Para quién quiera comenzar una buena colección Sala Retiro pondrá a la venta en su tradicional subasta extraordinaria de diciembre (19 y 20 de diciembre de 2012) un Belén Napolitano del siglo XVIII. Se trata de un conjunto de catorce figuras, incluye la Sagrada Familia, Ángel mancebo, una cabra y pastores, uno de ellos realizado enteramente en terracota. Las figuras están realizadas en madera, estopa y tejidos de época, mostrando los rasgos de los grandes escultores de “presepe” de la época. El conjunto muestra un destacado estado de conservación, salvo algunas indumentarias de fecha posterior. Está montado en arquitectura fingida, simulando unas ruinas de inspiración clásica con una fuente. Este belén napolitano que ofrece Sala Retiro tiene un precio de salida es de 130.000 euros.
Esta misma sala ha protagonizado varias importantes ventas de belenes napolitanos. Vendió por 54.907.380 ptas. (330.000€), en diciembre de 2002, uno de los ejemplares más singulares que han pasado por una subasta española. Se trataba de un belén napolitano del siglo XVIII compuesto por veintinueve figuras con vestidos de época confeccionados con telas de la real Fábrica de Tejidos establecida por el rey Carlos III en San Leucio. Aunque es difícil individualizar la autoría, se puede apreciar el estilo de Salvatore Franco, Francesco Viva, Giuseppe Gori o del propio maestro Giuseppe Sanmartino. En cuanto a los animales seguían la línea de la familia Vasallo y Lorenzo Mosca.
Los compradores buscan piezas que han perdido o ampliar sus Belenes.
Los grupos de figuras que habitualmente llegan a las subastas son poco uniformes o incompletas, la propia fragilidad de las piezas provoca en muchas ocasiones que los conjuntos se disgreguen.
La venta de otro belén napolitano en Sala Retiro se cerró con un precio de 354.597 euros (49.000.000 pesetas, más gastos propios de la venta. Había partido de un precio de salida de 40.000.000 ptas./300.506€) en diciembre de 2000, se trababa de un conjunto compuesto por 61 figuras, atribuidas a los mismos escultores ya citados anteriormente.
También esta sala vendió en diciembre de 2007 un Belén Napolitano por 150.000 euros (24.957.900 ptas.) compuesto por veinticuatro figuras.
El Belén Napolitano en España
Carlos III acudió a la Real Manufactura de Porcelana de Capodimonte para que le hicieran figuras para su belén. Las primeras piezas fueron de porcelana en su totalidad pero pronto se decide cubrirlas con ricos ropajes, lo que deriva en los belenes a la española. Se realizan las cabezas y, en algunos casos, los brazos y manos en porcelana, el resto de los miembros en madera y el cuerpo de alambre forrado de estopa o cuerda enrollada, lo que les permitía cambiar de postura. Los vestidos se confeccionaban con las mejores telas y bordados a los que se añadían diminutas joyas en oro, plata y coral. El belén se completaba con instrumentos musicales, vajillas de cerámica, objetos de plata, etc. La medida que se determinó para las figuras fue de 38cm.
El más famoso imaginero del siglo XVII fue Giuseppe Sammartino que marcó escuela. En la realización de la cabeza se especializaron Mateo y Felice Bottighieri, Dominico Antonio Vaccaro, Incola Sonima, Francisco Celebrano y Giuseppe Cappiello. Y el tallista Tozzi era famoso por la confección de las manos. Matteo y Giovanni Ferri se especializan en vestidos. Las vajillas las suministraba Vietri, los cestos de frutas Luigi Ardia y Guiseppe en los de verduras. Los animales también tenían sus artesanos particulares como Giuseppe Gori, los hermanos Trilocco, Lorenzo Mosca e Incola Ingaldi.
