RománicoEl Museu Nacional d’Art de Catalunya presenta una intervención en las salas de la colección de arte románico que ofrece nuevas miradas y claves de lectura diferentes para los visitantes. Esta visita al románico en compañía de Antoni Tàpies es un itinerario que desvela cómo el arte de este periodo es uno de los sustratos artísticos importantes en la formación, inspiración y sensibilidad del artista, al mismo tiempo que ofrece la posibilidad de mirar con otros ojos las obras medievales y descubrir, utilizando palabras de Tàpies, la cadena de nexos que constituye la historia del arte.

La tradición, la catalanidad, el muro, la materia, la reflexión sobre lo mágico y lo sagrado o el sentido del arte son aspectos profundos en la obra de Antoni Tàpies, que no sólo no permanecen ajenos al arte románico si no que el propio artista ha relacionado con la colección del «Museo Románico de Barcelona».

A lo largo del recorrido por la colección, una serie de puntos expositivos invitan a reflexionar sobre la relación entre la obra de Antoni Tàpies y el arte románico. Los elementos que permiten vertebrar este itinerario son citas textuales del propio Tàpies o de coetáneos suyos, así como alguna obra de la colección particular del artista.

Así pues, la muestra pretende ofrecer una mirada contemporánea sobre el arte medieval, al mismo tiempo que busca enriquecer el universo tapiano con elementos de conexión con las creaciones de nuestro pasado. El Museu Nacional se propone, con esta muestra, impulsar el diálogo entre las colecciones del museo y los artistas y creadores contemporáneos, y desvelar la estrecha relación existente entre la tradición artística y la vanguardia.

La inauguración de esta intervención en las salas de arte románico coincide con los últimos días de apertura al público de la exposición Tàpies. Desde el interior, la primera retrospectiva que abarca toda la trayectoria de este artista, organizada conjuntamente por el Museu Nacional d’Art de Catalunya y la Fundació Antoni Tàpies.

Organización y producción: Museu Nacional d’Art de Catalunya
Comisaria: Gemma Ylla-Català
Diseño: Àlex Dobaño, Avanti-Avanti Studio
Fechas: 30 octubre 2013 – abril 2014

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2 COMENTARIOS

  1. Una de las falacias historicistas que acostumbra a perpetrar el catalanismo es la mencionada en este artículo y tantos otros lugares: la relación entre románico y catalanidad.
    Por una parte, un buen porcentaje de las obras exhibidas en el Museu Nacional d’Art de Catalunya es procedente de iglesias de Aragón a través de un espolio sistemático. Por el momento todavía pone la procedencia en las cartelas, seguramente no tardarán en obviarlo, pero al menos quedará constancia en los libros editados hasta ahora. Incluso las mejores obras, las del Valle de Bohí, fueron construidas, pintadas y consagradas por el obispo de Roda de Isábena (Huesca) cuando ese Valle de Bohí era territorio aragonés. Por cierto los vecinos intentaron por todos los medios impedir que se las llevaran los murales a Barcelona, pero el poder centralista de la ciudad condal fue contundente.
    Por otra parte, gran parte del románico llamado erróneamente catalán, especialmente el de zonas más alejadas de Aragón, es más tardío que el del resto de España y en cierto modo decadente.

  2. Gracias por haber publicado mi comentario.
    Sin embargo, no quisiera que se me entendiera como una crítica negativa a la exposición, pues aplaudo la mayor. Quiero decir que me parece muy interesante que la contemporaneidad deje de dar la espalda al pasado, reconozca que estamos donde estamos porque venimos de donde venimos y se deje de considerar la Edad Media como un tiempo de oscurantismo sino como uno de los períodos de creación en que los arquetipos se manifestaron de modo más transparente.
    Y sólo añadir respecto a mi anterior comentario que la imagen que ilustra el artículo es precisamente una de las extraídas del Valle de Bohí.

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