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Obra gráfica de Bacon en la Galería Marlborough de Madrid

La Galería Marlborough muestra hasta el 16 de marzo aguatintas y litografías del pintor británico de origen irlandés Francis Bacon (1909-1992), cuyo impactante y personal estilo figurativo le ha convertido en uno de los artistas más originales del siglo XX.

Francis Bacon basó sus obras gráficas en una selección de 35 de sus pinturas fechadas desde 1965 hasta 1991. Trabajó con los mejores impresores y hacía un seguimiento del proceso, realizando los cambios que consideraba necesarios sobre las pruebas que finalmente él aprobaba para su edición limitada, y que posteriormente numeraba y firmaba.

Marlborough rompió moldes apostando desde un primer momento por artistas como Oskar Kokoschka, Henry Moore, Francis Bacon, Victor Pasmore y Lucian Freud entre otros. Más de medio siglo después de esa primera galería en Londres, la obra de estos maestros de la pintura del siglo XX continúa despertando el interés de los coleccionistas y museos. En España hay varias obras de especial interés como el  óleo sobre lienzo  “Tríptico” que pertenece a la colección Juan Abelló, o “Estudio de George Dyer en un espejo” que forma parte de la colección del Museo Thyssen-Bornemisza.

Son de gran importancia las obras que conserva el Museo Reina Sofía como:  “Lying Figure” de 1966, un  óleo sobre lienzo de 198 x 147 centímetros. Ingresó en el museo el 12 de enero de 1984, tras haber sido  adquirida por el Ministerio de Cultura a la casa Marlborough Fine Art de Londres por 230.000 dólares. “Lying Figure” corresponde a los años en los que Francis Bacon domina la técnica del óleo y maneja los colores con gran maestría, rompe el caos de sus obras para centrarse en el objetivo, para lo cual utiliza extensos planos uniformes de color que darán fuerza a la figura. También hay que destacar que en los años 60, años en los que pintó “Lying Figure”, Francis Bacon se centra en el retrato, pinta la parte más oscura de las personas que le rodean, sus amigos son principalmente sus objetivos, en estos dramáticos, brutales y crueles retratos, utiliza como ya hemos señalado grandes fondos de color uniforme, rojos, verdes, azules, ocres… Por el contrario en los últimos años tras la muerte de su gran amor George Dyer, aparece con fuerza el color negro. Este color no le abandonará hasta el final de sus obras que con el paso del tiempo se conformarán más serenas fundamentalmente con la nueva y fiel amistad de John Edwards, heredero de las obras de Bacon.

El Museo Reina Sofía tiene obra de este periodo donde aparece John Edwards como en la obra “Estudio para retrato de John Edwards” de 1987, se trata de un aguafuerte sobre papel Arches de 89,6 x62,5 centímetros que entró a formar parte de las colecciones del Museo Reina Sofía gracias a una dación (pago de impuestos) en 1995. Esta obra fue valorada en 583.333 pesetas. Son años en los que Bacon retrata a sus amigos, se autorretrata y pinta de una manera serena. Personajes que entran y salen o se instalan delante de una puerta negra y misteriosa como en “Wilson” de 1987, aguafuerte sobre papel Arches de 89,6 x62, 5 centímetros que también formaba parte de la dación de 1995, la obra fue valorada en 583.333 pesetas.

También sirvió para pagar impuestos por valor de 583.333 pesetas “Trotsky” de 1987, otro aguafuerte con las mismas características que el anterior. También el museo conserva “Figura sentada” un aguafuerte  sobre papel Arches de 101,5 x 53,6 centímetros, valorado en Hacienda en 1.050.000 pesetas. Unos años antes ; en 1984, el Estado adquirió la litografía offset “Cuatro figuras” realizada en papel de 160 x 110 centímetros por 1.050.000 pesetas.

