pontejos_logopress02Madrid celebra el cumpleaños de uno de sus comercios más emblemáticos. El Almacén de Pontejos cumple 100 años al pie del cañón y puede presumir de una salud envidiable.

Como si no hubiera pasado el tiempo, cada mañana y cada tarde, en su establecimiento se dan cita centenares de personas, en su mayoría mujeres, en busca de botones, cintas, abalorios, encajes, hilos y un sinfín de productos que “solo se encuentran aquí”. Decenas de dependientes enfundados en su tradicional bata azul atienden a la numerosa clientela que debe esperar turno con el número en la mano.

Fundada en 1913 por el guipuzcoano Antonio Ubillos Baztarrica, esta mítica tienda especializada en productos de mercería ha pasado como local de referencia de madres a hijas, hasta llegar a las generaciones más jóvenes, que continúan confiando en Pontejos para encontrar los productos más insospechados.

Establecimiento original
Junto a los tradicionales escaparates y entre los viejos mostradores de madera se entremezclan turistas que hacen fotos al pintoresco establecimiento, señoras comprando los productos necesarios para realizar sus costuras o chicas jóvenes en busca de los complementos para realizar un collar o unos pendientes. “Siempre vengo aquí cuando tengo una boda”, explica María, de 28 años. “Me gusta fabricar mis propios tocados y aquí encuentro todo tipo de plumas, flores o redecillas para hacerlos”, añade.

pontejos_logopress03Cuando llegó a Madrid, Ubillos Baztarrica empezó a trabajar como aprendiz en la mercería de su tío, y años más tarde fundaría su propio establecimiento. El nuevo local, exactamente el mismo que hoy disfrutamos, se abrió en la planta baja de la que todavía hoy se conoce como Casa del Cordero. El edificio, que cuenta con viviendas y locales, se en la Plaza de Pontejos, muy cerca de la Puerta del Sol, y fue construido en 1842 por orden de Santiago Alonso Cordero, concejal del Ayuntamiento de Madrid.

Edificio histórico
El origen histórico del edificio explica por qué la tienda se ha conservado prácticamente igual desde su fundación. Al formar parte integral de un edificio protegido, que goza del estatus de “nivel 1 singular” (el máximo grado de protección posible) una reforma estructural no obtendría jamás los permisos administrativos necesarios.

Precisamente, esa fidelidad a la tradición forma parte del código genético de este comercio centenario, que como enclave del particular interés histórico y cultural está incluido en las rutas turísticas de la ciudad de Madrid.

Al frente del negocio continúa la familia fundadora. La cuarta generación mantiene la esencia del establecimiento. Ha sabido mantener los célebres expositores giratorios de botones, que ideó su Antonio, así como el diseño de los muestrarios de tiras bordadas.

Con este cumpleaños, Almacenes de Pontejos se suma así a una larga lista de establecimientos centenarios de Madrid. Comercios que, a pesar de los años y la crisis, han sabido mantenerse vivos y conservar la tradición de la ciudad. La Asociación de Establecimientos Centenarios y Tradicionales de Madrid se encarga de preservar esa esencia y autenticidad de estos negocios.

Irene G. Vara

Almacenes de Pontejos
Plaza de Pontejos, 1
Madrid

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