El Toro de Osborne rediseñado con cristales de swaroski frente a la Casa de América en Madrid
El Toro de Osborne rediseñado con cristales de swaroski frente a la Casa de América en Madrid
El Toro de Osborne rediseñado con cristales de swaroski frente a la Casa de América en Madrid

Si José Borrel hubiera pasado por la madrileña plaza de Cibeles el pasado 25 de junio a eso de las 11,30h. se hubiera llevado una de las sorpresas de su vida, ya que el toro que quiso erradicar de las carreteras españolas y que tuvo que ser indultado tras la movilización de los ministros de Felipe González, emergía frente a la Cibeles delante de la fachada de la Casa de América.

El Toro de Osborne, uno de los iconos más representativos de la Marca España y una de las imágenes culturales más reconocidos en el extranjero, aparecía transformado en una escultura de cristal de 500 quilos y cinco metros,  con 2.000 piezas de Swarovski incrustadas que emiten reflejos caprichosos a cualquier hora del día o de la noche.

Según Otto Reisinger, uno de sus responsables en Europa y Asia de Swaroski, han querido cristalizar la famosa escultura y convertirla «en una obra de arte moderna y contemporánea», diseñada por el artista jerezano afincado en Ibiza, Willie Márquez. El toro-joya nació en un taller tradicional en el Puerto de Santa María y desde allí viajó hasta la ciudad de Wattens, donde Swarovski manufactura los cristales destinados a la moda, la bisutería, la iluminación, la arquitectura y el interiorismo.

Swaroski ha diseñado otras obras curiosas, como una guitarra que Shakira encargó a la firma con incrustaciones de cristales de color rosa, realizada en Barcelona, los famosos guantes que usó Michael Jackson en algunos de sus conciertos y un vestido para Nicole Kidman con motivo del pasado Festival de Cannes, entre los más conocidos.

Esta empresa austríaca ha diseñado otras obras de gran tamaño que se han exhibido en capitales europeas y de EE.UU y este toro de Osborne customizado en negro y cristal pasará el verano con los madrileños. La escultura ha sido muy bien acogida y son numerosos los viandantes que alternan sus fotos entre el Toro de Osborne y la Cibeles, frente al nuevo Ayuntamiento de Madrid. Lo que no se ha especificado es el coste de esta iniciativa aunque según la información que facilita Swaroski los beneficios de la misma irán destinados al mantenimiento y conservación de la Casa de América, antiguo Palacio de los marqueses de Linares.

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