Hace tres años (febrero-abril, 2010) el Museo del Prado dedicó la mayor retrospectiva  tras la muerte del artista irlandés en Madrid. Esta gran exposición contó con la ayuda y organización de la Tate de Londres y el Metropolitan Museum of Art de Nueva York. El Prado pudo mostrar las obras más importantes de Bacon. Mostrando temas intemporales cargados de sensualidad y brutalidad tan íntimamente unidos estos dos rasgos a su obra. La obra del artista recrea sus obsesiones sobre el paso del tiempo, la muerte, la violencia, el sexo o la fragilidad humana.  En la producción de Bacon hay cuadros que revelan la influencia de los grandes maestros españoles, recordemos el Retrato del Papa Inocencio X de Velázquez que Bacon interpretó y supuso uno de los pasos más importantes en su obra. Uno se los deseos más íntimos de Francis Bacon era el de continuar la línea de los grandes artistas como Goya, Velázquez, Tintoretto o Picasso. Entre su círculo de amistades se preguntaba si sería recordado en el siglo XX, deseaba servir de puente de los grandes maestros.

Galería Marlborough

Madrid adquiere una especial significación ya que Bacon no sólo reflejó en su obra su conocimiento de los grandes maestros españoles como Velázquez y Goya, sino que su muerte le sorprendió en esta ciudad el 28 de abril, tras haberse convertido en asiduo visitante del Prado en los últimos años de su vida y estar preparando su exposición con la que se inauguraba la Galería Marborough en Madrid (8 de octubre – 14 de noviembre, 1992).

Francis Bacon basó sus obras gráficas en una selección de 35 de sus pinturas fechadas desde 1965 hasta 1991. Trabajó con los mejores impresores franceses, italianos y españoles, siguiendo la tradición europea de colaboración entre artistas y maestros impresores que arranca en el Renacimiento. La obra gráfica (aguatintas y litografías) fue siempre realizada bajo lo atenta supervisión de Bacon, realizando los cambios que consideraba necesarios sobre las pruebas que finalmente él aprobaba para su edición limitada, y que posteriormente numeraba y firmaba.

Así podremos contemplar entre la docena aproximada de trabajos expuestos, la aguatinta Triptych 1974-77 basada en su pintura de mismo título y que es considerada por muchos como una de las más misteriosas de las realizadas por el pintor en los años 70. Es el último de los llamados trípticos negros ejecutados tras el suicidio de su pareja George Dyer, con quien Bacon mantenía una relación desde mediados de los años 60.

Dyer, también es el modelo sin que el título lo indique de Three Studies of the Male Back, 1970 en el que un mismo individuo sentado en una silla de barbero, de espaldas al espectador, aparece leyendo un periódico (panel central), sosteniendo una maquinilla de afeitar (panel izquierdo) y afilando una navaja en el panel derecho. En todo momento los espejos que tiene delante nos revelan la acción. Una vez más Bacon emplea un tema en apariencia banal como vehículo de las más profundas reflexiones sobre la muerte.

Su fiel modelo, John Edwards, aparece retratado en numerosas obras, entre las que cabría mencionar Three Studies for a Portrait of John Edwards -right panel- (1984), y Study from Human Body (1987). El Llanto por Ignacio Sánchez Mejías de Federico García Lorca (1935), sirvió a Bacon de punto de partida para Triptych 1986-1987, aunque él mismo reconocía “dudo que la puntura vaya a tener mucho que ver con Lorca”. Su amigo Edwards figura modestamente en el panel central; mientras a su izquierda un señor con sombrero de copa desciende una acera en dirección al espectador, se trata del presidente norteamericano Woodrow Wilson, y la imagen está tomada de una fotografía en la que aparecía saliendo de las negociaciones del Tratado de Versalles en 1919. En el panel derecho un inquietante bodegón con un flexo, mueble y sábana manchada de sangra reproduce el escenario del asesinato de Trotsky en 1940.

Por otro lado, Dominique Ingres (1780-1867), cuyos retratos Bacon admiraba especialmente, le proporcionan en 1982 el punto de partida para Study of the Human Body from a Drawing by Ingres.

Datos de interés:
Francis Bacon – Obra gráfica
Galería Marlborough (Orfila, 5 – Madrid)
Fecha: Del 7 de febrero, al 16 de marzo de 2013

Imagen: Bacon, Study for Self Portrait 1982, 1984, litografía offset, edicion de 182. Cortesía de Galería Marlborough de Madrid