El IVAM presenta la exposición Sean Scully. DORIC, que se centra en torno a nueve pinturas dóricas monumentales creadas por el artista desde 2008. Inmensas en escala, tienen como génesis el principio dórico que se originó en la antigua Grecia. El dórico es el orden arquitectónico clásico que mayor sobriedad, equilibrio y simetría aporta a sus construcciones, unas características que garantizan la belleza pura, sin ornamentos superfluos, cualidades que se vinculan a la obra de Scully y, especialmente, a la serie ‘DORIC’.

La muestra además incluye obras sobre papel y madera, realizadas entre 2008 y 2012, y una serie que anticipa la anterior, realizada en los años 80. Se trata de acuarelas y dibujos realizados en una estancia veraniega del artista en la isla griega de Simi donde se inspira en la arquitectura, luz y colores mediterráneos. La exposición se completa con algunas obras de Scully pertenecientes a la colección del IVAM.

Citando a Sean Scully “la inspiración para ‘Doric’ fue la forma arquitectónica que acompañó al nacimiento de la democracia. Atenas, siendo la cuna de la democracia y todo lo que la continuó en occidente, es a lo que he querido rendir homenaje. He querido expresar orden y humanismo.”

Ilusiones ópticas
Desde 1970, y a partir de sus investigaciones en las ilusiones ópticas, la percepción del relieve a través de estructuras seriadas y la sensación de movimiento a partir de la superposición, Scully reduce su repertorio iconográfico a una serie de líneas, bandas y bloques que se han convertido en representativos de su trabajo. Agrupa estos elementos de su pintura en un orden alternativo y además, construye sutiles disposiciones monumentales en las que el contraste entre figura y fondo está neutralizado.

El tratamiento que realiza del color encierra todo un proceso artesanal: la superposición progresiva de finas capas impregnadas de pigmentos diferentes que se revelan por transparencia y ofrecen tonos únicos, de gran profundidad, confiriendo una calidez sensual a sus composiciones abstractas. El tema central en la obra pictórica de Scully es el método de pintar: el artista construye una sucesión de gruesas capas de pintura que acumula para formar intrigantes efectos de color. Es un proceso pictórico que se puede reconstruir, en particular en los extremos de las bandas donde los colores contrastados se unen. La pintura se aplica en capas húmedas con movimientos verticales hacia arriba y abajo. La brocha sigue a la forma y el subrayar las capas ayuda a determinar el color final.

La obra de Sean Scully no tiene significados determinados o mensajes inequívocos sino que está abierta a todo tipo de proyecciones. El espectador tiene que ver “dentro” de la obra, tal y como el propio artista indica. Su pintura se relaciona con la realidad pero no está dominada por ella. El artista no trata, ciertamente, de retratar nada, y su obra permite asociaciones con paisajes y objetos. Muchas de las obras de gran formato, a menudo consistentes en varios elementos, evocan recuerdos de fachadas, edificios y ornamentos. El principio de las series y el principio de la composición, la subordinación de las partes al todo, mantienen un equilibrio perfecto.

Sean Scully. DORIC
Del 26 de julio al 28 de octubre
Instituto Valenciano de Arte Moderno

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