Luisa Roldán o Roldana (1656-1704), escultora de cámara de Carlos II, realiza en barro unas figuras de gran sensibilidad y ternura. Otro importante maestro es Risueño (1652-1724), discípulo de Cano, realiza unas figuritas en barro con una técnica muy perfeccionada, especialmente en los pequeños detalles. Eugenio Gutiérrez de Torices (1709) modeló figuras de cera policromada como la Adoración de los Magos del Monasterio de El Escorial. Las figuras del sevillano Pedro Duque Cornejo (1677-1757) son muy expresivas. El Mestre de les Verges Rosses (Maestro de las Vírgenes Rubias) del siglo XVIII, mantiene una estética rococó realizadas con pasta de tierra amarilla, en numerosas ocasiones las deja sin pintar, creando las series blancas, que imitan a la porcelana, y cuando las decora es muy frecuente que la Virgen luzca un precioso pelo dorado.
Se atribuye a San Francisco de Asís la iniciativa de representar el misterio del Nacimiento a través de figuras durante la Nochebuena de 1223. El santo de Asís solicitó permiso al pontífice Honorio III para “ambientar” la misa de Nochebuena de ese año en una cueva de Greccio, en la Toscana italiana, y así surgió la tradición cristiana del belén. Los antecedentes los encontramos en las representaciones teatrales dentro de los templos Bizantinos en tiempos de Constantino el Grande. En 1487 se representó un retablo navideño viviente en Zaragoza, ante los Reyes Católicos. Una de las documentaciones más antiguas que se conservan sobre este tema hace referencia a un pesebre de los jesuitas de Praga en 1562. También se sabe que las églogas de Juan de la Encina se escenificaban ante los Duques de Alba.
Los artesanos más prestigiosos han trabajado para recrear la historia del nacimiento del Niño. Felipe V en su viaje a Italia en 1702, recibió como regalo un belén, y su hijo Carlos III, rey de Nápoles desde 1735, se trajo un belén en 1760 para colocarlo en el Palacio del Buen Retiro. «El Belén del Príncipe» llamado así porque el Rey Carlos III lo encargó para su hijo el futuro Carlos IV. Se cuenta que el número de piezas que lo componían se acercaba a las seis mil, con todos los accesorios: animales y los adornos o finimenti de cada una de las figuras o escenas: la posada, la taberna o el mercado, que unidos formaban un bello conjunto. Participaba toda la Familia Real, hasta la Reina y sus damas colaboraban confeccionando indumentaria para vestir las figuras. Con el «Belén del Príncipe» se inicia una tradición que caló en toda la sociedad. España ha tenido siempre un sentido religioso y estético que ha influido en la producción de figuras de extraordinario talento que han traspasado nuestras fronteras.
Los coleccionistas muestran un gran interés ante los belenes murcianos y catalanes, así como de otras provincias siempre que procedan de artesanos de reconocido prestigio. El belén más apreciado es el Napolitano, está considerado el belén por antonomasia de las Casas reales y de la nobleza. Madrid podrá disfrutar de la exposición uno de los belenes más importantes perteneciente a la colección particular de la familia García de Castro quién lo ha cedido durante estas fiestas navideñas para el disfrute de los visitantes. Con su inauguración en CentroCentro Cibeles de Cultura se podrá disfrutar de uno de los ejemplos más acabados del barroco escultórico y popular del siglo XVIII. Una colección formada a lo largo de décadas de coleccionismo e investigación. Algunas de las piezas que se podrán ver en este espectacular belén las adquirieron en la Sala Retiro. Sus más de 350 piezas se completan con una espectacular escenografía arquitectónica y un rico y diverso ajuar que va desde las armas de los cortejos reales a un sinnúmero de utensilios domésticos que contribuyen a la riqueza del conjunto y subrayar su carácter popular y pintoresco.
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Datos de interés:
Días 19 y 20 de diciembre Hora: a las 18:00 h.
Subasta Extraordinaria de diciembre de Sala Retiro
Exposición abre el día 4 de diciembre de 10 a 20 h.(Excepto domingos)
Sala Retiro
Avenida Menéndez Pelayo, 3 y 5, 28009 – Madrid
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