El Círculo de Bellas Artes une pintura y poesía en su nueva exposición. Bores/Mallarmé. La siesta del fauno saca a la luz un material hasta ahora inédito del pintor español Francisco Bores, realizado en 1943 para acompañar el poema del escritor francés en una edición que nunca vio la luz.

Ahora, esta exposición recupera ese conjunto de dibujos desconocidos, que permanecían en propiedad de la familia del artista, y los pone en valor. En total se exhiben setenta y tres obras de las doscientas que realizó Bores.

Libro de artista
En un primer momento, estas obras iban a ser destinadas a una edición de La siesta del fauno de Stéphane Mallarmé. Tériade, el gran editor de libros de artista de aquella época en Francia, programó el proyecto. Sin embargo, la guerra y las dificultades de financiación truncaron su publicación cuando ya casi estaba terminado.

De esta manera la exposición ofrece al visitante una reconstrucción de aquella edición. En palabras del comisario de la muestra, Javier Arnaldo, “la sala de exposición es como el libro gigante que nunca se editó”. Las obras de Bores constituyen un despliegue visual del poema, una restauración del poema de interpretado por un conjunto de dibujos que alcanza a recrear con maravilloso vitalismo la totalidad de las imágenes de La siesta del fauno.

Reactivación de la obra de Bores
Según afirmó Arnaldo, el interés de la exposición es doble. Por un lado, reactiva la obra de Bores, artista de primer orden algo olvidado en los últimos años. Y por otro, saca a la luz un conjunto artístico desconocido de una gran calidad.

Además, el espacio sonoro que acompaña el montaje ha sido elaborado por el compositor Adolfo Núñez expresamente para la ocasión y supone otra aportación notable al proyecto. En esta especie de “banda sonora se pueden identificar paisajes sonoros del poema de Mallarmé”, explicó Arnaldo.

Francisco Bores (1898-1972), pintor muy integrado hacia 1923 en su ciudad natal, Madrid, dentro del círculo de artistas y poetas afines al ultraísmo y la generación del 27, se trasladará en 1925 a París, ciudad en la que maduró rápidamente su trabajo y donde desarrolló la práctica totalidad de su obra. En 1927 conoció al crítico y editor Tériade, con quien mantendrá una estrecha amistad durante toda su vida.

Irene G. Vara

Bores/Mallarmé. La siesta del fauno
Del 30 de octubre al 20 de enero
Círculo de Bellas Artes
Sala Goya

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