homeEl Museo Carmen Thyssen de Málaga estrena nueva propuesta expositiva con la magia y el duende de Julio Romero de Torres como protagonistas. Las mujeres y escenas populares que el pintor andaluz creó con gran maestría desfilarán durante todo el verano ante las miradas de los visitantes del museo malagueño.

La exposición Julio Romero de Torres. Entre el mito y la tradición presenta un recorrido por la obra de uno de los pintores más populares de la historiografía española, a la vez que pretende reflexionar sobre su trayectoria creativa a través de diversos capítulos dedicados a los temas más recurrentes de su producción.

Identidad propia
Julio Romero de Torres (Córdoba, 1874-1930) es uno de los artistas españoles más reconocidos durante el periodo conocido como fin de siglo, llegando a ser considerado el maestro absoluto del simbolismo andaluz. Su obra se ha asociado, durante mucho tiempo, a corrientes pictóricas populares y folclóricas españolas, pero su producción posee verdadera identidad propia, y ha pasado de ser un mero tópico a considerarse una corriente estética propia del simbolismo.

Residió a caballo entre Córdoba y Madrid, y fue en la capital donde comenzó la difusión de su obra gracias a su amistad con importantes artistas y literatos de la época, principalmente con Ramón María del Valle-Inclán. El escritor se convirtió en su mentor, y gracias a la difusión de sus ideas estéticas, así como los textos que realizó sobre el pintor, Romero de Torres consiguió el reconocimiento definitivo.

Evolución estilística
carmen_thLa exposición se compone de varias secciones organizadas desde un punto de vista temático, dentro de las cuales también queda patente la evolución estilística del pintor. Vinculado desde pequeño al Museo de Pinturas de Córdoba (cuyo padre era conservador del mismo a la vez que pintor), la formación de Julio Romero de Torres estuvo ligada tanto a la influencia paterna y a la pinacoteca cordobesa como a las aulas de la Escuela de Bellas Artes y el Conservatorio de Música.

Durante lo que se considera la primera etapa de su producción, cultivó una pintura de carácter luminista vinculada a la estética de raíz impresionista. Pero fue a partir de un viaje a Italia en 1908 cuando su trayectoria experimentó un giro definitivo, consolidando un estilo propio que identifica su pintura. Desde este momento, sus composiciones se caracterizarán por poseer una gran carga simbólica, así como plasmar constantemente el concepto de dualidad, cuyo objetivo reside en representar la simbiosis existente entre dos extremos morales.

Julio Romero de Torres. Entre el mito y la tradición
De 27 de abril al 8 de septiembre
Museo Carmen Thyssen de Málaga

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