Como metáforas de ambiente para la posteridad o sentimientos íntimos, grandes y pequeños museos de todo el mundo recogen el clima de escenas históricas o familiares. Una tempestad sirve de fondo de una batalla naval, mientras que el sol brilla en el cielo abierto de un retrato campestre. Es difícil precisar si el Arte llegó antes que la Ciencia al mundo occidental. Pero es un hecho que el hombre ha vivido sujeto a las bondades e inclemencias del clima, hasta el punto de que las alteraciones de sus ciclos anuales, observados estadísticamente, y su repercusión en la vida humana esté produciendo desde hace décadas no ya un debate, sino cumbres mundiales, modificaciones en la legislación y costumbres y cambios de mentalidad que han cambiado la relación del hombre con el planeta. “Historia de los cambios climáticos” es la contribución en forma de libro que José Luis Comellas, conocido divulgador, propone en esta cuestión, un recorrido por lo que fueron otras grandes evoluciones atmosféricas, a veces con susto incluido, que hicieron que muchas no volvieran a ser iguales.

Es curioso que, procediendo del mundo de la historia, como catedrático emérito de la Universidad de Sevilla, el autor haya publicado probablemente su libro de mayor éxito. El motivo no es sólo la actualidad del tema, sino el ejemplar ejercicio de objetividad con el que ha abordado una cuestión en la que hacia falta comprometerse. Comellas lo hace desde la primera página, aclarando al lector conceptos por doquier. Así, una de las mayores confusiones en las que vivimos sumergidos es la confusión entre tiempo y clima, favorecida por lo inmediato de la información de los medios. El tiempo es el conjunto de fenómenos atmosféricos en lugar y tiempo determinado, con sus inclemencias puntuales. El clima, el cambio, es una verdad estadística, una tendencia, un promedio que se mantiene por muchos nuevos valores que introduzcamos en series medibles de temperaturas, lluvias, etc. Y ambos cambian, aunque el clima lo haga con mucha más lentitud. La cuestión es que el hombre no ha sido únicamente testigo de esos cambios climáticos desde hace diez mil años, como se expone en el volumen, sino que ha participado en el proceso influyendo de forma sorprendente.

Pocas veces puede leerse una obra divulgativa con tal profusión de datos históricos razonados, expuestos de forma amena. Nadie ha podido refutar hasta hoy la influencia del benigno clima mediterráneo durantela Antigüedad para el formidable desarrollo de las civilizaciones clásicas. Por supuesto no fueron ni el Sol ni las nubes quienes escribieron la filosofía de Aristóteles o hicieron posibles las victorias de Octavio, si bien es incontestable que la presión bárbara a partir del siglo IV d.C. tuvo en la inclemencia del Norte de Europa una de las razones que explican esa decisiva presión migratoria. En la explicación de estos procesos y otros de no menor interés radica el éxito del ensayo. La objetividad del mismo se prolonga al llegar a la palpitante actualidad del cambio climático derivado del efecto invernadero. Desde una serenidad intelectual y académica poco frecuente, Comellas expone realidades incontestables como la irresponsabilidad de un supuesto progreso que sólo persiga los avances materiales, atentando contra la naturaleza, causando daños irreversibles a la Tierra. Otros aspectos como el uso de combustibles fósiles, limitados por definición, o el casi desconocido efecto del metano, que contribuye al efecto invernadero de forma espectacular pero no publicitada, ocupan también un lugar privilegiado en sus reflexiones. Si hubiera tenido que pintar un cuadro, muchos le hubieran querido obligar a un difícil lienzo, «Batalla climática con efecto invernadero al fondo». Pero el autor ha preferido un paisaje real. Un libro para no perderse, haga o no buen tiempo…

Andrés Merino Thomas

 

“Historia de los cambios climáticos”

José Luis Comellas

Madrid, Rialp, 318 pág.

ISBN: 978–84–321–3899–7

 

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