuevos amigos da para muchas alegrías en estos tiempos de crisis.

El presupuesto del Círculo para 2014 es de 3.931.144 euros, con unas perdidas de medio millon de euros y otras previstas para el ejercicio 2014 de más de 120.000, lo que incidirá, entre otras, en una reducción de plantilla.

Una vez más la solución que contempla el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid es canalizar hacia el Círculo el generoso mecenazgo de las empresas, como ya lo hacen hacia museos como el Prado o el Reina Sofía. Por su parte la Junta Directiva del Círculo de Bellas Artes preocupada ante la incertidumbre que se avecina ha lanzado el siguiente comunicado a la opinión pública:

El Círculo apuesta por su futuro

CBAEl Círculo de Bellas Artes reafirma su voluntad de seguir siendo la institución que a lo largo de su historia ha contribuido de manera decisiva al desarrollo de una cultura independiente y viva en España.

Esa trayectoria ha conocido dificultades en distintos momentos; gracias al apoyo de la ciudadanía, de su personal y de diversas instituciones, el Círculo ha superado varias veces esos momentos de crisis, y ahora, cuando toda la sociedad española sufre las incertidumbres que también afectan a esta entidad, su directiva está segura de que en este momento también saldrá adelante.

El Círculo de Bellas Artes es una de las grandes instituciones culturales europeas; avalada por los organismos comunitarios, forma parte de Casa Europa, y contribuye de manera importante a la creación y a la difusión de la cultura a la que pertenecemos.

Se producen en el Círculo una media de más de mil actividades al año; aquí estudian, crean y se expresan centenares de artistas de distintas generaciones, que conviven en espacios abiertos y diversos. Un millón de personas que asisten anualmente a estas actividades son el testimonio de la vitalidad del Círculo de Bellas Artes.

La Junta Directiva se siente orgullosa, y así lo pone de manifiesto en este comunicado elaborado en una reunión extraordinaria que ha presidido Juan Miguel Hernández León, de proclamar su convicción en el futuro del Círculo y en su porvenir como centro de cultura y de encuentro democrático en la comunidad de Madrid, trabajando siempre por el bien del progreso cultural de nuestro país.

Historia del Círculo de Bellas Artes

CBA 1El Círculo de Bellas Artes de Madrid (CBA) es una entidad cultural privada sin ánimo de lucro declarada «Centro de Protección de las Bellas Artes y de Utilidad Pública». Desde su creación, ha desarrollado una importante labor de alcance internacional en el campo de la creación y la difusión cultural.

El CBA, uno de los centros culturales privados más importantes de Europa, se caracteriza por su actitud abierta hacia las más destacadas e innovadoras corrientes artísticas. Es un centro multidisciplinar en el que se desarrollan actividades que abarcan desde las artes plásticas hasta la literatura pasando por la ciencia, la filosofía, el cine o las artes escénicas.

Esta institución se fundó en abril de 1880 gracias a los esfuerzos de un reducido grupo de artistas. En sus orígenes se trataba de una sociedad bastante restringida, pero con difusión de ámbito cultural. Su primer presidente fue el pintor Juan Martínez de Espinosa. Entre 1880 y 1926, el Círculo cambió diez veces de sede: Barquillo, 5; Madera, 8; Lobo, 10; Abada, 2; Libertad, 16; Barquillo, 11; Alcalá, 7; Alcalá, 14 y finalmente Alcalá, 42.

Durante los primeros años del siglo XX, pasaron por la directiva del CBA personajes relevantes de la vida cultural de la época -como Jacinto Benavente o Carlos Arniches-, mientras el joven Picasso asistía como alumno a sus clases de pintura y Ramón María del Valle-Inclán frecuentaba sus salones.

La sede actual del Círculo fue un proyecto encargado al arquitecto Antonio Palacios, al cual se deben edificios tan emblemáticos de Madrid como el Palacio de Comunicaciones, el Banco Central en la propia calle de Alcalá o el Palacio de Maudes, entre otros. Fue inaugurado por Alfonso XIII el lunes 8 de noviembre de 1926 con una exposición de pinturas de Ignacio Zuloaga en la Sala Goya.

Una de las actividades con más larga tradición en la historia del Círculo son los Bailes de Máscaras que iniciaron su andadura en febrero de 1881, y que, a partir de 1927 pasaron a celebrarse en la sede actual de la calle de Alcalá.

Como actividad artística directamente relacionada con estos bailes, se celebraban unos concursos de carteles en los que se elegía el que iba a ser la imagen de ese año. El primer ganador fue el pintor valenciano Cecilio Plá en 1892. Artistas como Mariano Benlliure o Rafael de Penagos fueron habituales participantes de estos concursos.

En 1983 se produjo un auténtico proceso de refundación del Círculo gracias al impulso de la Asociación de Artistas Plásticos, que agrupaba a algunos de los más importantes creadores españoles. El CBA se abrió al público madrileño y a las corrientes culturales internacionales e inició un proceso de expansión y reorganización.

Diferentes personalidades del ámbito artístico han ocupado la presidencia de esta institución desde entonces: el escultor Martín Chirino López (1983 – 1991), el artista plástico Pedro García-Ramos Sánchez (1991 – 1995) y el arquitecto Juan Miguel Hernández León (1995 > actualidad). Por su parte, la dirección del Círculo desde su refundación ha corrido a cargo de Borja Puig de la Bellacasa (1983 – 1990), Enrique Baquedano (1990 – 1996), César Antonio Molina (1996 – 2004) y Juan Barja (2004 – actualidad).

Artículo anteriorJuan Mayorga, Premio Nacional de Literatura Dramática 2013
Artículo siguienteGomendio inaugura el I International Youth Scientific Congress INVESTIGA I+D+i

2 COMENTARIOS

  1. Una institución que se proclama privada no puede depender de las subvenciones de ninguna institución gubernamental.. Una ayuda se admite pero nunca la superviviencia. Acaba siendo del partido que la suvencione. El Circulo debe seguir vivo gracias al esfuerzo de los particulares que lo frecuentamos y lo amamos. Y sobre todo libre.

  2. En un país civilizado las subvenciones no es una COMPRA ni una MANIPULACIÓN. El Gobierno tiene que asegurar educación, cultura y sanidad, entre otras cosas, a la población.
    El Círculo, por su naturaleza, cuenta con subvenciones como puede contar cualquier otra institución de su tamaño. Y en las malas épocas es normal que se dependa más de ello que otras veces. Le pasa al Círculo y le pasa a cualquier asociación de barrio.
    El problema es que un partido con mayoría absoluta (o sus seguidores) se crea que subvencionando se controla el tejido asociativo. Una subvención no es una limosna, es la partida presupuestaria social que necesita un país de primera categoría.

Los comentarios están cerrados.