318VISO-CTB  146'Los paisajes de Monet, Léger y Derain ya inundan las calles de la capital malagueña para dar la bienvenida a la exposición temporal Courbet, Van Gogh, Monet, Léger. Del paisaje naturalista a las vanguardias en la Colección Carmen Thyssen, que el Museo Carmen Thyssen Málaga, en colaboración con ”Obra Social La Caixa”, inaugura este viernes 4 de octubre en el Palacio de Villalón.  Las tres obras seleccionadas para la difusión y promoción de la muestra marcan hitos fundamentales en la línea expositiva y muestran cómo fue evolucionando el paisaje en el camino del lenguaje hacia la modernidad.

La pintura Marea baja en Varengeville, 1882, de Claude Monet constituye la imagen principal de la exposición y de su catálogo. Ofrece una mirada impresionista, el movimiento que proyectó la disolución de la forma y la transformación de los objetos con el paso del tiempo. “Por otra parte, La iglesia de Chatou, 1909, de Derain, representa el regreso a su tierra natal, tras un tiempo en el sur, en Normandía y en Londres, y es también el desplazamiento del estilo fauve por el uso de elementos geométricos influidos por Cézanne”, explica la directora artística del Museo, Lourdes Moreno. “La obra El puente, 1923, de Fernand Léger, que los ciudadanos ya pueden contemplar a través de las banderolas, es  la demostración de cómo el paisaje fue utilizado por los movimientos de  vanguardias como uno de sus motivos principales”.

La muestra, dividida en cinco secciones, pretende poner de relieve el papel de la pintura de paisaje en la renovación del arte moderno a través de una mayor libertad de ejecución y contacto directo con la naturaleza. En ella se analiza el interesante nexo que nació entre artistas españoles, como Martín Rico, Meifrén o Rusiñol, entre otros, con las principales tendencias del arte internacional, donde podemos destacar la presencia de Friedrich, Courbet, Van Gogh o Monet.

Sin duda este artista francés es una de las figuras más importantes del movimiento. Hizo de la naturaleza un motivo esencial en su vida y en su pintura, y encontró la inspiración en ella. Obsesionado por la transformación que el tiempo produce en las cosas dedicó una especial atención a intentar captar esas modificaciones sutiles. De ahí nació el concepto de las series, que el pintor realizó con profusión a lo largo de su vida.

En febrero de 1882, Claude Monet, se traslada de Poissy a Dieppe y Pourville, en la costa normanda. En dos meses realizó treinta y seis cuadros. El marchante Paul Durand-Ruel adquirió veintitrés de ellos, entre los que se encontraba Marea baja en Varengeville. En esta época Monet comenzaba a ser un autor apreciado por el público, aunque aún estaba necesitado económicamente, ya que convivía con Alice Hoschedé y los hijos de ambos.

Otras de las obras que se incluyen en la línea promocional de la exposición dedicada a la pintura de paisaje es La iglesia de Chatou, 1909 de André Derain. Pintor e ilustrador, fue uno de los máximos exponentes del movimiento fauvista. Conoció desde muy joven a Matisse y a Maurice de Vlaminck, con quien hizo de Chatou y de su zona circundante unos de sus enclaves favoritos, convirtiéndose en motivo principal de muchas de sus pinturas. Su obra, en la que utilizó los colores puros, estuvo influida por Cézanne, y posteriormente por Van Gogh.

La Iglesia de Chatou aparece representada desde un punto de vista bajo, lo que le otorga unas dimensiones notables. La obra está inspirada en Cézanne y en su teoría de la reducción geométrica de la naturaleza, de hecho fue Derain quien más contribuyó a divulgar la obra del pintor de Aix.

Por último, la obra El puente, 1923, de Fernand Léger es una obra que demuestra cómo el paisaje fue uno de los géneros más frecuentados  por las primeras vanguardias. Aunque en un principio partió de la pintura impresionista, se considera que Léger fue quien puso ritmo y color al lenguaje cubista. Hacia 1923 comenzó a realizar decoraciones para películas y El puente presenta una arquitectura muy parecida a la decoración que realizó para la película L’Inhumaine de Marcel L’Herbier.

Su obra, en la que utilizó una paleta austera, estuvo influida por Cézanne y su teoría de la reducción geométrica de la naturaleza, de hecho fue Derain quien más contribuyó a divulgar la obra del pintor de Aix. La iglesia de Chatou y otras casas del pueblo aparecen representadas desde un punto de vista bajo, lo que le otorga unas dimensiones notables.

Foto: Monet, Claude.  ‘Marea baja en Varengeville’, 1882. Óleo sobre lienzo, 60 x 81 cm, ©Colección Carmen Thyssen-Bornemisza en depósito en el Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid

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